martes, 23 de junio de 2015

ARTICULO

Día del padre, oportunidad 
para honrar y recordar


César González Guerrero
Con todo respeto, dedico un saludo y felicitación a todos los Padres del Mundo, México, Guerrero, Costa Chica y Copala.
Al igual que el Día de la Madre y otras celebraciones, el Día del Padre es una fecha variable en cada uno de los diferentes países del mundo. Lo más importante es que, con la paridad de género, ésta efemérides es de gran importancia que se debe festejar en todos los hogares de los pueblos y comunidades del país, por muy humildes que estas sean. Es el homenaje que, de manera muy significativa, se debe realizar al ser humano, como dicen en mi tierra “aunque sea una vez al año”. Desde luego, en vida y aun después de fallecidos.

En algunos países, de acuerdo con el fervor religioso, se festeja el día 19 de marzo, en honor del señor San José, padre de Jesús. Mientras que en otros, creo en la mayoría, incluido México, la celebración es el tercer domingo de junio. Tal vez pensando que el domingo es un día de descanso obligatorio para todos y esto hace posible estar en familia. Independientemente de ello, en lo personal, lo realizo hoy, y siempre que me acuerdo de mi padre Santa Cruz González Cortes, fallecido el 6 de septiembre del 2013. Sin duda, esta celebración, nos permite demostrar el valor moral del ser humano que jamás olvida su origen y destino. Es una tradición y costumbre que no se debe perder y es así que, el próximo domingo 21 de junio, será un buen motivo para estar compartiendo momentos de alegría, pero también de gratos recuerdos.
A diferencia del Día de la Madre, tal parece que, en México, su festejo inicia en el año 1950 aunque, de acuerdo con la historia, se sabe es en el año 1966 cuando el entonces Presidente de los Estados Unidos, Lyndon B. Johnson, proclama la fecha del tercer domingo de Junio, que impacta a nivel internacional. 
Sin que esta celebración pierda su valor esencial, es de reconocer que implica un consumismo que, a veces, llega al extremo. A aun así, vale la pena hacerlo con nuestros seres queridos, al fin y al cabo que es algo que sí se merecen nuestros padres. Por mi parte, y en unión de mis herman@s, demás familiares y amig@s, en algunos años, hicimos de esta fecha algo muy especial, sobretodo en junio del 2013, cuando por última vez, estuvimos disfrutando la presencia física de nuestro entrañable padre. Ya para esas fechas, los médicos le habían diagnosticado a  mi padre, un mal irremediable y teníamos que hacer de sus últimos días algo inolvidable y, en verdad,  sí lo logramos, estuvo feliz y muy contento. Desde luego, el jamás se enteraría porque decidimos no hacerlo de conocimiento. Y es que, en realidad, el no presentaba ningún dolor mucho menos alguna complicación. Es mas no creímos en el diagnostico de los especialistas, se veía optimista y muy normal.
Quizá, como el ya lo presentía, la celebración del Día del Padre en el 2013, serian los últimos momentos de su vida, de ahí su expresión de satisfacción que manifestó en esa ocasión: “…con tantas reuniones familiares que, últimamente, me han hecho, parece que ya me voy a morir…”. Y así era, después del gran festejo de sus 80 años de vida, en el mes de mayo del 2009, en donde estuvo acompañado por más de 500 familiares y amigos, siempre pensamos, e hicimos todo lo posible, porque mi padre continuara siendo feliz. Creo que, como much@s hij@s, lo logramos hasta el último minuto de su existencia, al cumplir también con su último deseo: “morir en mi cama”. Esa página de la historia familiar queda gravada para siempre. Misión cumplida. Yo, y creo también mis herman@s, me felicito y nos felicitamos, por tener al mejor Padre. ¡¡Feliz Día del Padre!!.

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