miércoles, 19 de agosto de 2015

PRIMERA PLANA

Así Somos en Guerrero: Bodas de Zitlala


 Guadalupe Jaimes.ZITLALA, GRO.--Hemos tomado el título que hizo famoso un ilustre guerrerense, Juan Sánchez Andraca, quien en sus entregas llamadas “Asi Somos en Guerrero”, plasmó en tinta y letra impresa las bellas tradiciones del estado de Guerrero las que, a pesar del constante acoso de extranjerismos, se mantienen vigentes en nuestros pueblos.
Muestra una de las más bellas tradiciones de un municipio ajado por la violencia, la migración al Norte del País o a Estados Unidos. Aunque las costumbres de las ciudades parecen invadir nuestros pueblos, las tradiciones se mantienen.

Zitlala es un municipio donde la gente conserva mucho sus tradiciones y cultura. Aquí hay algo diferente: las bodas. Tienen un ritual único: cuando alguien se va a casar lo primero que debe hacer es buscarse un padrino dispuesto a comprar y vestir a los ahijados. Por lo regular los padrinos que ganan la elección son los del bautizo del novio. Ah, también se encargan de los gastos de la iglesia, el registro civil… y tantas otras cosas más.
El Padrino, según el ritual es identificado como el responsable del recorrido que hacen por las calles de todo el pueblo los novios. Para que todo mundo se entere. Es decir: el padrino de velación tiene la obligación de llevar: 1) Cinco lavaderos nuevos; 2) Clarasol; 3) Jabón; 4) Jícaras; 5) Una cobij; 6) Mezcal
Cada tía de la novia, o del novio, se visten de Zitlalteca; algunas señoras llevan su sombrero en la cabeza. Debe ser elaborado en esa región. Los hombres llevan cargando los guajolotes que serán el sacrifico del día siguiente en casa del padrino.
Este ruidos, alegre, bailable recorrido se realiza por las calles de todo el pueblo dos veces: la primera cuando las señoras lavan la ropa y la segunda cuando los señores llevan los guajolotes a casa del padrino.
Los cohetes, que son lo mismo que los cuetes, truenan en el cielo cuando la alegre comitiva llega a la casa de la novia. Lo que anuncian los ruidosos cohetones es que la danza ha comenzado.
Al llegar a la casa de los novios, los hombres entregan los lavaderos; las madrinas lavarán la ropa nueva, y entregan una cobija nueva, que será lavada por las tías.
Todas las nanas (señoras) o zihuatl (mujeres) portan su traje típico de la región: una falda con muchos colores que representan a la tierra. La blusa es diferente al traje en sí, conocido como Traje de Acateca. La blusa consiste en un huipil totalmente blanco con una blusa blanca abajo. Su nahualt es amplia, amarrada en la cintura con una manta grande.
En otra época las mujeres se casaban con el traje típico, adornado también de collares rojos o de ámbar. El hombre portaba su calzón y su cotón. Hoy, pese a que las nanas (señoras grandes) hacen el esfuerzo de seguir con esta cultura, las jóvenes hoy en día se casan de blanco y el novio porta un traje negro como en las ciudades.
En estas hermosas fiestas del municipio de Zitlala, los señores también siguen llevando el huentle a casa de la novia: llenos de plantan, pan, chile rojo, maíz, frijol, entre otras cosas, que también cargan durante el recorrido alegre cuando alguien del pueblo se va a casar. (Síntesis de Guerrero)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.