jueves, 13 de diciembre de 2018

ARTÍCULO

La Guerrilla de
Los Tupamaros
Apolinar Castrejón Marino
Hoy hablaremos de “Los Tupamaros”, un movimiento social contra la explotación y la opresión, de los gobernantes surgidos del partido nacional y del partido colorado, que dominaban la política de Uruguay.
Un pequeño grupo de inconformes se dedicó a estudiar la lucha de clases, y la forma de obligar al gobierno a ser más equitativo. Luego pasaron al adoctrinamiento de la población de bajos recursos, advirtiéndoles que realizarían acciones pacíficas en contra de los capitalistas, y que en caso de querer sumarse, serían bienvenidos, y si no lo desdaban, su decisión sería respetada.
Iniciaron con el asalto a los grandes bancos, y desde el principio, llamó la atención que lo hacían con una gran precisión, y sin ocasionar víctimas. De repente aparecían para asaltar y de repe
nte desaparecían, sin dejar rastro.
Al momento de llegar a las cajas y ventanillas, saludaban a los cajeros amablemente, y hasta los llamaban por su nombre. Al irse, colocaban una banderita de su organización criminal, y hasta un recado para que no culparan a nadie de los gerentes y cajeros.
Era notable como conocían la circulación de las calles, la estructura de los edificios, la red de alcantarillado, y las redes eléctricas, para entrar y salir. Se sabe que los tupamaros eran ciudadanos comunes y corrientes; obreros, campesinos, comerciantes, burócratas, etc. por eso tenían los mejores ingenieros, los mejores cerrajeros, carpinteros, electricistas, etc.
Luego de cometer un asalto, se dispersaban e integraban a sus actividades, y así nadie podía notarlos. Los tupamaros tomaron el nombre del caudillo indígena Túpac Amaru, líder de la mayor rebelión anticolonial que duró más de 10 años, hasta que fue superada por las tropas coloniales, que apresaron al líder inca, y lo ejecutaron de la manera más cruel que se les ocurrió. Lo amarraron de sus brazos y piernas a 4 caballos, a los que azuzaron para que jalaran sus extremidades, hasta que lo descuartizaron.
Uruguay se considerada la suiza de América debido a su organización y productividad de lana y carne congelada. 90 % de lo que producía la agricultura y la ganadería se exportaba a Europa, y el restante 10 % era comprado por Argentina y Brasil. Pero con los conflictos de las guerras mundiales y la crisis económica de E.U. la economía uruguaya cayó  a niveles de pobreza.
“Los Tupamaros” surgieron para protestar contra la política económica, que destinaba apoyos sustanciosos para los grandes terratenientes e industriales, mientras los agricultores y ganaderos, se quedaban abandonados.
Para combatir la guerrilla urbana de Los Tupamaros, el gobierno creó el Comando Caza Tupamaros (CCT), conocido como Escuadrón de la Muerte. Y organizó una enorme campaña de desprestigio, llamándolos grupo terrorista, y comparándolos con organizaciones de ultraderecha, como la Juventud Uruguaya de Pie (JUP).
El 27 de junio de 1973 el entonces presidente, Juan María Bordaberry, disolvió el parlamento con el apoyo de las Fuerzas Armadas y creó un Consejo de Estado para establecer los principios republicanos-democráticos. Era la dictadura uruguaya, y su ideario era:
“El comunismo es intrínsecamente malo, y no se puede admitir que colaboren con el en terreno alguno, los que quieren salvar de la ruina la civilización cristiana.
Entonces Víctor Polay Campos se asumió como líder tupamaro, y empezó una guerra a muerte contra el gobierno. Durante este período de la “Guerra Revolucionaria del Pueblo”, hubo un crecimiento en su estructura política y militar. En 1984 se registran cientos de acciones terroristas, hasta que en febrero de 1989, Víctor Polay, fue apresado en la ciudad de Huancayo.
Hasta que el Gobierno de Alberto Fujimori (1990-2000) emprendió una gran estrategia contraterrorista para la Pacificación Nacional. El 17 de diciembre de 1996, 14 miembros del comando de Cerpa Cartolini tomaron la residencia del embajador japonés en Lima con la finalidad de obligar al Gobierno para la liberación de 400 de sus militantes condenados por delitos de terrorismo.
En la acción capturaron a 800 rehenes congresistas, ministros, y embajadores, etc. pertenecientes a la vida política y económica del país.
Liberaron a todas las mujeres y niños que se encontraban retenidos, quedando un total de 72 rehenes en su poder. La crisis duró más de 4 meses.
Hasta que el 22 de abril de 1997 un comando de 142 efectivos militares llevaron a cabo la operación militar Chavín de Huantar, para liberar a los rehenes. La operación terminó con la muerte de los 14 terroristas y tres víctimas: el vocal de la Corte Suprema Carlos Giusti Acuña y los militares Juan Valer Sandoval y Raúl Jiménez Chávez.

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