martes, 25 de octubre de 2016

COLUMNA

 Cosmos

Héctor Contreras Organista

 De la Escuela de Ciencias de la Comunicación al
“CHICHARRÓN CASERO”
Hace unos días, en la escuela de Ciencias de la Comunicación que ahora tiene otro nombre, y a la que fui invitado para formar parte del jurado que seleccionó voces de los estudiantes de esa institución para el noticiero de la misma, la querida maestra Blanca Margarita me dio oportunidad de entregar un mensaje a los estudiantes.
Pedí a los ganadores y en sí a todas las jóvenes y muchachos, que frente al micrófono traten de ser originales, porque hay muchos vicios actualmente en radio y televisión. Ya casi no hay voces originales al anunciar.

Se copian unas a otras y otros a unos y son voces feas, carentes no sólo de modulación sino de todo, con pésima pronunciación y adoptando un estilo que no es la forma de hablar de los locutores guerrerenses. Muchos, y sobre todo muchas, pretenden hablar como “norteñas”, para impresionar quién sabe a quién... y lo hacen horrible... casi casi llegándole a la mediocridad, y a veces, rebasándola.
Nunca segundas partes fueron buenas
Les dije que los locutores guerrerenses hemos tenido y debemos seguir manteniendo nuestro propio estilo de hacer uso del micrófono.
Anunciar exactamente como se anuncia en Guerrero. Y les exliqué que eso se logra practicando incansablemente lectura en voz alta, hasta que se adquiere un estilo propio.
El locutor (o locutora) guerrerenses y no guerrerenses debemos tener voces originales.
Tuve la dicha de alternar hace años en controles remotos con voces de ese calibre.
En Iguala, por ejemplo, con el locutorazo Mundo Cuevas y don Fernando Alonso con quien en control remoto transmitimos la inauguración del CREA.
Con Chucho Cuevas, en la XEPI. Y de Acapulco con Alfonso Sánchez Aguilar (La Yegua) y con Rafael Orbe Rediz, en la XEKU, la famosa “Radio Kukú”.
Con mi querido maestro don Alejandro Rodríguez Espinosa en la XELI, XECI y en XEUQ; en Ixcateopan con Jorge Labardini y fuera de Guerrero con mucha gente de quellos señorones que dejan huella: Juan Sabino Olivé de los Santos; Pedro Serna Díaz, Emilio Velázquez, Camilo Enríquez y muchos, pero muchos más, en el norte, el sureste, en el istmo, en Tamps, en Guadalajara, en Hidalgo y en mi tierra, no se diga: Con don Hermilo, por ejemplo.
Me vino el recuerdo y la reflexión de la originalidad de la que se debe hacer uso porque hace un rato encontré recorriendo las calles de Chilpancingo un señor que va vendiendo: “Chicharrón casero”.
Tiene un estilo único de anunciaar su producto, su forma es muy original. No sólo le echa estilo, sino los tonos de voz que usa, atraen; y un locutor, aquí y en China, eso es lo que vende: Originalidad....
Ojalá algunas y algunos imitadores que se dicen o se hacen pasar por locutor@s y locutores, sobre todo en mi querida xeuag, hicieran acopio de la expresión y experiencia del señor que vende Chicharrón casero....y de todos los pregoneros callejeros a quienes se debe analizar la forma de cómo publicitan y venden su producto.... Hay mucho que aprender de ellos, aunque los “estrellos” del micrófono lo duden....
No siempre es en las universidades ni en los “doctorados” dode se encuentra la mejor escuela.
El audiotorio necesita, está urgido de cercanía, proximidad y sencillez de la gente de radio y televisión...Pero hay muchos AQUI que se creen dioses...y son los más brutos a la hora de la microfoneada.... Puaaaafffff....
Agradezco los amables y muy generosos comentarios de queridos compañeros de micrófono como Chavita Oviedo a quien aprecio desde hace muchos años; esforzado y animoso crítico y cronista deportivo y pionero de la tv en Guerrero...Y a otros muy jóvenes talentos en originalidad de voz como el grande, grande, muy grande periodista, paisano y locutor Pablo Martín Obregón. Hay que escucharlo en sus reportajes.
A todas ustedes y a todos ustedes, muchas gracias. Siempre hace falta la crítica, siempre. De otro modo, no se crece ni se llega a ninguna parte. Duele, pero es necesaria.

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