martes, 22 de marzo de 2016

PRINCIPAL DE PRIMERA PLANA

Ni honores ni solemnidad, 
al lábaro patrio de Iguala 

Textos y fotos:Jonathan Cuevas.IGUALA DE LA INDEPENDENCIA, GRO.--En 1998 fue construida e izada por primera vez la bandera mexicana en el Cerro del Tehuehue, en Iguala. El asta fue proyectada para ser la más alta, y el estandarte el más grande del mundo. Hay una simple razón: el 24 de febrero de 1821, nació aquí la primera bandera del país, la de la Patria Trigarante, confeccionada por José Magdaleno Ocampo. 

Hoy,  a 18 años de distancia parece ya no tener la importancia suficiente para el Ejército Mexicano y los Gobiernos Federal, Estatal y Municipal, ni siquiera para rendirle el debido homenaje.  
Sin honores
El pasado domingo 20 de marzo, como cada día, comerciantes establecidos en el Asta Bandera Monumental ayudados por ciudadanos que llegaron de paseo, bajaron la enorme y pesada bandera tricolor del asta, como pudieron. 
Los comerciantes que son vecinos de la CNOP, colonia más cercana al lugar turístico, parecen ya tener experiencia para arriar el lábaro patrio que mide 55 por 31.43 metros. La altura del Asta de la que ondea, es de 110 metros.
Cada atardecer, con el crepúsculo al suroeste de la ciudad, los comerciantes que también cuidan el lugar, llaman a todas las personas que llegan de visita para pedirles que se acerquen al Asta para sostener el estandarte mientras desciende poco a poco. 
Los que guían el acto lo hacen lo más cuidadosamente posible, pero el descuido de las personas que ayudan, provoca que por momentos la bandera arrastre en el pavimento o pasto que rodean el Asta.     
En esa ocasión participaron niños desde 2 o 3 años de edad, adolecentes, jóvenes, adultos y ancianos; hombres y mujeres de los cuales algunos toman la seriedad necesaria y parecen hacerlo con orgullo, pero otros que lo hacen entre risas y descuidos, principalmente los niños.
Así, mientras desciende la bandera, las personas van abrazando una parte desde la punta del color rojo. La maniobra es complicada por el simple peso del estandarte pero, es más difícil aún cuando corre aire con abundancia. 
Los civiles forman una fila de 55 metros de largo y por momentos tienen que sujetarse tan fuerte hasta casi colgarse de la tela que parece chicotear por el aire que corre. Los niños unen fuerza y entre dos sostienen la parte que le tocó a uno. 
El estandarte es enrollado mientras desciende y cuando ha bajado todo, la gente se empieza a acercar al Asta y van dejando la bandera sobre una mesa junto a la gigantesca Asta que tiene un letrero visible: “Cuidado. Alto Voltaje”; alerta. Pero a los ciudadanos parece no importarles, y menos a las autoridades. 
Así van dejándola sobre la mesa, enrollada, hasta que termina hecha bola. Al final, uno de los jóvenes que organizó todo, cubre el lábaro patrio con una lona azul. Ahí pasa la noche el máximo símbolo de los mexicanos. 
En la actividad no hay homenaje, honores, no hay solemnidad y el respeto solo es de las personas que estuvieron ahí, ayudando, porque ninguna autoridad de gobierno llegó, ni siquiera el Ejército Mexicano que es al que le correspondería izar y arriar la bandera debidamente, con un acto formal, patriótico y bajo la supervisión de la Secretaría de Gobernación. 
Y ante la ausencia del gobierno federal, tampoco llega el Gobierno Estatal ni Municipal. Hay total abandono a este monumento majestuoso de doble importancia, porque además de ser aún un Asta Bandera de las más grandes del mundo, tiene el valor especial al estar en la ciudad que la vio nacer.   
La Ley
La Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, es clara al mandatar la solemnidad con que se tiene que realizar un izamiento y luego arriar la bandera con los honores y ritos correspondientes.
El artículo 55 de esta Ley en el capítulo sétimo sobre competencias y sanciones, habla señala que compete a la Secretaría de Gobernación vigilar el cumplimiento de esta Ley, y en esa función serán sus auxiliares todas las autoridades del país. 
