martes, 28 de febrero de 2012

COLUMNA

El Grillito Sin Censura

Alfonso Cerdenares Dominguez

** Va de cuento… **Súpermosca había caído en su propia trampa…

VA DE CUENTO: Súpermosca entró a toda prisa y se encerró en su oficina, ya no en cualquier restaurante de lujo, donde pudiera gastarse los dineros del Penele; iba temblando, no de frío ni de resaca, sino de miedo. –¡¡¡Auxilio!!! –gritó en contadas ocasiones. Uno de sus tantos zalameros, los mismos que andan como zombis en las oficinas que regentea, se acercó hasta él quien, al verlo, más se ocultó bajo el escritorio. –¡¡¡No te me acerques!!! –vociferó –¡¡¡Puedes ser uno de ellos!!! –
El pánico se le notaba en cada una de sus expresiones, ya no era la misma Súpermosca que, antaño, envalentonado retaba a cuanto cristiano se cruzara en su camino: «¡¡¡Ni a periodicazos pueden acabar conmigo!!!», dicen que dijo en más de una ocasión y ahí estaba, presa del terror, acusando a todo mundo. –¡¡¡Me acosan, desde hace tiempo, me acosan!!! –masculló. –¿Quién te acosa? –se atrevió a preguntar una zombi traída de «nosédónde» que, a decir verdad, ha sido su fiel escudero y le evita la pena de que los demás se enteren que «su jefazo», apenas sí lee las cartas de los lujosos restaurantes que suele visitar. –¡¡¡Todos me acosan!!! –gritó desesperado. –¿Tan bueno te ven? –cuestionó la sugestiva zombi. –¡¡¡Claro!!! –dijo Súpermosca –y ahora, hasta un grillo que está sacando mis trapitos al sol. Sí, SÚPERMOSCA HABÍA CAÍDO EN SU PROPIA TRAMPA, todo por su maldita trompa; no era acosado sexualmente, pues esa idea solamente la fue maquinando su calenturienta cabeza, sino que todo lo había planeado para tratar de «tapar» su ineficiencia, su ineptitud en el cargo como «jefazo» del Penele; le pasaba lo mismo que al «señor Scrush», era perseguido por los fantasmas de su pasado, no quería saber de sus fantasmas del presente y temía de sus fantasmas del futuro; tampoco quería que sus «jefes» se enteraran que había utilizado «su cuartel» para hacer proselitismo político a favor de una de sus tantas marionetas, pues sería el acabose, ya que todos sabrían que sigue tras el enorme hueso del SUSPEG (Sindicato Único de Súpermoscas en Peligro de Extinción Global) y que no se resigna a repartir el pastel –que casi se está acabando –del Penele; definitivamente, La Súpermosca sí está siendo acosado, pero por sus propias culpas, por sus propias trampas, por sus decires de su lengua viperina; solamente esperamos que pronto renuncie a ese cargo, pues está resultando peor que su antecesor o más bien dicho, le ha quedado demasiado grande y… ¿quién es el que anda ahí? Comentarios y sugerencias al E-Mail: alfcerdenaresd@hotmail.com

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