jueves, 2 de agosto de 2018

ARTÍCULO

El Rey Lopitos
de Acapulco
Apolinar Castrejón Marino
“Yo fui quien lo mató, cómo no iba a conocerlo. Habíamos trabajado para él, y solo nosotros podíamos acercarnos sin que sospechara. Alfredo López Cisneros, “El rey Lopitos” siempre andaba bien resguardado, y además lo cuidaba su pueblo, sus paisanos, los pobres de Acapulco”.
“Pero un día se descuidó, y nosotros estábamos esperando esa oportunidad. No sabía que ya teníamos el encargo de liquidarlo, ni se imaginaba que el encargo venía desde arriba”.
Eran las 4 de la madrugada del 4 de agosto, cuando circulaba a bordo de su camioneta pick up por la avenida Farallón. Dio vuelta en la glorieta de “La Diana”, con dirección a “La Garita”, acompañado por  su mujer Leonora y su cuñada María Dolores. En la parte trasera, iban sus pistoleros Joaquín Pérez Hernández, y Reynaldo Soto Aguilar, “el Chivero”.
De repente, un vehículo les dio alcance, y los empezó a rebasar. Al emparejarse, por el lado izquierdo, dos ráfagas de ametralladora acribillaron a Alfredo, que iba al volante, y a Joaquín, que ib
a al costado derecho en la caja de la camioneta.
Al perder el control, la camioneta se clavó en la cuneta, y los del otro vehículo se bajaron a matar a las mujeres, y al chivero. Ellas estaban descalabradas y el chivero estaba aturdido. No pudieron defenderse.
El Rey Lopitos, había ofendido a mucha gente, y le tenían odio costeño. En una entrevista con el gobernador Raymundo Abarca Alarcón, para tratar asuntos de reubicación de pobladores de colonia “La Laja”, un colono le preguntó qué terrenos les darían, y si tendrían servicios de luz, y agua.  
El Rey Lopitos había mandado rodear la sala de juntas, y cuando el gobernador quiso ignorar la pregunta, se abalanzó sobre el escritorio, y dando un fuerte golpe le dijo en su cara: “De aquí no sale si no responde”.
El 6 de junio de 1958, hubo un enfrentamiento entre Agentes de la Policía Judicial del Estado, que se presentaron con intención de desalojar a los habitantes de La Laja. Durante la balacera, López Cisneros pudo rodear a los policías, y llegar hasta el comandante Urbano Luna Hernández, a quien hirió de un disparo en la pierna.
Al ver caer a su comandante, los agentes se acobardaron, y tiraron sus armas. A pesar de eso, amarraron al comandante por el pescuezo a un árbol, y Lopitos envió un comunicado al gobernador, exigiéndole que desistieran de sacarlos de sus hogares.
En los años 50s se construyeron hoteles y mansiones de lujo, y el pequeño puerto de Acapulco se transformó en un centro turístico importante, el escaparate perfecto para los sueños de grandeza, de nuestros políticos y millonarios.
El mismo presidente Adolfo López Mateos, mandó a un delegado especial, para tratar de que los habitantes, aceptaran cambiaran sus casas en terrenos con playas, por terrenos en el cerro.
Pero los dueños originales no aceptaron ningún trato y  Lopitos, se puso a la cabeza de la oposición al gobierno, hasta con las armas. López Mateos le encargó al gobernador Abarca Alarcón acabar definitivamente y a como diera lugar, el asunto de los precaristas que no querían dejar sus terrenos.
El gobernador ya había manejado con mano de hierro otros asuntos graves, como los actos represivos contra el activismo de Lucio Cabañas y Genaro Vázquez, y la Masacre de La Coprera el 20 de agosto de 1967. Pero con El Rey Lopitos no pudo. Al percatarse de esto, el Presidente Gustavo Díaz Ordaz giró órdenes precisas para que “…por los conductos debidos” y no que se le involucrara, Lopitos se fuera a jeringar al infierno. 
Se armó un comando especial con agentes de la Secretaría de Gobernación y de la Defensa Nacional al que se sumaron los policías más sanguinarios del Estado de Guerrero: Simón Baldeolivar Abarca, Miguel Vélez y Ascensión Leyva “Chon”.
A Lopitos le gustaba la vida nocturna, y en los bares despachaba sus asuntos mes importantes, entre la gente del bajo mundo. Esa noche del 4 de agosto estuvo en el centro nocturno Jazz Bar ubicado por Caleta, y luego se fue al Armand’s  Le Club para cenar, por la Base Naval.

1 comentario:

  1. Es muy grato conocer esta parte de la historia de como se forjó el puerto de Acapulco, con personajes como el " el rey lopitos" que fue odiado por una parte de la sociedad acapulqueña pero que muy querido y apreciado por otro gran segmento de población acapulqueña de origenes más humildes.. son de esos personajes con sus claros oscuros pero que fueron muy importantes en la época que les tocó vivir.
    Por favor publiquen más historias como estas..
    Saludos

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