miércoles, 7 de febrero de 2018

COLUMNA

COSMOS
Héctor CONTRERAS ORGANISTA
¡UN ZÁNGANO PARA ALCALDE DE CHILPANCINGO!
Todo indica que en 1950, era presidente municipal de Chilpancingo don Julio Calva Capetillo, quien perteneció al ejército de don Venustiano Carranza.
Hasta ese año, el municipio no contaba con edificio para albergar el ayuntamiento. Las oficinas municipales estaban invadiendo, desde muchos años atrás, el área de los juzgados, ahí donde estuvo la cárcel y la policía preventiva, entre las calles de Teófilo Olea y Leyva, Galo Soberón y Parra y la avenida Juárez.
Tuvo que ser el distinguido chilpancingueño, don Julio, quien construyera e inaugurara en 1950 el Palacio Municipal, y lo hizo en grande: Trajo a Beny Moré y a la orquesta de Rafael de Paz. Ese edificio es ocupado hoy por el restaurante “Ton´s qué”, “El Toronjil”, “Los Portales
” y los puestos de periódicos.
Don Alejandro Cervantes Delgado remodeló esa área y regaló varios espacios, sobre todo a los aseadores de calzado quienes los vendieron, y otras personas se beneficiaron comercialmente, a otros se les concesionó y a otros se les vendieron.
Las oficinas municipales fueron trasladadas al antiguo Palacio de Gobierno, era alcalde don Juan Alarcón y después continuó la maestra Magda Vázquez. Don Alejandro Cervantes le compró a don Emilio Cabrera la casa que fue de don Nicolás Bravo, en la época en que era alcalde el Dr. Alberto Saavedra Ramos y ahí se construyó el Palacio Municipal.
Don René Juárez Cisneros construyó al sur de la ciudad un nuevo Palacio de Gobierno y el que era usado para eso se le concedió al ayuntamiento, que es donde actualmente está funcionando, y el que ocupaba –donde despacharon el Dr. Saavedra, Jorge Arrieta, Florencio Salazar, Efrén Leyva, Reyes Betancourt y otros- se convirtió en “Palacio de la Cultura”, es decir: “El Edificio del Ridículo”, porque ahí ni es “palacio” y menos hay “cultura”. Y el antiguo palacio de gobierno, el construido por el gobernador Francisco Otálora Arce, fue transformado en Museo Regional.
Viene el tema a cuento porque, a excepción de lo aquí narrado, a Chilpancingo, desde 1950, no se le ha cambiado su red de drenaje ni la red de agua potable.
El panteón, a excepción del “nuevo” que queda por la presa y que ya no cuenta con espacios para sepultura, no se le ha hecho gran cosa. La Rotonda de los Hombres Ilustres de Guerrero, necesita una remodelación y cambiarle el nombre por Personajes Ilustres o algo parecido, ya que también deben estar ahí sepultados los restos mortales de mujeres ilustres.
Con mucha insistencia hemos comentado que a Chilpancingo le urge actualizar su nomenclatura. Parece cosa de nada pero es básico el ordenamiento urbano. Urge reavivar lo de “la mancha urbana” que inició Cervantes Delgado. Tiene que reubicarse el Campo de Aviación para que Chilpancingo pueda hacer uso de ese gran espacio desperdiciado. Urge que a la Feria Tradicional se le rescate pero en serio por medio de un Consejo de Conocedores y domeñadores de la cultura. Se necesita la construcción de salones de Usos Múltiples y sobre todo espacios deportivos. Urge la revisión de las estatuas y monumentos de Chilpancingo. Si no hay renovación de las redes de distribución de agua y drenaje, las calles no se pueden pavimentar.
Es decir: Hace falta que Chilpancingo cuente con un presidente municipal trabajador, visionario, honesto, creativo, interesado en transformar a la ciudad capital. Un alcalde que ame y quiera a Chilpancingo y cuente con un Cabildo en verdad Honorable y trabajador.
Urge que se ponga orden en los mercados, sobre todo en el principal; urge el reordenamiento de las rutas der servicio celular, las famosas “urvans” y sus estacionamientos y rutas a seguir así como las paradas de estas.
Mayor eficacia en los centros de Salud, en el rastro municipal y en los Servicios Públicos Municipales. Hacen falta programas culturales (música, canto, poesía, oratoria, dibujo, pintura). En fin, es un mundo de trabajo que hay que hacer en favor de Chilpancingo.
El próximo presidente municipal necesita llegar a trabajar cada día de su mandato, porque el voto que está pidiendo es para tres años, incluidos sábados y domingos… y días festivos.
Necesita tener –en nuestra opinión- una visión más allá del municipio. Chilpancingo ha establecido desde hace años relaciones de ciudades hermanas en otros países y no se han aprovechado en favor de nuestra juventud. Es indispensable que se respete el Bando de Policía y Buen Gobierno.
Pero tal vez lo más importante es que el próximo presidente municipal no se orgulloso, soberbio, ni engreído. Tomemos como ejemplo a don Ausencio Garzón Chávez o a don Elías Naime Némer, al mismo Dr. Alberto Saavedra Ramos, por citar sólo tres nombres de expresidentes municipales. Pero Chilpancingo está urgido de un cambio. No lo veremos si nos equivocamos ¡Otra vez! al elegir a un zángano por una persona valiosa.

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