jueves, 19 de diciembre de 2013

COLUMNA

Cosmos

Héctor Contreras Organista

 Hasta el 19 de diciembre de 2013 han transcurrido 34 años que fue asesinado en la colonia del PRI en Chilpancingo el ex secretario general de la Sección Séptima del SUSPEG, brillante orador y declamador y sobre todo excelente amigo, Ruperto Soto Contreras.
Se desplazó en forma destacada en los rubros que hemos citado, pero en él había algo más, mucho más de sus dones: fue un gran deportista: atleta y boxeador y también bohemio.
Como oficinista, tarea en la que con modestia se inició como empleado en el gobierno del estado, destacó en la redacción y se caracterizó por ser muy activo, fue inclusive un hombre de buen humor y se diría que hasta bromista.
A la hora de tomar decisiones como dirigente sindical fue, indiscutiblemente, combativo.  A partir de él se le otorga ese reconocimiento a la Sección Séptima.

Podría decirse, rescatando recuerdos entre sus compañeros de entonces, que ha sido el dirigente más batallador de la Sección Séptima, sin dobleces, de carácter fuerte y además de todo, creativo. Inició los concursos de taquimecanografía entre ellos con buenos premios, el día del Burócrata.
Habiendo trabajado por muchos años en la Dirección de Pensiones y posteriormente en su despacho, las tareas que en 1979 Ruperto desempeñaba eran como director del Departamento Jurídico del ayuntamiento de Chilpancingo.
Le correspondió hacer algún requerimiento en la colonia del PRI y supusieron algunos vecinos de entonces que posiblemente se hizo de palabras con su victimario quien sacó un arma y disparó a quemarropa contra él, quien murió en el acto.
La noticia estremeció no sólo a Chilpancingo sino tuvo repercusión en gran parte de Guerrero donde Ruperto fue un personaje apreciado. 
El duelo se hizo presente por parte de infinidad de personas a su querida esposa Linda Martínez Ovando, sus hijos eran pequeños: Víctor Hugo, Alejandro y Aidé Itzél Soto Martínez.
Los padres de Ruperto fueron doña Alejandra Contreras Solano, mujer muy sencilla originaria de Quechultenango y don Feliciano Soto Provisor, nacido
en Yautepec, Morelos, filarmónico modesto y muy trabajador, miembro valioso de la Banda de Música del Gobierno del Estado.
Ruperto tuvo varios hermanos: Silvestre, Martha y Ana María, todos profesionistas destacados. El domicilio de la familia Soto Martínez se encontraba en ese entonces en 5 de mayo número 20.
Cuando un hombre con esfuerzo, constancia y dedicación en la preparación profesional y en el cultivo del arte deja huella en su paso por la vida, siempre su ejemplo será  valioso y motivo de orgullo para los suyos y sus muchos amigos. Con respeto, gratitud y admiración lo recordamos.

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