martes, 3 de marzo de 2020

SEGUNDA PRINCIPAL DE PRIMERA PLANA CON FOTO

AF:Gobierno no está para
chantajes de Los Ardillos

Ezequiel Flores Contreras.--El gobernador Héctor Antonio Astudillo Flores denunció públicamente que el grupo delictivo Los Ardillos “presiona” y “chantajea” a su administración, debido a que busca controlar la inversión millonaria en obra pública que se realiza en el municipio de Quechultenango.
Desde enero la agencia de Proceso informó que para este año se destinaron casi 600 millones de pesos para realizar 59 obras en regiones supuestamente controladas por el narcotráfico, las cuales son ejecutadas por el direct
or de la Comisión de Infraestructura Carretera y Aeroportuaria del estado de Guerrero (CICAEG), Javier Taja Ramírez, a quien la administración astudillista condonó adeudos fiscales por más de 28 millones de pesos a su empresa Grupo Innovador Constructor de Guerrero, el año pasado.
La planeación estatal de la millonaria inversión federal está enfocada en la construcción de pequeñas obras de infraestructura carretera y puentes, así como la rehabilitación de tramos reducidos que van de uno a siete kilómetros, y en algunos casos el costo se eleva hasta 18 millones por cada kilómetro, indican documentos oficiales obtenidos por Apro.
Estos pedazos de obra están contemplados en zonas violentas, como es el caso de los 10 millones etiquetados para “la construcción de un camino rural” que mide un kilómetro y medio, entre los poblados de Tlanicuilulco y Teozintla, en el municipio de Quechultenango, zona ubicada en la región Centro de la entidad, considerada bastión del grupo delictivo Los Ardillos.
Al respecto, el mandatario  Astudillo Flores aseguró que el jueves (27 de febrero) pasado un grupo de comisarios y campesinos del municipio de Quechultenango, fueron enviados por el narco para “crear un problema” en Chilpancingo, donde bloquearon la autopista del Sol para exigir la conclusión de una serie de caminos que conectan la zona controlada por Los Ardillos.
En ese entonces (27 de febrero), los manifestantes fueron desalojados por agentes estatales, quienes además de golpear a campesinos, también agredieron a reporteros y los uniformados fueron acusados de robar teléfonos móviles para impedir que se documentara el operativo policial.
Al respecto, Astudillo Flores dijo: “Las obras se están haciendo y los protestantes fueron enviados específicamente para crear un problema, y no hay que ser tan sabios, ustedes saben de dónde vienen, vinieron de Tlanicuilulco”, bastión del grupo delictivo Los Ardillos.
También, señaló que “no hay que echarle mucho seso para entender de qué se trató, fue una actitud de presión y provocación, y el gobierno no está ni para chantajes, ni para presiones de ese tipo”.
Sobre la agresión de policías contra reporteros, Astudillo Flores atribuyó el hecho a que los reporteros se ponen en medio durante los desalojos. (proceso.com.mx).

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