PRIMERA PLANA

Deuda de gobiernos del PRD:

la jubilación a Juan Alarcón 

Javier Francisco Reyes.--“Aquí no habrá tribulaciones, ni habrá dolor” así biblicamente sintetizaba la mañana de hoy jueves el hermano presbiteriano frente a los dolientes y ante el féretro de madera color caoba que contenía los restos de quien se le conoció como Juan Pueblo, porque así lo quiso Dios, en tanto que los gobiernos estatales del Partido de la Revolución Democrática (PRD), quedaron a deber la jubilación que por derecho le correspondía.

La infausta noticia se comenzó a divulgar después de las 20:00 horas por las redes sociales, se ampliaba sobre el fallecimiento por cáncer en el estómago de ampliamente conocido ombudsman guerrerense Juan Alarcón Hernández quien apenas a finales del mes de noviembre habría cumplido 80 años de vida.

La consternación ciudadana se notó al darse cita en la capilla ardiente de la funeraria Chilpancingo ubicada en la calle “Hidalgo”  en donde fue necesario no solamente el primer piso, si no hasta el segundo, entre los asistentes después de la una de la madrugada de hoy jueves estuvo el gobernador perredista Angel Heladio Aguirre Rivero, acompañado de algunos miembros de su gabinete para darle el pésame a la familia Alarcón Nájera.

La mañana de hoy jueves seguían desfilando infinidad de políticos, en donde se le veían a doña Aida Nájera compungida y triste por la pérdida de su esposo Juan Alarcón Hernández quien la conquistara en su época estudiantil  de secundaria, cuando él estudiaba en el Colegio del Estado hoy Universidad Autónoma de Guerrero.

También la mañana de hoy se escucharon canticos en la capilla ardiente de sus hermanos  presbiterianos, algunos de estos lo hacía, recordó el pastor que dirigió el servicio religioso, acompañado de sus hijos Olga y Juan Jacobo, con biblia en mano y se escuchó cantar frases biblicas: “cuando allá se pase lista, a mi nombre alegre responderé”.

El pasado 21 de noviembre fecha histórica cuando se inicia la lucha por la fundación de lo que después sería la universidad,  fueron convocados los ex alumnos del Colegio del Estado por el escritor Juan Sánchez Andraca, se reunieron en el auditorio del ayuntamiento capitalino “José Inocente Lugo”, ahí sus ex compañeros colegiales le entregaron un  merecido reconocimiento en vida.

Ese hombre que en los peores momentos no se quebraba, pero esa tarde noche del 21 de noviembre se vio a un Juan Alarcón Hernández conmovido, se le quebró la voz, se le rodaron las lágrimas por las mejillas, por recordar aquellos momentos de la lucha social para lograr lo que hoy es la UAG y al que considero como inmerecido reconocimiento.

Fue la única vez en la que este reportero vio llorar al político, al poeta, y al servidor público con temple, entre otros presidente municipal de Chilpancingo, pero originario de Ometepec, desde entonces se le bautizó como Juan Pueblo, ese día estaba acompañado por sus ex compañeros del Colegio Estado, todos de avanzada edad y acompañado de su inseparable esposa doña Aida Nájera y sus hijos Olga y Juan Jacobo.

Después de ese merecido homenaje, salió al vestíbulo de la planta baja del palacio municipal en donde siguió departiendo emociones y unas ricas chalupas y tamales acompañados con atole de piña, estaba rodeado Alarcón Hernández de amigos y familiares.

Esa tarde noche el economista politécnico César González Guerrero actual director del ICADEP y el que esto escribe, tuvimos el tino en proponer cantarle las mañanitas, al que se sumaron todos los presentes, para ello, se le pidió a Jesús Araujo Hernández que acompañara con su armónica que traía en uno de sus bolsillos de su pantalón y comenzamos unos cuantos y terminamos todos.

Estaba emocionado Juan Pueblo por el aprecio que se le mostraba al cantarle las mañanitas acapela, como siempre sonriente, hombre culto daba las gracias y a este reportero le confirmó que en esas fechas del fin de noviembre del 2013, estaba cumpliendo ochenta años de vida de los cuales veintitrés como el primer  presidente de la Comisión de la Defensa de los Derechos Humanos, no solo de Guerrero, sino en todo México, creada esa instancia por el visionario gobernador priísta, hoy también desaparecido José Francisco Ruiz Massieu.

Durante la noche, madrugada, la mañana y tarde de hoy jueves continuaron llegando diversas personalidades entre ellos el hombre “clave” del movimiento del 60 dirigente estudiantil Jesús Araujo Hernández, un político de amplia trayectoria y que fue coordinador de la LI del Congreso local Jesús Romero se le veía desmejorado a sus 82 años de edad y sigue siendo desde hace 23 años consejero de la CODDEHUM.

También se le vio al cuestionado auditor general del estado Arturo Lataban López, así como el magistrado presidente del Tribunal de lo Contencioso administrativo Norberto Alemán Castillo, el magistrado del Poder Judicial Alfonso Vélez Cabrera, y otros más sin cargos públicos como el joven Gustavo Cervantes Estrada.

Antes de las 14:00 horas de hoy jueves arribó a la capilla ardiente el presidente municipal priísta Mario Moreno Arcos junto con algunos miembros de su cabildo y funcionarios de su comuna en la que brevemente manifestó sus condolencias a la familia Alarcón Nájera al tiempo que reconoció su amplia y honorable trayectoria del ometepence y ex alcalde de Chilpancingo.

Después de las 14:00 horas partió el cortejo fúnebre encabezándola una carroza color negro manejada por Mario Javier Rivera Vázquez, quien condujo los restos mortales al domicilio de la familia Alarcón Nájera de la colonia “20 de noviembre”, posteriormente a lo que fue su segunda casa por 23 años más conocido como la CODDEHUM y de ahí a su última morada del panteón municipal central.

La única deuda que le quedaron a deber a Juan Alarcón Hernández, los dos últimos gobiernos estatales del Partido de la Revolución Democrática (PRD), primero encabezado por el liso Carlos Zeferino Torreblanca Galindo y el actual y su paisano Angel Heladio Aguirre Rivero, que lo hubieran jubilado en vida, como lo estaba demandando para dejar la presidencia de la CODDEHUM. ¡Hasta pronto Juan Pueblo!