jueves, 27 de abril de 2017

COLUMNA

El Grillito Sin Censuras
-.A 31 meses de la noche de Iguala. -.De mal en peor desde la “verdad histórica”. -.Se deberían de seguir nuevas líneas de investigación. -. Antonio Tizapa y su juego al lado del Estado.
Ayer miércoles se cumplieron 31 meses de la fatídica noche de igual, del 26 y 27 de septiembre de 2014, fecha en que se vistieron de gloria los elementos policiacos de diversas corporaciones y los soldados del Ejército Mexicano –se dice –se hicieron majes y nada hicieron para impedir una masacre perpetrada en contra de los estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa; desde entonces, las investigaciones ha ido de mal en peor, máxime con la presunta “verdad histórica” del cansado exprocurador Jesús Murillo Karam, quien afirmó
que los 43 muchachos desaparecidos fueron incinerados durante una noche lluviosa en el basurero de la cabecera municipal de Cocula, situado a varios kilómetros de Iguala, para luego ir a tirar los restos al río San Juan; más peor aún, es la actitud del gobierno mexicano ante las indagaciones que hiciera el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, GIEI, cuyo dictamen aseguraba que esa “verdad histórica” realmente era insostenible porque había una serie de irregularidades y omisiones en las investigaciones realizadas por la Procuraduría General de la República, PGR, y –por tanto –se deberían de seguir nuevas líneas de investigación, como el caso de los militares que cumplieron con el papel de espectadores durante los sucesos y la posible vinculación del caso con el trasiego de drogas y demás enervantes, pues se descubrió la existencia de un “quinto camión” del que no se ha aclarado su participación del todo; más aún, ha sido la tremendas conjeturas que ha despertado el padre de uno de los desaparecidos, Antonio Tizapa, quien prácticamente no vive en Guerrero, pero que sí ha utilizado el nombre de su hijo para lucrar en los Estados Unidos, incluso, para prestarse al juego político del Estado que busca, a toda costa, destrozar la popularidad de Andrés Manuel López Obrador, futuro candidato del partido Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, a la Presidencia de la República, para las elecciones del 2018; sin embargo, este asunto –el de Tizapa –debiera de pasar a segundo término, pues lo indispensable es continuar la lucha hasta saber qué fue lo que realmente sucedió aquella noche nefasta en la ciudad de Iguala y castigar a los culpables, tanto materiales como intelectuales, de la masacre; en fin, nosotros tenemos la hipótesis de que nada sabremos y todo se convertirá en una leyenda, en un verdadero mito, que perdurará hasta el fin de los tiempos; veremos qué pasa, si no, al tiempo y… ¿quién es el que anda ahí? Comentarios y sugerencias al E-Mail: elahuizotejr@hotmail.com.

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