miércoles, 22 de noviembre de 2017

COLUMNA

Entre la verdad y la ficción.
Jorge Luis Falcón-Fernández Arévalo*
MISCELÁNEA ATOYAQUENSE
“El que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de esta primera”.-Alexander Pope-
El término gobernanza es una palabra de reciente creación y difusión que se ha acuñado con la misión de denominar a la eficacia, la calidad y la satisfactoria orientación de un estado, hecho que le atribuye a éste una buena parte de su legitimidad, puesto en otras palabras, sería algo así como una “nueva forma de gobernar”, que promueve un nuevo modo de gestión de los
asuntos públicos, fundamentado en la participación de la sociedad civil a todos sus niveles: nacional, local, internacional y regional.
El alcalde de Atoyac de Álvarez, Dámaso Pérez Organes, confunde la magnesia con la gimnasia; lo que le ha traído severas consecuencias mentales tal ofuscación, lo que no le deja ver con claridad la pésima administración que “conduce”, como el ebrio en consecuencia por un camino saturado de baches cae en todos, sin hacer el mínimo esfuerzo por evitarlos.
El primer edil se ha enemistado no con un grupo, sino con el pueblo atoyaquense mismo; y, por su simpleza de “administrar”, por su ligereza para asumir su ello por su ligereza de su actitud, su nula responsabilidad; por su escasa voluntad por medio desempeñar su papel de administrador; no el de maestro rural.
Sus verdaderos enemigos lo son los pasados ex alcaldes que le endeudaron el municipio; pero no ha sabido enfrentarlo - ¿miedo, amenazas, complicidad? - para que definan sus posturas con el actual gobierno. El problema de Damaso Pérez Organes, es él mismo y su cauda de borrachos “asesores” que, en la hora feliz de la botana, tratan de dirimir y solucionar los problemas del municipio. Es como reunir un puñado de locos, para buscar estrategias en la cura del cáncer en las hormigas.
Entrampada la administración de Atoyac de Álvarez; por el pago de laudos a ex trabajadores (y, algunos otros que siguen trabajando en la comuna) causa preocupación entre los trabajadores, porque está en vilo, el pago de quincenas atrasadas; así como el aguinaldo. Hay la sospecha de que el alcalde, bajo el yugo de la titular de finanzas que le niega dinero y hasta en ocasiones el saludo, no pague las dos últimas quincenas del mes de noviembre.
La falta de transparencia de esta administración, tiene en duda el pago a proveedores y trabajadores externos, que ni son escuchados, ni atendidos debidamente. Se vislumbra un diciembre negro.
Estas anómalas actividades de un alcalde que no siente lo duro sino lo tupido, los dirigentes priistas estatales y nacionales, observan que el PRI, pueda perder o hacer tambalear la alcaldía.
Se habla de un posible préstamo millonario, que endeuda más a la comuna para el 2018. *sin.marca@gmail.com, @GradoCero_Gro

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