miércoles, 29 de enero de 2020

POLICRÓNICA

Bateadardillos…El Gobierno estatal y federal hasta hoy se han visto timoratos y hasta cómplices de la banda criminal “Los Ardillos” multiacusados de generadores de la violencia en la montaña baja, y centro de Guerrero, en la que extraoficialmente ha causado unos 100  muertos, pero  el gobierno Lopezobradorista dejó la papa caliente al Astudillismo para echarle el guante a la pandilla Ortega Jiménez.

No solo los habitantes de 16 comunidades de los municipios de Chilapa de Alvarez y José Joaquín Herrera (Hueycantenango) saben que están sometidos por la pandilla “Los Ardillos”, sino hasta los ciudadanos de otros municipios de la región centro del estado saben operan con toda impunidad, sin ir muy lejos, aquí cerca de la comunidad de Petaquillas, municipio de Chilpancingo en donde han cometido muchas atrocidades y no se les ha aplicado la ley. Desde hace más de 20 años, “Los Ardillos” se han dedicado al tráfico de drogas en la Región centro, ahora se han extendido a otros municipios de la Montaña  baja  también cometiendo extorsiones y secuestros. Su dominio y su poder ha logrado extenderse durante más de 20 años, sus inicios se remontan a los años ochenta. Eso lo sabe el gobierno estatal y federal. El fundador del grupo criminal, fue el ex policía rural Celso Ortega Rosas, apodado “La Ardilla”, se dedicaba a la siembra de amapola en la región de Quechultenango, zona centro de Guerrero. “Los Ardillos” se dedicaron al secuestro y a la extorsión, daban un plazo de 24 horas a sus víctimas para que desalojaran sus casas y posteriormente ellos las habitaban. En el 2008, Celso Ortega Rosas fue detenido por secuestro de una mujer y por el homicidio de dos agentes de la extinta Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SEIDO), que realizaban investigaciones encubiertas en la zona centro de Guerrero. Sin embargo, en el 2011, Ortega Rosas fue liberado a pesar de su peligrosidad y regresó a Quechultenango junto con sus siete hijos Celso, Jorge Iván, Antonio, Bernardo, Pedro, Juana y Lilia. Pero casi al mes de su regreso, fue asesinado en la puerta de su casa por un comando armado, presuntamente se trató del grupo criminal “Los Rojos”, y a partir de ahí inició el conflicto armado entre ambas organizaciones. El nacimiento de los nuevos  “Ardillos”, surge después de la muerte de “La Ardilla” (padre Celso), sus hijos Celso, Jorge Iván y Antonio (apodados “Los Ardillos”) tomaron el control del grupo y continuaron el enfrentamiento con “Los Rojos” por el control de la venta y producción de droga, las extorsiones, la piratería y los secuestros. El crecimiento del grupo criminal se extendió de Quechultenango hacia la Región de la montaña baja Chilapa de Alvarez, Zitlala, José Joaquín Herrera (Hueycantenango), Ahuacuotzingo, Tixtla, Mártir de Cuilapa y Chilpancingo, entre otros. Desde el 2014, “Los Ardillos” y “Los Rojos” se han enfrentado innumerables ocasiones a pesar de la presencia del Ejército y policía estatal, incluso los pobladores de la región acusan que puedan estar vinculados a los grupos delictivos ya que no han podido evitar que disminuya la violencia.Lamentablemente, el crecimiento de “Los Ardillos” se ha beneficiado de la corrupción y la impunidad por parte de elementos de seguridad y del gobierno local. Uno de los miembros de la familia Ortega Jiménez, el exdiputado del PRD Bernardo Ortega Jiménez,  hermano de Celso, Jorge Iván y Antonio, líderes del grupo criminal, ostentó el cargo de la presidencia del Congreso del estado en 2012. A pesar de su parentesco con “Los Ardillos”, a Bernardo Ortega  Jiménez no se le ha podido vincular con los actos delictivos de sus hermanos. Es más, actualmente es diputado local plurinominal del Partido de la Revolución Democrática (PRD),quienes de estas lides criminales, afirman que es el brazo operador político, por ello no han tenido mayores problemas con  la aplicación de la justicia, pese a los múltiples acusaciones de ser los generadores de la violencia. El pasado viernes 24 de enero, estuvo de visita en Alcozacán, municipio de Chilapa de Alvarez, el gobernador Héctor Antonio Astudillo Flores del Partido Revolucionario Institucional y se entrevistó con los