martes, 3 de enero de 2017

COLUMNA

 Cosmos


Héctor Contreras Organista
 
LAS MANOS DE HOJALATA
Sabemos que nada es estático, que todo evoluciona; que la modernidad se abre paso y lo antiguo se cancela, se hace a un lado y las obras de arte, inclusive las que más nos identifican o apreciamos, se nulifican… o mejor dicho: Las nulifican.
Tal es el caso de “Las Manos”, un monolito de cantera rosa hecho hace años por un gran chilpancingueño, don Chano González, es decir don Luciano González Osorio, campesino que alguna vez regresando de la labranza se encontró a su paso el trozo de la rama de un árbol, lo llevó a su casa y con paciencia comenzó a elaborar un máscara de tlacololero.

La pintó, le quedó muy bien y se siguió haciendo otra y otra hasta convertirse en el artífice que hizo las máscaras de casi todas las danzas de la feria, no nada más de los tlacololeros.
Comenzó después a labrar en piedra. Hizo varios monumentos, entre ellos el de trabajador, que se localiza en las instalaciones del SUSPEG, o el monumento de Apolonio Castillo, que lo tiraron como piedras de relleno cuando se construyó el comedor universitario.
Antes, labró “Las Manos” que por años se exhibieron en el antiguo Palacio de Gobierno, después, cuando se les quitó de ahí, fueron abandonadas en al taller de Obras Públicas del gobierno del estado, por el rumbo del campo de aviación.
Nos correspondió hacer ese reportaje y publicarlo, y debido a que la noticia de las condiciones en que se encontraban “Las Manos”, desarticuladas, abandonadas en el rincón en una bodega para un destino final, unas damas del Comité Procultura de Chilpancingo, se interesaron por ellas, dialogaron con nosotros solicitndo informción y rescataron la obra de arte, reinstalándola en la plazoleta “Unidos por Guerrero”, de donde nuevamente hace no mucho la escultura labrada en cantera rosa por don Chano González, fue retirada y ya no llevada a ningún lado, porque por rumores se sabe que las demolieron y tiraron entre la pedacera de escombro que se produjo durante la remodelación de la plazoleta. Tenemos la ligera esperanza que la noticia en ese sentido no se verdad, y aún existan “Las Manos”.
Esa escultura que adoptó Alejandro Cervantes Delgado y que daba vida a su frase “Unidos por Guerrero”, y que fue el lema de su campaña política como candidato a gobernador de Guerrero y después la sostuvo como gobernador (1981-1987), se ha quitado; y en su lugar se colocaron unos pedazos de hojalata, “simbolizando” según, en forma “estilizada”, unas manos en ese mismo lugar, “escultura moderna” que ha recibido la rechifla popular y la desaprobación del pueblo de Chilpancingo, hojalata a la que la voz popular ha bautizado como “orejas de perro”.
Por si fuera poco, se colocó al pie de la hojalata, un galimatías digno de la ignorancia del o de los tarados que ordenaron que esa “obra de arte” sustituyera “las manos” que labró hace años don Chano González.
“En la tierra fértil Guerrerense, Labranza siembra y sueños de Maíz, Las semillas de la Hermandad y Unidad Germinan, Manos de todo un Pueblo, Fraternidad Compromiso Reconciliación, Manos de ayer de siempre, Manos estrechadas, Unidos Todos Por Guerrero”.
¿Eso quiso expresar don Luciano González Osorio al labrar la obra en cantera rosa?
Lo que quiera decir, lo que intente decir el galimatías es poco más que un desprecio y un pisoteo a la lengua de Miguel de Cervantes.
No sólo “las manos de hojalata” sino el mismo texto tiene sonidos de humillación contra el pueblo y es una ofensa al arte.

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