ARTICULO

 2017 Año Nuevo, Año de
 Esperanza y Optimismo

César González Guerrero
--Expreso mis mejores deseos para que este Año 2017 sea de éxito y salud para todas las familias de Guerrero.
--Felicidades familia de La Crónica, Vespertino de Chilpancingo.
Decía mi madre “…no es muy fácil…”, cada vez que le solicitaba dinero para comprarme algún objeto, ya sea juguete, golosina  o alimento, o bien para pagar la “entrada” al cine del pueblo o bien cuando en nuestras comunidades, recibíamos las históricas visitas de los famosos “húngaros”, que instalaban sus inseparables carpas para deleitarnos con las inolvidables películas de “tarzán, el rey de la selva”, entre otras.
Y realmente así es, nada es fácil en esta vida, todo es esfuerzo, sacrificio constante, todo es resultado del trabajo que diariamente debemos realizar para cubrir nuestras necesidades apremiantes, individuales, de familia y colectivas; y es que el Trabajo es uno de los principales factores de la producción que de acuerdo con la Economía, es el único que nos genera ingresos y satisfactores.

Y no es casual que cada año que se inicia, es como partir de cero, en todos los aspectos. De entrada la gente que logra llegar al Año Nuevo, después de los 365 días que transcurren, regularmente agradece a Dios el hecho de vivir con salud y trabajo. Después agradece a sus familiares y amistades, la oportunidad de formar parte de ese círculo en el cual se encuentra el calor humano que fortalece los sentimientos y anima a seguir luchando.
En ese contexto es muy difícil encontrar a alguien que agradezca al Gobierno, Líderes o Patrones que otorgan un espacio para trabajar; por supuesto que aunque sea en mínimo porcentaje, si hay gente muy agradecida y son leales a la causa, que se entregan en cuerpo y alma a trabajar para llevar el sustento diario a su hogar.
Lo anterior es con motivo de reflexionar este fin de año,  acerca de la importancia de vivir un año más, de agradecer a la vida la oportunidad de continuar trabajando, lo importante que es la salud para hacer realidad nuestro sueños, el compartir los mejores momentos junto a tus seres queridos, el orgullo de formar parte de una sociedad ansiosa de continuar aportando el mínimo esfuerzo para alcanzar un mejor nivel de vida en la familia y en la sociedad misma.
Llegar al fin de un Año, nos permite valorar lo que he se hizo y lo que está pendiente de terminar. Estos momentos nos ayudan a revisar minuciosamente los acontecimientos positivos y negativos para proyectar nuevas ideas y nuevos proyectos. En ese marco recordamos a quienes se nos han adelantado a la eternidad, retomamos sus buenas acciones y buenos ejemplos y más aún, tratamos de cumplir su obra inconclusa.
También es conveniente decirlo y reconocerlo que, entre las cosas buenas, surgen los aspectos negativos mismos que debemos asimilar para superar. Son estos los asuntos que nos brindan la oportunidad para demostrar la fortaleza humana, para evitar el desconsuelo y el desánimo, el pesimismo y la derrota anticipada. Son los tiempos difíciles los que fortalecen el espíritu de la gente; son las dificultades las que nos indican el mejor camino a seguir.
Es así como cada año, el día 31 de diciembre la familia, por muy modesta y humilde que sea, por tradición y costumbre se reúne para hacer votos por la felicidad, la unidad, la salud, el amor y la paz; pero también para demostrarse asimismo que, como seres humanos, los tiempos actuales requieren de esa armonía, tolerancia y respeto a las instituciones surgidas a lo largo de los años y que no se puede seguir fomentando y promoviendo el discurso  de la confrontación, del odio  y del desprecio a la vida. Nuestra juventud y niñez no aspira a eso. Estamos a tiempo de evitarlo. Feliz Año Nuevo.