lideres de la Coordinadora Regional de Autoridades  Comunitarias  de los Pueblos Fundadores (CRAC-PF), con los que se había comprometido de que procedería a detener a los responsables del asesinato de 10 músicos indígenas el 17 de enero y los principales acusados de estos hechos son precisamente “Los Ardillos”, quienes en el último año, por lo menos unas 100 personas han sido asesinadas, dato extraoficial, porque oficial dicen que son una treintena. Efectivamente en ese encuentro no pronunció el nombre, pero de antemano se entendió que se refería a la pandilla, cuando afirmó que  se detendrían a los responsables y se llevarían ante la justicia. Como los medios de información publicaron de que el gobierno Astudillista iría contra “Los Ardillos”, el domingo pasado rectificó que no había dicho eso, pero todo mundo lo entendió así, aunque no acusó a los medios de haber tergiversado su declaración o haber malinterpretado lo ocurrido en ese encuentro. Entonces ahora se entiende de que el Gobernador Astudillo Flores, bateó el problema, sosteniendo que para detener a ese grupo criminal es competencia del Gobierno federal, por la portación de armas de uso exclusivo del ejército y por el tráfico de droga. Por lo que en apariencia se deslinda Astudillo Flores vaya contra los hermanos del diputado local perredista Bernardo Ortega Jiménez, quien siempre se ha desligado de lo que hacen sus familiares y más cuando son acusados  de cometer muchos ilícitos. El día de ayer estuvo en la cabecera municipal de Chilapa de Alvarez el titular de la Unidad de Políticas y Estrategias para la Construcción de la Paz con Entidades Federativas y Regiones de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Jesús Valencia Guzmán,  quien estalló por el uso de niños para defender el territorio de grupos delictivos  de la montaña baja, en franca alusión de “Los Ardillos”. Los periodistas lo entrevistado al final de la instalación de la Mesa Regional de Coordinación para la Construcción de la Paz, el funcionario federal condenó el uso de menores de edad armados como “escudo humano y protesta social”. Reprochó el representante del morenista Andrés Manuel López Obrador, “No se deben ocupar niños, no sólo por un tema que es ilegal que se usen, sino un tema de que los niños deben estar en las aulas, estar jugando, los niños deben estar haciendo otras cosas y no en las armas”. Añadió,  “Quien empuña un arma a un niño, no solamente está cometiendo un delito, sino que además está atentando contra la vida del niño, el adulto es responsable de esto”. Sin embargo, al cuestionar sobre la detención de “Los Ardillos”, grupo que orilló a los niños a tomar las armas, Jesús Valencia Guzmán declaró que “ya hay negociación, yo no me quiero meter, hay trabajo político, no es un tema fácil”. Es decir le echó la bolita al gobernador Astudillo Flores para que proceda a detener a la pandilla multiacusada  del asesinato de los 10 músicos ocurrido el 17 de enero, pero el antecedente criminal ha estado en otros casos  de alto impacto. Lo que significa el representante del gobierno federal bateó el problema para no comprometerse directamente de que la federación vendrá a detener a “Los Ardillos”. De acuerdo con el funcionario, en la mesa regional de seguridad, se habló de qué parte le toca a la federación, al estado y al municipio, “para no dar sólo con los responsables de los asesinatos de hace unos días de los 10 músicos, sino otros hechos delictivos que hay aquí en la zona”. Con estas declaraciones quedó la papa caliente “Los Ardillos” en la cancha del gobierno de Guerrero que encabeza el priista Héctor Antonio Astudillo Flores, quien tendrá que actuar contra la pandilla Ortega Jiménez. No es gratuita la bateada del Gobierno federal, seguramente tiene información de primera mano sobre la impunidad permitida por el gobierno estatal para que el grupo criminal siga operando sin que se les moleste. Además habría que recordar que el 20 de agosto del 2019, el Gobierno de Guerrero, sin la intervención de la federación, a través de la Secretaría de Seguridad Pública estatal a cargo de David Portillo Menchaca, con bombo y platillo anunció la detención, Zenén Nava Sánchez (a) “El Chaparro” supuestamente tras