martes, 25 de febrero de 2020

POLICRÓNICA

Partenón…Han transcurrido por lo menos 40 años desde que se construyó “El Partenón” en Zihuatanejo, uno de los monumentos a la corrupción del sexenio lopezportillista, hasta hoy, no se ha definido su  situación jurídica, ni su destino, pero si presenta deterioro, saqueo y abandono total, que bien debiera tomarlo por el nuevo régimen lopezobradorista  para transferirlo al Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado.

No existe un registro exacto cuando se comenzó a construirse la monumental obra, todos refieren que fue a finales de 1970, en una de las montañas más altas de Zihuatanejo, colindando con el Océano Pacífico,  región de la Costa Grande, sobre una superficie de 20 mil metros cuadrados, de los cuales en 10,521 metros cuadrados se levantó la construcción de  “El Partenón”. Se edificó con una inversión de aquella época de 700 millones de pesos de casi 10 de altura, 42 columnas que enmarcaban las entradas, una planta alta y un sótano al que se entraba por un túnel. Ahora es una leyenda en la que el narco, la promiscuidad y los excesos se conjugaron en un solo lugar. Todo lo que hoy aún está de pie y en alto deterioro detrás de una puerta de seis metros de altura, oxidada pero aún imponente, es parte de un monumento a la corrupción que reinó desde principios de los años 80 en México. Este lugar de cuartos tapizados con espejos y decorados con terciopelo rojo, murales estilo romano, esculturas de mármol e inmensos muebles y puertas de madera, fueron parte de uno de los capítulos más oscuros en la historia de México. En cuanto al diseño de su interior, lo que destaca entre las columnas sucias, las paredes descarapeladas y los pisos despostillados, son los óleos estilo helénico y las esculturas de bronce. La residencia fue construida por Arturo Durazo Moreno “El Negro Durazo” cuando era jefe de Policía y Tránsito en Ciudad de México, durante el sexenio del presidente José López Portillo del Partido Revolucionario Institucional (PRI), su amigo de la infancia. Las autoridades calcularon que “El Negro Durazo” obtuvo ganancias por mil millones de dólares en sólo seis años, entre 1976 y 1982. La edificación fue cerrada en 1982, durante la campaña anticorrupción en el sexenio del priista Miguel de la Madrid Hurtado. Después vinieron una serie de conflictos entre los campesinos del cerro de La Ropa, las autoridades municipales, estatales y federales quienes en un principio la tuvieron en custodia. Hace 40 años, no había zona urbana, era un campo solitario y que dominaba para contemplar toda la bahía de Zihuatanejo y el Océano Pacífico. En 1989, el entonces gobernador de Guerrero, José Francisco Ruiz Massieu del Partido Revolucionario Institucional (PRI),  mediante decreto expropió el inmueble, y se declaró de utilidad pública la construcción de obras y la ampliación y rehabilitación de las existentes en la superficie identificada con los considerandos del Decreto (10,521 metros cuadrados) para la formación de una unidad social de usos múltiples que prestará servicios de convenciones, exposiciones, capacitación y adiestramiento, desarrollo empresarial, actividades culturales y de recreación popular y otras de naturaleza análoga. Hasta el día de hoy nada de esto, se ha cumplido, está en completo estado de deterioro y saqueo de la construcción de “El Partenón” construida a semejanza del famoso templo ateniense, es considerada un monumento a la corrupción y símbolo de su ambición desmedida y de su delirio de grandeza Arturo Durazo Moreno. Existen 42 columnas tipo jónico cubiertas de cantera, el mármol traventino de los pisos y la escultura de bronce que representa a un fauno. El Partenón fue sitio exclusivo de la familia Durazo Garza para sus celebraciones, con una hermosa vista a la bahía de Zihuatanejo. Asombran las columnas rematadas en capiteles, los pórticos empotrados y esculpidos con escenas mitológicas, los frisos y las pinturas con imágenes que recordaban a Sodoma y Gomorra, las estatuas que adornan los jardines, réplicas