viernes, 7 de octubre de 2022

𝗟𝗼𝘀 T𝗶𝗻𝗴𝘂𝗶𝗹𝗶𝗰𝗵𝗲𝘀


 


𝒞é𝓈𝒶𝓇 𝒢ℴ𝓃zá𝓁ℯz 𝒢𝓊ℯ𝓇𝓇ℯ𝓇ℴ


Desde hace muchos años, tal vez desde 1960, conocimos un ave de color negro, de un tamaño aproximado de 20 centímetros, que abunda todavía en los campos de mi tierra Copala, región Costa  Chica de Guerrero, llamado Tinguiliche. 

Al igual que el Zanate, también es perjudicial, sin embargo posee características  similares en cuanto a su belleza, inteligencia y habilidad para alimentarse si se lo permiten. Aunque es menor su tamaño tiene un colorido y una vista que domina desde una gran distancia su objetivo. Aunque se desconoce con precisión su origen, es considerado parte de la familia del Zanate y el mismo Chicurro.

El Tinguiliche es un pajarito atractivo, inteligente y ágil, que regularmente gusta de formar “parvadas” en los terrenos aptos para la siembre y cosecha del arroz cuya característica principal es que se alimenta de este producto, por lo cual representa el peor enemigo de los campesinos.

Es muy común encontrar cientos de aves juntas sobrevolando los arrozales, desde las 6 de la mañana hasta las 6 de la tarde, y son tan veloces que en segundos, en una “sentada”, logran terminar con la cosecha que con gran esfuerzo realizan los campesinos.

Tal vez por ello a esta fecha, ya no se observan esos arrozales que por hectáreas completas se sembraban en mi tierra y en grandes extensiones de la región. Al menos en nuestro caso, las 2 hectáreas que trabajábamos con mi padre y hermano mayor en los terrenos de El Carrizo, en la década de los 60, fueron tiempos de un duro “batatallar” contra esos nobles animalitos diariamente, durante esas temporadas. 

Para tal efecto, preparábamos un “tapanco” en el centro del terreno, de unos dos metros de altura, y desde ahí con una “jonda” o honda, “chirrión” o simples “garrotes” o piedras, apoyados con gritos, :chiflidos”, y “sombrerazos”, apoyados con algunos “monigotes”, llamados “espantapájaros”, lográbamos asustarlos y de esa manera evitar terminaran con nuestro producto. Quizá como una buena distracción o diversión, fueron momentos emotivos e inolvidables para quienes tuvimos esa infancia de trabajo en el campo, que al final logramos entendernos con los Tinguiliches y nos hicimos respetar. Desde luego la cosecha de arroz fue positiva. 

El Tinguiliche lo vemos cada día en menos cantidad, y se puede considerar como un pájaro en extinción, motivo por el cual considero pertinente proponer a las autoridades correspondientes, estatales y federales, se elaboren Programas al respecto y se instrumenten y apliquen en los municipios y comunidades de Guerrero y México.

El Tinguiliche no obstante que pueden ser perjudiciales para el campo, se requieren como parte de una hermosa fauna silvestre que adorna los escenarios del área rural y urbana. Solo faltarían estrategias de control y vigilancia para no exterminarlos.

Hasta 1980 tal vez por ignorancia, los pequeños los considerábamos como enemigos, pero a la fecha creo deben ser nuestros amigos y aliados en la sobrevivencia humana; sería lo más conveniente. 

Ahora corresponde a las nuevas generaciones conocer  la importancia de la fauna en general que se debe preservar en todos sus ámbitos. Todos debemos preservar los hermosos Tinguiliches. Ya veremos.

#𝗤𝘂é𝗱𝗮𝘁𝗲𝗘𝗻𝗖𝗮𝘀𝗮. 🏡 💙

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