una persecución del presunto máximo líder del grupo delincuencial de “Los Rojos”. El arresto ocurrió en el municipio de Chilapa de Alvarez, por policías estatales en el municipio de Chilapa de Álvarez, en la Montaña Baja, lo confirmó David Portillo Menchaca, secretario de Seguridad Pública Estatal a través de una conferencia de prensa, en la que no detalló, ni el lugar ni la hora en que fue detenido Nava Sánchez, quien al principio dijo llamarse José Luis “N”, de 37 años. El secretario Portillo Menchaca, en cambio, mencionó que el líder de “Los Rojos” fue detenido junto con José Rolando “N”, de 33 años; Gerardo “N”, de 23 años, y José Alfredo “N”, de 20 años. Además presumió a los periodistas el funcionario Astudillista que en el operativo, en donde no se registró un solo tiro de arma de fuego, se decomisaron dos armas de fuego largas calibre 223; un lanzagranadas calibre 40; un aditamento con lanzagranadas calibre 40; cuatro cargadores cilíndricos; ocho cartuchos útiles calibre 762mm; y 58 cartuchos útiles calibre 223; un fusil calibre 50 con tripié; una pistola calibre 380; y 200 bolsas al parecer cristal, y tres motocicletas, todo lo cual fue puesto a disposición de la Fiscalía General del Estado. Desde el 2014, Zenén Nava Sánchez había estado, al frente del grupo delictivo “Los Rojos”, tenía presencia en los municipios de Chilapa de Álvarez, Zitlala, Mártir de Cuilapan y Tixtla, ubicados en la Montaña baja, y la zona Centro de Guerrero. En estos municipios mantenían de manera constante enfrentamientos armados con “Los Ardillos”, con quienes se disputaban no solo las plazas, sino el cultivo y trasiego de la droga, dejando cientos de muertos durante los últimos seis años. Por este antecedente es que el Gobierno federal desde ayer martes y con la declaración del titular de la Unidad de Políticas y Estrategias para la Construcción de la Paz con Entidades Federativas y Regiones de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Jesús Valencia Guzmán, deja la responsabilidad al gobierno de Guerrero que encabeza el priista Héctor Antonio Astudillo Flores, a quien entre líneas le ordenó que tendrá que atrapar a “Los Ardillos” antes de que termine su gestión. Para nosotros ya está claro, si Astudillo Flores, no lo entendió, entonces tendrá consecuencias del gobierno Lopezobradorista con el que actualmente vive una luna de miel sobre hojuelas. En las próximas horas, días, semanas y meses veremos el cambio de discurso del mandatario estatal y por supuesto las acciones hostiles policiacas contra “Los Ardillos”, sin duda la federación únicamente será coadyuvante para terminar con esta pesadilla para los habitantes de la zona centro y montaña baja. ¿Se impondrá el orden y paz?…Repatriado…Habría que reconocer que el actual gobierno federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), puso sus mejores oficios con un compatriota que pedía auxilio desde el extranjero. Nos referimos al mexicano Daniel Stamatis Portugal quien residía en Wuhan (China), donde detonó el coronavirus que hasta ahora ha provocado más de 130 muertos y otros 4 mil 515 casos, fue repatriado por el gobierno mexicano “en perfectas condiciones”. “El ciudadano mexicano ya está en camino, viene muy pronto y está en perfectas condiciones. No es una situación de un traslado de urgencia”, informó el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de México, Hugo López-Gatell.En la conferencia matutina el funcionario indicó que la semana pasada se reunieron representantes de las secretarías de Salud y de Relaciones Exteriores para preparar un mecanismo de apoyo a mexicanos a través de la embajada y consulados de México en China. “Estamos trabajando muy estrechamente para quien lo desee, de los ciudadanos mexicanos en China, se les atienda. Hasta ahora solo hay un mexicano que pidió el apoyo para salir de Wuhan. Los demás se quieren quedar. ‘Estamos tranquilos’, dijeron, ‘nos quedamos aquí’”, señaló López-Gatell. La salida del connacional se dio antes de que las autoridades chinas recomendaran al resto de países de la comunidad internacional que no evacúen a sus ciudadanos de la ciudad de Wuhan, epicentro del coronavirus.

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