El siguiente artículo precisa: “Las contravenciones a la presente Ley que no constituyan delito conforme a lo previsto en el Código Penal para el Distrito Federal en materia de fuero común, y para toda la República en materia de fuero federal, pero que impliquen desacato o falta de respeto a los Símbolos Patrios, se castigarán, según su gravedad y la condición del infractor, con multa hasta por el equivalente a doscientas cincuenta veces el salario mínimo, o con arresto hasta por treinta y seis horas”. 
Aunque en esta Ley no se establece realizar honores a la bandera de forma diaria, sí se precisa el respeto en todo momento y que el estandarte no puede siquiera caer o arrastrar en el piso, actos que no se aplican en el Asta Bandera Monumental de Iguala porque no hay autoridad que encabece el izamiento, o cuando se baja el estandarte.   
También habla de que cuando se levanta o baja la bandera, se debe hacer con saludos patrióticos, pero tampoco se aplica. 
De acuerdo al artículo 15 de la Ley, en fechas declaradas, en edificios o lugares públicos, la bandera deberá ser izada y arriada a toda o media Asta según la fecha (festividad o duelo), mientras que el 16 señala que la Bandera Nacional se izará diariamente en los edificios sede de los Poderes de la Unión, en las oficinas de Migración, Aduanas, Capitanías de Puerto, Aeropuertos internacionales; en las Representaciones diplomáticas y consulares en el extranjero y en el asta monumental de la Plaza de la Constitución de la Capital de la República.
El Asta Bandera Monumental es un ligar público que debería estar a cargo de la Secretaría de Gobernación, o delegada la responsabilidad al Estado o Municipio para que se garantice cuidado y respeto.
De la bandera
El Asta Bandera Monumental fue construida entre 1997 y 1998, e izada por primera vez el 24 de Febrero del 98, en un acto solemne encabezado por el entonces presidente Ernesto Zedillo Ponce de León.  
Desde ese momento el cuidado de la bandera quedó en manos del Ejército Mexicano hasta hace 10 años aproximadamente que se delegó la responsabilidad en la autoridad municipal. Los agentes de esta corporación cuidaban noche y día el lábaro patrio y se encargaban del izamiento por las mañanas y por las tardes la arriaban.  Al principio se hacía lo mejor posible pero conforme fueron pasando los años, la solemnidad se fue perdiendo.
Hasta el 2014 los policías municipales continuaban a cargo pero, solamente dos policías arriaban la bandera por las tardes, y desde entonces inició la participación ciudadana en este acto, sin los cuidados y respeto debido. 
A finales de 2014 la Policía Municipal dejó de operar en Iguala como consecuencia de la masacre y desaparición forzada masiva registrada el 26 de septiembre de ese año; por ende, ya no estuvieron a cargo del lábaro patrio en el Asta Monumental.
Ahora, sin que sea oficial la delegación de responsabilidad, un reducido grupo de vecinos del cerro del Tehuehe que realizan vendimia en el lugar donde está el Asta Bandera, son quienes cuidan del lábaro patrio, izan la bandera y la arrían apenas con mediano conocimiento sobre el trato que se le debe de dar, pero con mucho orgullo por ser mexicanos. 
Hoy, el Asta Bandera Monumental de Iguala ya no es la más grande del mundo como lo fue cuando se construyó; tampoco está entre las diez más grandes. Sus niveles han sido superados por  Jeddah, Arabia Saudita; Dushanbe, Tayikistán; Bakú, Azerbaiyán; Panmunjeom, Kijong-Dong, Corea del Norte; Ashgabat, Turmenistán; Aqaba, Jordania; Raghadan Ammán, Jordania; Durango, México y Marina de Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos. 
En el orden anterior, las banderas son las más grandes del mundo. La menor tiene una altura de 124 metros; 14 más que la de Iguala. Pero en México es aún la tercera más grande, tan solo después de la de Durango y Piedras Negras, Coahuila. (API). 

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