miércoles, 3 de enero de 2018

ARTÍCULO

Nueva Ley Federal Del Trabajo
Apolinar Castrejón Marino
Bueno, pues aunque es un tema aburrido, tenemos que hablar de leyes, y lo peor del trabajo. Como dijera el “Divo de Juárez” ¿Pero qué necesidad?
Pues porque en un futuro cercano, la nueva ley federal del trabajo, nos impactará muy duramente en el bolsillo. Ah, bueno.
Fue en el pasado mes de diciembre, cuando los consumidores de noticias, y los “informados” de la vida política, estaban entretenidos con la ley de inseguridad nacional, “pian pianito”, se estaba cocinando otra ley, con el sano
propósito de desfondar el bolsillo de los mexicanos.
Bueno, no de todos, nada más de los que trabajan y pagan sus contribuciones. Los zánganos, parásitos y ninis no tiene de que preocuparse. Alguien va a seguirlos manteniendo. 
Pero los más de 40 millones de trabajadores que se esfuerzan por llevar qué comer a su familia, perderán el 90 % de sus derechos laborales. A no ser que voten por Meade, quien también se ha comprometido públicamente a que en todos los hogares mexicanos haya comida.
A iniciativa de los senadores “obreros” Armando Neyra Chávez y Tereso Medina Ramírez del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se busca reformar la Ley Federal del Trabajo, para quitar todos los topes a la subcontratación ¿Qué es esto?
Pues que se contratarán a gentes ajenas a las empresas e instituciones, para que hagan los trabajos profesionales propios de su ramo. Y entonces a los trabajadores de planta no se les reconocerá su capacidad, ni preparación, ni esfuerzo.
Pongamos por caso, una institución de servicios médicos como el IMSS o el ISSSTE, donde laboran médicos y enfermeras, que cursaron sus carreras y transitaron por muchos años para conseguir su plaza de base. Tiene derecho a que se les reconozca su antigüedad y su nivel escalafonario.
Con la nueva ley, tales instituciones tendrán derecho encargarle trabajos profesionales a otras empresas. Esto implicará que el trabajo de los empleados carecerá de importancia, y que los recursos económicos serán re direccionados  a otros destinos, fuera de la institución.
Así, llegará el momento en que los fondos económicos serán insuficientes para cubrir la nómina oficial. Por consiguiente, tampoco habrá recursos para cubrir promociones, bonificaciones, estímulos y pensiones. En caso extremo, se llegará al recorte de personal de manera masiva y si derechos de jubilación.
Las instituciones de servicios legales, educativos y financieros, correrán la misma suerte. Y ¿A quién debemos este “regalito” de Año Nuevo? Pues a gente siempre simpática como el senador Javier Lozano Alarcón y Adriana Dávila Fernández del PAN. Pero no se crea que los “izquierdosos” de verdad velan por los intereses de la población, pues por ahí está involucrado Luis Humberto Fernández Fuentes del PT.
Los principales operadores de este atraco son el presidente de la Comisión, Miguel Ángel Chico Herrera del PRI, y el Secretario Técnico de la Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado, Julián López Olalde.
Y desde luego, tiene el apoyo irrestricto de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) y la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP).

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