miércoles, 19 de diciembre de 2018

COLUMNA

DH-1-07-18
Tino Gatica
“Salario mínimo al presidente…”
En las campañas políticas, para ocupar diversos cargos de representación popular, se acumulan toda una serie de propuestas verbales o por escrito de quienes están interesados en cambiar su situación o su entorno. Habrá quienes en sus propuestas lo hagan con el más genuino interés en que en sus peticiones los cambios sean verdaderos, en tanto que no dudo que hay otras personas que solamente desean que sus deseos se materialicen a nivel personal o familiar. Habrá otros más que conjuguen ambos intereses. Por los años que he vivido, por la poca experiencia que he tenido en el trato con la gente, mucha, me quedo con la tercer opción de cómo ser una persona que alienta ideas de cambia
r su situación de cosas, pensando en su familia y en sus amistades. Creo que a estas alturas del juego de la vida, lo he podido sopesar, y considero que no me ha ido tan mal. Por eso es que en esas peticiones, reitero, que se le hacen a quienes andan en campaña política, no siempre las promesas son una realidad, es decir no siempre se incluyen en los planes y programas de acción para o en la gobernanza. Al menos no ocurría así. Por eso es que ese gran malestar social, se tradujo finalmente en la derrota de ese priísmo cupular que orilló a muchas y muchos mexicanos a vender sus casas para superar sus crisis económicas domésticas, a trabajar en el subempleo, a abandonar sus familias para irse de “mojado” o “espaldas mojadas”(por cierto etiquetas que ya no se aplican pero se mantienen latentes como parte de nuestro lenguaje). De cualquier manera, muchas y muchos mexicanos quisieron mejorar su nivel de vida sorteando dificultades, que siempre se topaban con su realidad: una pobreza galopante propiciada por quienes estando en el poder, gracias a que engatusaron con promesas no cumplidas nos llevaron ahí. Tengo afortunadamente muchos amigos priístas, a los que les reconozco su lealtad a ese partido, así como comparto experiencias con otros liderazgos de sus antagonistas. Les he manifestado que no son ellos o ellas los culpables de esas derrotas, sino de sus cúpulas o esos grupos de poder que se apropiaron de ese partido, al igual que ocurrió en otros “ídems”. El caso es que supongo nos entendemos. Y bueno, ocurre que una de esas consignas de la gante que estaba harta de esos abusos y excesos de privilegios de esas minorías encumbradas en el poder era el salario del presidente en turno, de ahí una expresión que se popularizó: “Salario mínimo al presidente para que vea cómo se siente”. Y esto justamente está ocurriendo ahora con la percepción salarial que ganará el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Y les paso al costo esta notita, a la que no se le ha dado la atención ni el interés porque creo que mucha gente se resiste a este cambio sistémico (de un poder a otro). Esta es una notita “pirateada” por mí del periódico digital “Expansión” y se mantiene vigente. Chequen: El gobierno federal, empresarios y representantes de trabajadores anunciaron este lunes que el salario mínimo aumentará en 2019 a 102.68 pesos diarios, propuesta que coincide con lo propuesto por la nueva administración. Para la frontera norte, el aumento será a 176.72 pesos diarios, dijo la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde. El salario mínimo vigente este año es de 88.36 pesos diarios, con lo que la nueva alza equivale a 14.32 pesos más o 16.20%. La inflación general en noviembre se ubicó en una tasa anual de 4.72%. “Es un evento histórico porque iniciamos juntos una nueva etapa en la política salarial de nuestro país”, dijo este lunes el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en el evento Nueva política de salarios mínimos, donde se oficializó el incremento. Alcalde Luján fue quien hizo el anuncio oficial al mencionar los nuevos montos. “Por primera vez en muchos años se logra ubicar el salario mínimo”. Ésta noticia, apenas mencionada someramente, en lo personal reviste importancia debido a que forma parte de una de las quejas que se escucharon antes del cambio de ese administración, y considero que otras modificaciones a planes y programas están siendo analizadas con lupa, sin embargo, el salario de un presidente también es digno de cuestionamiento. Y la transformación de nuestro país, tiene sus tonalidades.

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