de ninfas y guerreros dóricos con el yelmo espartano, entre ellas la de Venus de Milo y Minerva, las recámaras con espejos en el techo, la discoteca, la alberca. Es parte de un recorrido por la mansión. Ahora no queda ni el recuerdo de los faisanes y cisnes que rondaban la alberca y los jardines, como tampoco el elefante de marfil, los animales disecados o reproducidos en bronce o el par de perros de cerámica que esperaban a su amo; dos macetones de cobre ya no cuelgan y no penden más de las columnas varias de las lamparillas que hacían la delicia del “general”: ver su casa iluminada por las noches; candelabros incompletos, sin lámparas; las camas colgantes, en el suelo; los clósets vacíos; ni refrigeradores ni ventiladores; sin cortinas, espejos, focos, bombillas y spots, hasta los sellos de la Procuraduría General de la República fueron arrancados. A principios de julio de 1982, siendo jefe de la policía de la Ciudad de México, en una entrevista con la revista Proceso, Arturo Durazo Moreno decía: “¡Mi casa (la del Ajusco) me ha costado sangre!, pero los mexicanos somos tan pinches que nos hacemos daño unos a otros Bueno, aquella no la hemos terminado, además, yo tengo derecho a tener casa en Zihuatanejo, ¿no? Si la tienen los pobres, ¿por qué yo no?”.Terminado su periodo, Durazo Moreno huyó. En junio de 1984 fue detenido por el FBI en Puerto Rico, acusado por los delitos de tráfico de drogas, extorsión y acopio ilegal de armas. Tampoco concluyó “El Negro Durazo”, su sueño dorado: en proyecto quedó la construcción de un paso a desnivel que lo conduciría, del Partenón directamente al mar, por debajo de la carretera panorámica. Tras la captura del exjefe policiaco de la Ciudad de México fue decomisada por la entonces Procuraduría General de la República y tampoco  pudo ser vendida por su mal gusto, su elevado costo y su identificación como emblema de lo peor de aquella época del gobierno federal encabezado por José López Portillo del Partido Revolucionario Institucional. Tras su aprehensión, el inmueble quedó bajo resguardo del gobierno federal, y luego sujeto a varios juicios por parte de ejidatarios, fidecomisos y el gobierno estatal quienes se disputaban su legítima propiedad. El inmueble servía como residencia vacacional para el ex jefe de la policía capitalina la cual contaba incluso con una discoteca, diseñada igual que la Studio 54 de Nueva York. Años más tarde, Francisco Arturo Durazo Garza, hijo del ex jefe policiaco en la Ciudad de México, presentó ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, un recurso de reclamación a nombre de los herederos de su padre, Arturo Durazo Moreno y de su madre, Silvia Garza Sáenz, para que reviertan el fallo de un tribunal colegiado que avaló la expropiación de la casa conocida como el Partenón, en Zihuatanejo, Guerrero. Las diversas administraciones municipales de Zihuatanejo, habían reclamado  su recuperación de este monumento, repararlo e impulsarlo como un atractivo turístico para este destino de playa, el segundo más importante de Guerrero, pero nadie lo ha logrado, pese a que el gobierno de Guerrero expropió la propiedad a la familia  hace 31 años por la falta de pago de impuestos, como el predial y en 2006 la puso en venta por 130 millones de pesos. Al paso del tiempo, ha tenido muchos “destinos” pero nadie ha hecho algo real, el inmueble sigue siendo saqueado y abandonado. En 2011, el entonces gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero donó El Partenón a la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), al entonces rector Ascencio Villegas Arrizón (qed), dijo en ese momento “Nos han ofrecido ‘El Partenón’, escúchenlo bien. Es el signo de la corrupción en este país, algo que todos sabemos que ya no debe ocurrir en México, nos están haciendo la oferta y la hemos aceptado”. Sin embargo, nada ocurrió y fue hasta el año 2013 cuando el actual rector de la UAGro, Javier Saldaña Almazán, propuso que “El Partenón” fuera convertido en un hotel boutique y restaurante, que sería manejado por