𝗟𝗮 𝗯𝘂𝗿𝗼𝗰𝗿𝗮𝗰𝗶𝗮 𝗼𝗯𝘀𝘁𝗮𝗰𝘂𝗹𝗶𝘇𝗮 l𝗮 𝘀𝗼𝗹𝘂𝗰𝗶ó𝗻 𝗱𝗲 𝗽𝗿𝗼𝗯𝗹𝗲𝗺𝗮𝘀

 César González Guerrero.                  

En México, tal vez en otros países también, las oficinas de gobierno, en lugar de agilizar y simplificar los trámites que realiza la ciudadanía, los hace más lentos y con ello obstaculizan las soluciones a la problemática que se presenta cada día más.  

Los afectados, tratando de ser los primeros atendidos, en una oficina, llega puntualmente, y muchas veces muy de madrugada, y a pesar de ello ya se encuentran con una larga fila, la mayoría gentes humildes del campo y la ciudad, que si acaso, solo tienen los conocimientos elementales.                  

Dos o más policías, hombre y mujer, con gestos nada ambles, muy robustos eso sí. Se ven cansados y enfadados, detienen en la puerta de entrada, a quien se atreve a querer pasar, con prepotencia, preguntan que desean. En algunos casos, utilizando vallas metálicas.                

Entregan fichas y anotan en una libreta datos personales, y exigen la presentación de su INE. Como en la escuela, eso sí ordenados, sentados y calladitos.    

La puerta estratégicamente estrecha para evitar aglomeraciones.      

Después de las 9 de la mañana siguen llegando, cada vez más, personas con vestimenta humilde,

buscando solucionar algún problema de sus comunidades, personal o familiar. Pero también hay algunos gestores, eso sí licenciados, que cobran una buena cantidad de dinero para quienes pueden pagar y evitarse las largas y tediosas filas.      

Los policías de seguridad privada, siguen cubriendo el acceso como si quisieran evitar algún asalto.            

Siendo una oficina de gobierno, que debería tener las puertas abiertas a todo el público, más bien parece una cárcel.

Es muy triste y lamentable ver cómo la gente, a veces sin saber leer y escribir, y sin conocimientos burocráticos, suben y bajan, entran y salen, porque les falta algún documento o copia. Regularmente en ayunas, sin que se les ofrezca, mínimamente, agua.

Es un calvario para ellos tratar de solucionar su problema.                

Adentro del edificio, varios escritorios vacíos, y algún empleado ocupado en otras cosas, o tomando sus alimentos. Algunos gritan, repitiendo la indicación, cuando el solicitante no entiende, no escucha o no ve.

Enfermos o cansados, por el desvelo de haber viajado más de 10 horas, desde las montañas, sierra o costa. Que triste realidad.  

Finalmente, salen sin solución, y les recomiendan regresar con los múltiples requisitos completos.

Mientras tanto los funcionarios de primer nivel, brillan por su ausencia, evadiendo sus responsabilidades y evitando cualquier contacto con la gente que, de todas partes del estado, llegan a sus oficinas buscando inútilmente, solución a sus asuntos.

Quizá pa'la otra tenga suerte de ser atendidos con amabilidad, y Lo más importante, retirarse a sus pueblos, con sus problemas solucionados. Lo dudo.

Ojalá que las autoridades se pusieran en los zapatos o huaraches de los pobres del campo, y la ciudad, y resuelvan favorablemente sus asuntos.

Que muchas veces no se solucionan porque no hay voluntad de los funcionarios y empleados ...Con sus honrosas excepciones.

ya veremos.

#𝘌𝘹𝘪𝘨𝘪𝘳𝘭𝘦𝘊𝘭𝘢𝘶𝘥𝘪𝘢𝘤𝘶𝘮𝘱𝘭𝘢.