miércoles, 31 de julio de 2019

NOTA

Rescate de mineros de Pasta
de Conchos arrancará en agosto

En los primeros 15 días de agosto, el comité técnico integrado por ingenieros de Australia, Alemania, Estados Unidos y México, y autoridades nacionales, visitarán la región carbonífera de Pasta de Conchos para definir cómo se hará el rescate de los 63 restos que aún permanecen en la mina.
Cristina Auerbach, representante de la organización Familia Pasta de Conchos, informó que el caso lo estudian expertos en geología: son seis ingenieros alemanes, tres australianos, dos estadunidenses y seis mexicanos, quienes integran el comité técnico, además de representantes de la Secret
aría del Trabajo y la Subsecretaría de Minas.
También del Sistema Geológico Mexicano, la Facultad de Ciencias Forenses de la UNAM, de la Secretaría de Gobernación, la Secretaría de la Defensa Nacional, así como la representación de la organización Familia de Pasta de Conchos y el Centro Pro de Derechos Humanos de Coahuila.
Auerbach explicó que han sostenido reuniones con la secretaría del Trabajo, Luisa María Alcalde, en la mesa que se organizó para hacer justicia a los mil 100 familiares directos de los mineros.
“Nuestra primera condición y única para que se establezca una solución amistosa con el gobierno es que se recuperen los restos de los mineros, han pasado casi 15 años, es necesario que el gobierno federal que, aunque no es responsable, evite con esta acción recibir una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos”, puntualizó.
Añadió que actualmente el Grupo México, empresa que tiene en propiedad la mina, no permite el acceso a ésta, en la entrada a las instalaciones están apostados sindicalizados afines a Napoleón Gómez Urrutia y hay nueve viudas de los mineros que fallecieron en el lugar.
“El sindicato representaba a 25 mineros, ellos están muertos, ellos tomaron la entrada a la mina el sábado; primero eran cinco viudas, ahora son nueve, pero no se puede acceder a la mina, la empresa no lo permite”, acusó.
Auerbach descartó que la organización que representa tenga tratos con el sindicato de Gómez Urrutia, “porque sabían que las condiciones de la mina no eran seguras y no dijeron nada”, tampoco quieren mantener comunicación con la empresa Grupo México de Germán Larrea. Apuntó que las negociaciones para el rescate de los restos son con el gobierno federal.
“El rescate tiene que realizarse, sí o sí, esto no es para meditarse. Sólo de esa manera reanudaremos las relaciones con el gobierno”, reafirmó.
La secretaría del Trabajo, Luisa María Alcalde, explicó que una vez que se tenga la metodología bajo la cual se realizará el rescate de los mineros, la STPS iniciará con los trabajos para el rescate de los mineros, mismos que comenzarían técnicamente en 2020.
La misión del rescate, dijo, no es una búsqueda de pruebas de culpabilidades del accidente, por lo que aseguró que lo que se está solicitando a los expertos es una opinión técnica de cómo se puede lograr con éxito el rescate de los cuerpos.
Ratificó su compromiso con este acto de justicia con las víctimas y los familiares de Pasta de Conchos, además expresó que asume con responsabilidad esta decisión con dimensión humanitaria, porque cuenta con el apoyo de los mineros y de los expertos internacionales.
Explosión y confusión
La explosión ocurrida el 19 de febrero de 2006, dejó 65 trabajadores muertos, 63 de los cuales aún permanecen sus restos en la mina; las familias siguen radicando en diversas localidades, como Palau, San José y San Juan de Sabinas, cercanas a Pasta de Conchos en Nueva Rosita, Coahuila.
Tras el colapso, surgieron datos contradictorios sobre la profundidad a la que los mineros se encontraban atrapados. Mientras que el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros y Metalúrgicos afirmó que se hallaban a 490 metros, Grupo México reviró que la distancia era de 150 metros.
Los familiares de los trabajadores revelaron a varios diarios de Estados Unidos que los mineros se habían quejado con anterioridad sobre la alta concentración de gas en la mina, muy por arriba de los estándares legales.
La movilización tardía provocó que las esperanzas se diluyeran rápidamente. El entonces gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, declaró a la televisión nacional que el servicio de ventilación de la mina aún funcionaba; sin embargo, también afirmó que no había manera de asegurar que el oxígeno estuviera llegando al claustro de los mineros.
Para el 23 de febrero de ese año, Grupo México logró llegar al punto donde creían encontrar a dos de los 65 trabajadores. No encontraron a nadie en esa zona, por lo que al día siguiente avanzaron hasta la mitad de la mina, donde esperaban rescatar a un grupo de 24 trabajadores. Tampoco hallaron personas en ese punto.
En ese momento, Grupo México anunció que suspendería los esfuerzos durante dos o tres días, ya que la mina tenía grandes concentraciones de gas natural.
Hacia la tarde del 25 de febrero, Grupo México afirmó, basado en un estudio científico, que no había posibilidades de supervivencia de los mineros tras la explosión. Al día siguiente, el gobernador Moreira declaró que la mina se cerraría de manera indefinida una vez que los cadáveres fueran recuperados.
Fue hasta el 23 de junio de 2006 que se recuperó el primer cuerpo de los fallecidos. El segundo cadáver fue extraído hasta el 1 de enero de 2007.
Aunque se comentó que la empresa Industrial Minera México (también de Grupo México) seguiría con la búsqueda de cuerpos, la misión se canceló.(lasillarota.com).

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