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Elino Villanueva Gonzรกlez
Pues, sรญ... ¡Sesenta aรฑos! Seis dรฉcadas. Vaya odisea, y a quรฉ costo, sobre todo anรญmico, en salud, haberlo conseguido, pero quรฉ glorioso lograrlo. Hoy toma vigencia mayor mi respuesta a la pregunta de ciertos alumnos, no hace mucho. “Tengo cuatro edades —les expliquรฉ, en nรบmeros ahora aplicables—, y no es broma. La biolรณgica: cincuenta y ocho. La legal: sesenta, porque mi seรฑor padre, de pura buena fe, modificรณ mi acta de nacimiento. La aparente, pues luzco fรกcilmente de setenta y cinco, si no es que mรกs, gracias a los golpes de la Vida y de algunos abusivos. Y la vivida, la representativa: mรกs de ciento cincuenta aรฑos de una existencia extrema entre los triunfos y logros mรกs sublimes y los actos mรกs crueles de humillaciรณn y discriminaciรณn, de linchamiento, para ser precisos.
Alguien, alguna vez, increรญblemente, por haber sido el responsable de uno de los golpes mรกs ominosos de mi vida, pues se relaciona con una instancia emblemรกtica y sagrada como la Comisiรณn de Derechos Humanos Guerrero, me sugiriรณ olvidarme de los agravios, echarlos al costal del pasado, porque recordarlos —segรบn รฉl— me seguรญa causando daรฑo, pero al paso del tiempo me convenzo de que no se puede: por su dimensiรณn bรกrbara, salvaje, y la cantidad de personas relacionadas en la patraรฑa de la confabulaciรณn —y hablo sรณlo de una de ellas, la mรกs increรญble: la acusaciรณn de que mis tรญtulos eran falsos—, no hay manera de olvidarlos, y por su significado tienen que estar presentes para valorar los logros y las satisfacciones.
Llegar a esta edad maravillosa habiendo nacido en la miseria cruel, es gratificante, y eleva al doble el mรฉrito de la hazaรฑa, con el indudable favor de Dios, pero tambiรฉn enaltece el gesto de quienes despuรฉs de tantos aรฑos nos siguen teniendo aprecio y respeto, valoran nuestro trabajo, pues en la realidad ofensiva tenemos una gran suerte para las traiciones mรกs deleznables, basta con ver quiรฉnes daban "Me gusta" a estas publicaciones, con los elogios mรกs nobles, y quiรฉnes los expresan ahora, para ubicar a varios —y varias, por aquello de la equidad de gรฉnero— de los que han dejado de hacerlo, en la adopciรณn de odios y entripados nuevos o el refuerzo de los aรฑejos y anteriores.
Pero nadie dijo que la vida fuera fรกcil, tampoco me llamo al engaรฑo. Por eso le digo siempre a mis alumnos queridos, al inicio de cada curso, que la vida es una eterna sucesiรณn de retos, y mientras mรกs difรญcil parezca el siguiente, mรกs placentera serรก la satisfacciรณn de haberlo superado. Tambiรฉn, que para que un sueรฑo se haga realidad, tiene que parecer imposible, y que por lo comรบn hay que cuidarse de los que se fingen mรกs cercanos y solidarios, generosos, porque resultan ser los mรกs desleales y malagradecidos que sรณlo estaban cerca y te ponรญan cara angelical, normal, bonita, se fingรญan samaritanos, para sacarte informaciรณn con la cual apuรฑalarte.
Por supuesto que no soy un santo, mucho menos en el contexto de gravรญsima mezquindad social que vivimos en plena era de la modernidad, pero tampoco un demonio, como me han endilgado, pues no se me dan las malas intenciones ni las triquiรฑuelas. La mala fama y las agresiones que me han hecho incluso algunos de quienes creรญa amiguรญsimos es suficiente para ni siquiera intentar una acciรณn negativa, porque buscarรกn atacarme sin contemplaciones. Ya ha ocurrido, sin razรณn, por parte de autรฉnticos monstruos, en el clรกsico grito del ratero para que detengan al ladrรณn, como forma de ocultarse.
Gracias a quienes, en cambio, me han abierto las puertas de su corazรณn y su amistad sin condiciones. No me arrepiento de mucho. Nadie que lo haga sin mala fe puede llamarse ofendido por mรญ, y cuando ha ocurrido, he ofrecido puntualmente las disculpas pertinentes, o me he puesto a la disposiciรณn de las presuntas vรญctimas para pagar los daรฑos, sin condiciones. A pesar de todo eso, se me ha juzgado, sentenciado y consignado, con el trato de delincuente en mรกs de una ocasiรณn, en mi propio centro de trabajo, sin derecho siquiera a defenderme o a ser escuchado. Como sea, gracias, porque del otro lado he tenido el suficiente aprecio y cariรฑo y respeto de muchas personas, que, de calle, son mรกs que las promotoras del odio.
Agradezco el privilegio a los seres que me han prodigado y mantienen su aprecio, por convicciรณn no soy ni malagradecido ni malintencionado. Quienes me han dado oportunidades y abierto puertas saben que no ha sido gratuito, ni por mis apellidos ni mi posiciรณn, sino con el respaldo de mi trabajo sin un solo dรญa de descanso ni vacaciones. Jamรกs he tenido que andar de matraquero o lambiscรณn ni he recurrido a tratos inconfesables o a humillar mi dignidad para conseguirle trabajo a familiares o cercanos o asistentes, pues ni a asistentes llego. Soy lo que quieran, pero hipรณcrita, nunca, ni he pertenecido a grupo polรญtico o cofradรญa alguna, siempre he sido perifรฉrico y marginal, feliz con la banda, cuarenta y cinco aรฑos despuรฉs de haber iniciado mi carrera desde el Periodismo empรญrico no poseo bienes materiales, ni casa ni cama ni carro, menos lujos.
Gracias a todos, porque sin los malos, no serรญa posible valorar a la gente buena que me ha brindado afecto y buenas vibras, desde los tiempos en que el Croniquero imprudente y metiche comenzรณ su batalla existencial, hace ya mรกs de cuarenta y cinco aรฑos, tratando de difundir, desde el mรกs bello de los gรฉneros periodรญsticos, la informaciรณn que por lo comรบn no se conoce, darle voz a quienes no la tienen, en el dominio de las formalidades y las conveniencias en la interacciรณn social. Gracias a Dios y a la Vida, por tanto, en estas seis dรฉcadas absolutamente exitosas, ya se sabe, en todos nuestros proyectos personales y profesionales aplicado el espรญritu altruista y sin fines de lucro.
Aquรญ no hay fiestas masivas ni regalos, porque cada una de mis jornadas de oraciรณn diaria ante Dios es un momento de plenitud y agradecimiento, un festejo por todo lo recibido, incluso las pruebas denigrantes, indispensables para valorar lo positivo, y cada dรญa de servicio en el Parque de Educaciรณn Ambiental Granja Amojileca Venadario es igualmente un momento de verdadero regocijo en nuestra labor en favor de una sociedad y un mundo mejores, con respeto pleno hacia los humanos, pero tambiรฉn los animales y las plantas, compaรฑeros de Vida en el planeta, nuestra casa comรบn.
¡Gracias, gracias, gracias!
¡Otra forma de ver el mundo!
#ExigirleClaudiacumpla.
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