los estudiantes de la licenciatura en Turismo. Ante esto, la coordinación de la Facultad de Turismo de la UAGro en Zihuatanejo dijo desconocer la situación jurídica de “El Partenón” y que la supuesta entrega a esta casa educativa, al parecer, nunca se concretó. Ahora con el nuevo régimen de la Cuarta Transformación encabezada por Andrés López Obrador del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) que todo lo que huele a corrupción y narcotráfico, está vendiendo para devolvérselo al pueblo. El tema de “El Partenón”, debe ser tomado en cuenta para esas subastas que ya está siendo  normal en el gobierno Lopezobradorista. Desde que comenzó el gobierno del morenista Andrés Manuel López Obrador, anunció la creación del “Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado”. El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que el “Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado” destinará lo decomisado al narcotráfico o por actos de corrupción, a los municipios con mayor pobreza del país, donde se colocará una “plaquita” con el nombre del cártel o persona a quien se le hayan decomisado los bienes. También afirmó que dicho instituto de nueva creación, tendrá la facultad de manejar los recursos provenientes de la aplicación de extinción del dominio. Viene la pregunta, ¿Saben que hay decomisos a las bandas, alhajas, ranchos, residencias, dólares y no se sabe a dónde va a parar todo eso? Ahora ya todo lo que se confisque, ya sea a la delincuencia común o a la de cuello blanco, a los corruptos, todo se le va a devolver a la gente”, dijo López  Obrador. Ante esta visión de gobernar México por el  lopezobradorista, también  el tema de “El Partenón”, también debiera retomarlo la LXII legislatura local de Guerrero, en donde es mayoría la diputación de Morena, a fin de que se le vaya dando un buen uso a ese abandonado inmueble que ha estado en litigio desde hace 31 años, pero hoy en día se encuentra saqueado y deteriorado. Entre otras cosas, los legisladores morenistas debieran conocer, leer y reeler el decreto de expropiación que hiciera el gobierno Ruizmassiusta en 1989, a fin de que se actualicen las condiciones de ese documento a la nueva realidad del país, ahora con la llegad del nuevo régimen de la 4T. Ahí tienen un buen trabajo los diputados de la LXII legislatura,  para que realmente se le de un buen uso, tal como está concebido en el decreto del Gobierno de Guerrero.…¿Morenistas?...Realmente  es para sumar y multiplicar adeptos  para las elecciones intermedias del 2021 o una forma de debilitar y desprestigiar al Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), pues la actual secretaria general en funciones de presidenta, Yeidckol Polevnsky Gurwitz,abrió las puertas del partido a quien fuera la mano derecha de Elba Esther Gordillo Morales cuando era lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Rafael Ochoa Guzmán. Cuando planteamos nuestras dudas, esd porque también hay un segundo liderazgo desde el 26 de enero,Alfonso Ramírez Cuellar fue electo interino en un Congreso Nacional. La incorporación de Ochoa a Morena fue el mismo día que Redes Sociales Progresistas (RSP), agrupación política fundada él y el yerno de Gordillo, Fernando González, solicitó su registro ante el Instituto Nacional Electoral (INE) como partido, luego de cumplir con los requisitos de número de asambleas y afiliación de militantes. Para que no hubiera duda de la perversidad de la tal Yeidckol Polevnsky Gurwitz: “Bienvenido Maestro Ochoa. La fuerza del magisterio nacional es un activo indispensable para la consolidación de la #4taTransformación”, publicó desde su cuenta de Twitter con una fotografía de los dos.Por su parte, el ahora integrante de la Presidencia Colegiada Nacional de Convicción Mexicana APN, también compartió la fotografía en su cuenta. En 2018, Rafael Ochoa Guzmán fue postulado en la elección de 2018 como candidato a diputado federal plurinominal del PT, que formó coalición con Morena y PES.

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