jueves, 26 de agosto de 2010

Columnas


Memorandum

Gerardo Ruano Cástulo
ES EL MOMENTO DE ANGEL AGUIRRE.
Es innegable que los partidos políticos han perdido credibilidad. Ante ello, la ciudadanía, que no está afiliada a algún instituto político, acude a las urnas a depositar su voto, en su gran mayoría, en función del candidato. Es decir, pesa más la persona que el partido.
Que hoy los partidos políticos tejen alianzas sin importarles sus principios e ideologías, es un tema que no pesa mucho en la ciudadanía, tal y como quedo demostrado el pasado 4 de julio, cuando el PAN y el PRD, juntos y de la mano, vencieron al PRI en Sinaloa, Oaxaca y Puebla.
En esas entidades, como en otras elecciones, la ciudadanía valoró el peso específico de cada uno de los candidatos. Sin importar mucho el color de los partidos que los impulsaban. A la postre, se impuso quienes tenían mayor aceptación entre la ciudadanía.
La alianza entre PRD y PAN, más allá de los principios, tuvo como premisa fundamental, el reconocer y aceptar que las elecciones no se ganan con documentos básicos ni plataformas electorales, sino con votos.
Desde esa perspectiva, apostaron por candidatos externos cuyo momento político era el preciso para abanderar una alianza de esa naturaleza, ante la aceptación que tenían en sus respectivos estados. Porque el objetivo concreto era ganar y no simplemente competir.
En esa misma ruta, parecen haber trabajado el PRD, PCD y PT, a efecto de ungir al Senador Angel Heladio Aguirre Rivero como su candidato, a quien en breve se le sumaría el apoyo del PAN y el PANAL.
El diagnostico era palpable. No se necesitaba de mucha ciencia para visualizar que el PRD no tenía un candidato con posibilidades reales de triunfo. Por eso era factible abrir la puerta al senador Aguirre Rivero, en aras de mantener la hegemonía en la entidad suriana.
En los sondeos de opinión, las dirigencias nacionales de los partidos aliados corroboraron lo que ya se sabía: que Angel Heladio Aguirre Rivero es el político mejor posicionado en el estado para buscar ser gobernador, inclusive por encima del futuro candidato del PRI.
Para quienes desde hoy argumentan que no les resultará la jugada, parecen olvidarse de dos cosas concretas: A) Que las alianzas que se han tejido en otros estados no han sido para competir, sino para ganar. Y B) Que Angel Heladio Aguirre Rivero está completamente convencido del buen momento político que vive y que no llega al proceso electoral para ser un buen animador, sino para buscar con todo la gubernatura.
Los añorvistas y románticos de la política, hoy se rasgan las vestiduras ante la futura candidatura de Angel Heladio Aguirre Rivero impulsado por una mega alianza de partidos Anti-PRI. Hoy quieren dar clases de ética y moral. Apelan a la resistencia de los verdaderos militantes del PRD, para que no respalden esa candidatura. Sin embargo, olvidan que es más la gente que no milita en los partidos políticos. Y que los sondeos que sirvieron de base para que en la casa de enfrente le abrieran la puerta al senador Aguirre Rivero, fueron aplicados también a la sociedad civil. Esa es la cuestión.
Mensajes y comentarios: geruanoc@hotmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.