𝗖𝗼𝗺𝗽𝗮𝗿𝘁𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗗𝗶á𝗹𝗼𝗴𝗼𝘀 𝗖𝗼𝗻𝗺𝗶𝗴𝗼 𝗠𝗶𝘀𝗺𝗼
𝙃𝙖𝙮 𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙟𝙚𝙧𝙘𝙞𝙩𝙖𝙧 𝙡𝙖 𝙥𝙚𝙣𝙞𝙩𝙚𝙣𝙘𝙞𝙖 (𝘊𝘢𝘥𝘢 𝘤𝘶𝘢𝘭 𝘤𝘰𝘯𝘴𝘪𝘨𝘰 𝘮𝘪𝘴𝘮𝘰 𝘥𝘦𝘣𝘦 𝘤𝘰𝘯𝘤𝘪𝘭𝘪𝘢𝘳 𝘮𝘪𝘳𝘢𝘥𝘢𝘴 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘷𝘰𝘭𝘷𝘦𝘳 𝘢𝘭 𝘚𝘢𝘭𝘷𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘺, 𝘢𝘥𝘦𝘮á𝘴 𝘩𝘢 𝘥𝘦 𝘴𝘦𝘯𝘵𝘪𝘳 𝘦𝘭 𝘷𝘦𝘳𝘴𝘰 𝘥𝘪𝘷𝘪𝘯𝘰 𝘦𝘯 𝘦𝘭 𝘷𝘦𝘳𝘣𝘰 𝘩𝘶𝘮𝘢𝘯𝘰, 𝘩𝘢𝘤𝘪𝘦𝘯𝘥𝘰 𝘰í𝘳 𝘭𝘢𝘴 𝘱𝘭𝘦𝘨𝘢𝘳𝘪𝘢𝘴 𝘦𝘯 í𝘯𝘵𝘪𝘮𝘢 𝘶𝘯𝘪ó𝘯 𝘤𝘰𝘯 𝘭𝘢 𝘤𝘳𝘶𝘻 𝘥𝘦 𝘊𝘳𝘪𝘴𝘵𝘰, 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘭𝘢 𝘳𝘦𝘤𝘰𝘯𝘤𝘪𝘭𝘪𝘢𝘤𝘪ó𝘯 𝘥𝘦 𝘵𝘰𝘥𝘰𝘴 𝘭𝘰𝘴 𝘱𝘦𝘯𝘪𝘵𝘦𝘯𝘵𝘦𝘴). 𝗜.- 𝗘𝗦𝗖𝗨𝗖𝗛𝗔𝗥 𝗟𝗔 𝗩𝗢𝗭 𝗩𝗜𝗩𝗔 𝗗𝗘 𝗖𝗥𝗜𝗦𝗧𝗢 En la voluntad mística del Creador, germina la recreación a la creación, el júbilo de Dios cimentado en luz, la dicha de quien nos ha concebido, para la vida y una vida en plenitud. Animados por el andar del Señor, y reanimados por el soplo celestial; vamos tejiendo acordes allá arriba, y destejiendo el mal de aqu...