martes, 3 de marzo de 2020

COLUMNA

Carpeta Política
Tino Gatica
¿Porqué no se puede olvidar el pasado?
Ya son un año y meses en que el presidente de México, dicen, que es de todas y todos, que cumplió uno o dos  años,  y meses,o bien dos años y meses, según el estado en que se encuentre el Tlatoani Mayor. Lo cierto es que no ha cumplido ninguna de sus promesas de campaña.En el contexto del uso de las palabras, el señor siempre se consideró como una nueva propuesta de un cambio de gobie
rno de más de diez años en retroceso o bien hacia el pasado. Y como siempre el señor se le olvida considerar su pado, les comento una situación: no se puede negar, existe, forma parte de tu historia y sería la peor estupidez negarlo, sería una traición en contra de nuestra propia historia, si se considera, hasta de nuestra evolución. Chairos aparte, la historia no tiene porqué ser negada, no tiene porqué ignorarse, no tiene porqué ser menospreciada, porque sería lo mismo de negar nuestro pasado. Sería interesante echar un rollo sobre la importancia de la historia, pero lo que sí queda bien claro es que quien no conoce de su propia historia está condenado a repetirla, y esto no es nada nuevo para quien se involucra  en muchos compromisos. Y a todo eso, sería interesante cuestionarse los motivos que hacen que Don Andrés Manuel López Obrador actúe así, que haga lo que quiera, que cometa lo que comete. Bueno, va una primera teoría, ocurre es que el AMLO que muchas y muchos conocimos, siempre estuvo en la oposición, se rodeó de personas de toda índole que siempre consideraron al Poder como una cosa siniestra y demás. Incluso no faltó alguien  más que estando en el poder, ya como senador, senadora, diputada (saludos Norma Otilia Hernández Martínez) o bien un cargo de servidor o servidora pública pensaran que todo el pasado es malo. Y se esmeraron en considerar que así debe pasar, porque la 4T no admite cuestionamientos. Por cierto, empiezo a mandar saludos a la diputada morenista Norma Otilia Hernández Martínez, a quien tuvo varios episodios de su vida personal en que yo siempre estaba informado, que sabía y siempre la aconsejé. Y bueno, como esto es así, solamente para retirarme, les diré un episodio, para mí, bien interesante de saber lo que es comer chile envinagre y tortilla, que, insisto, en que tampoco es  nada extraordinario: Nos encontrábamos en una colonia popular al poniente de Chilpancingo, y ahí demostré lo que es apoyar a un proyecto de nación pero cuando también no prospera, lo justo es renunciar. Tengo otras anécdotas que les podría decir, pero lo único cierto es que también soy activista, en las mejores  o peores causas, pero nunca me agüito. Sale. (Comentatarios:dacnificados@outlook.es/en Facebook:tinogaticay RadioyTelevisióndeGuerrero870am).

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