๐๐ ๐๐ค๐๐๐ก๐๐๐๐ ๐๐ค๐ข๐ค ๐๐๐๐๐๐๐๐ง๐๐ค ๐๐ ๐ซ๐๐๐
(๐๐ฏ๐ฐ ๐ฅ๐ฆ ๐ญ๐ฐ๐ด ๐ด๐ช๐จ๐ฏ๐ฐ๐ด ๐ฅ๐ฆ๐ญ ๐ฃ๐ถ๐ฆ๐ฏ ๐จ๐ถรญ๐ข ๐ฆ๐ด ๐ฆ๐ญ ๐ฆ๐ด๐ฑรญ๐ณ๐ช๐ต๐ถ ๐ค๐ณ๐ช๐ด๐ต๐ฐ๐ญรณ๐จ๐ช๐ค๐ฐ ๐ฅ๐ฆ๐ญ ๐ฃ๐ถ๐ฆ๐ฏ ๐ฑ๐ข๐ด๐ต๐ฐ๐ณ, ๐ด๐ช๐ฆ๐ฎ๐ฑ๐ณ๐ฆ ๐ฎ๐ข๐ฏ๐ด๐ฐ ๐ฆ๐ฏ ๐ค๐ฐ๐ฏ๐ฐ๐ค๐ฆ๐ณ๐ฏ๐ฐ๐ด ๐บ ๐ฆ๐ฏ ๐ณ๐ฆ๐ค๐ฐ๐ฏ๐ฐ๐ค๐ฆ๐ณ๐ฏ๐ฐ๐ด, ๐ฎ๐ฐ๐ด๐ต๐ณรก๐ฏ๐ฅ๐ฐ๐ด๐ฆ ๐ต๐ข๐ฏ ๐ค๐ฆ๐ณ๐ค๐ข๐ฏ๐ฐ ๐ค๐ฐ๐ฎ๐ฐ ๐ต๐ช๐ฆ๐ณ๐ฏ๐ฐ, ๐ฑ๐ณ๐ฆ๐ฐ๐ค๐ถ๐ฑ๐ข๐ฅ๐ฐ ๐บ ๐ฐ๐ค๐ถ๐ฑ๐ข๐ฅ๐ฐ ๐ฑ๐ฐ๐ณ ๐ค๐ข๐ฅ๐ข ๐ฉ๐ช๐ด๐ต๐ฐ๐ณ๐ช๐ข ๐ฉ๐ถ๐ฎ๐ข๐ฏ๐ข, ๐ค๐ฐ๐ฏ ๐ด๐ถ๐ด ๐ง๐ฐ๐ณ๐ต๐ข๐ญ๐ฆ๐ป๐ข๐ด ๐บ ๐ฅ๐ฆ๐ฃ๐ช๐ญ๐ช๐ฅ๐ข๐ฅ๐ฆ๐ด. ๐๐ฐ๐ฎ๐ฐ ๐ค๐ณ๐ช๐ข๐ต๐ถ๐ณ๐ข๐ด ๐ณ๐ฆ๐ฅ๐ช๐ฎ๐ช๐ฅ๐ข๐ด ๐ฑ๐ฐ๐ณ ๐๐ณ๐ช๐ด๐ต๐ฐ, ๐ฆ๐ด๐ตรก ๐ด๐ช๐ฆ๐ฎ๐ฑ๐ณ๐ฆ ๐ฅ๐ช๐ด๐ฑ๐ถ๐ฆ๐ด๐ต๐ฐ ๐ฆ๐ฏ ๐ค๐ถ๐ช๐ฅ๐ข๐ณ ๐ฅ๐ฆ ๐ฏ๐ฐ๐ด๐ฐ๐ต๐ณ๐ฐ๐ด, ๐ค๐ฐ๐ฏ ๐ญ๐ข ๐ข๐ฃ๐ถ๐ฏ๐ฅ๐ข๐ฏ๐ค๐ช๐ข ๐ฅ๐ฆ ๐ด๐ถ ๐ฎ๐ช๐ด๐ฆ๐ณ๐ช๐ค๐ฐ๐ณ๐ฅ๐ช๐ข).
๐.- ๐๐ ๐๐ฉ๐๐๐๐ก๐๐๐ ๐๐๐จ๐ฆ๐ ๐๐ฃ๐ง๐๐ง๐จ๐๐๐ฆ
Jesรบs viviรณ en constante servicio,
en continua transmisiรณn donante,
en concreta alianza con el Padre,
y esto producรญa en los discรญpulos,
el deseo de vivir la misma rutina.
Al ser renuevos del amor divino,
hemos de regresar al nido celeste,
siguiendo las huellas del Maestro,
que ha dado su vida por nosotros,
como nosotros por los hermanos.
Nuestro sostรฉn estรก en la palabra,
en el verbo que late en comuniรณn;
testimonio de la primacรญa de Dios,
en la existencia de cada individuo,
y en la memoria de la humanidad.
๐๐.- ๐๐ ๐ง๐๐ฆ๐ง๐๐ ๐ข๐ก๐๐ข ๐๐๐จ๐ฆ๐ ๐ร๐ฆ๐ค๐จ๐๐๐
Somos exploradores en la tierra,
estamos aquรญ para clarificarnos,
reencontrarnos y ascender puros,
con nuestro Valedor de la mano,
para abrazar el horizonte celeste.
El Seรฑor nos llama a recogernos,
a reflexionar a los pies de la Cruz,
a envolvernos de su paz recรณndita,
para desenvolvernos de las penas,
y poder calmar las llagas de vigor.
Hay que indagarse para sugerirse,
atender al Pastor que nos requiere,
entender su aviso e interrogarnos,
que su prueba reluce la voluntad,
y su voz nos exonera con el gozo.
๐๐๐.- ๐๐ ๐ฅ๐๐ฉ๐๐๐๐๐ร๐ก ๐๐๐จ๐ฆ๐ ๐๐ฆ๐ข๐ ๐๐ฅ๐ข
El soplo siempre viene del cielo,
que nos sorprende con su venida,
cuando le invocamos con fervor,
pues el hรกlito celeste va conmigo,
para no temer al temor del vicio.
No hay situaciones tan espinosas,
que no logremos quitar sus pรบas;
รบnicamente hemos de descubrir,
que somos conocidos y amados,
por la inmortal Divina Majestad.
Que nuestra Madre como Pastora,
nos acompaรฑe a divisar a su Hijo,
a seguirlo en la ruta del servicio,
a alcanzarlo en la senda del bien,
y a secundarlo con el buen hacer.
Vรญctor CORCOBA HERRERO
corcoba@telefonica.net
20 de abril de 2024.-
#๐๐ฐ๐ต๐ข๐ฑ๐ฐ๐ณ๐ฒ๐ถ๐ช๐ฆ๐ฏ๐ฒ๐ถ๐ช๐ฆ๐ณ๐ข๐ด๐ณ
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