Columnas

Entre la verdad y la ficción

Jorge Luis Falcón Arévalo

BENITO GARCIA, UN PANISTA EMBUSTERO

El delegado federal de la Secretaría de Comunicaciones y Transporte (SCT), en Guerrero, es mitómano por ejercicio partidista; zoquete por biología y falsea por inculto.

Hasta en el nombre miente Benito; porque guardando las distancias con el benemérito, al menos tratara de elevar a buen rango de respeto, el nombre de pila, que en un buen día sus padres le indilgaron. Tal vez rememorando sus progenitores al oaxaqueño, creyendo que éste pelmazo diera lustre a través de los años o, a lo mejor, por experiencia de la praxis existencial.

García Meléndez, un empleado de gobierno que enredado con su torpe lengua. No ha podido clarificar qué es lo que hace en esa dependencia que es uno de los brazos importante del ser humano: las carreteras. Dice el poema de Antonio Machado «...se hace camino al andar» ó el de Agustín Ramírez «por los caminos del sur, vámonos para Guerrero...» Los caminos vinculan, comunican, entrelazan. Los caminos otorgan desarrollo, estrechan armonías, proporcionan expansión. Ese es el camino hacia la civilización.

Pero el taxqueño, haciéndose especular -porque no se les pude señalar como asesores- por dos mentecatitos y engañabobos como Roberto Marbán Castrejón y Héctor Francisco Zurita Gámez, pues lo han llevado al precipicio de su labor; a la desgracia política; así como a la delación de sus propios congéneres panistas, a la inculpación rígida de legisladores y recriminación obscena por la sociedad guerrerense.

Benito García Meléndez, tiene ante si un solo camino... ¡Sólo él sabe a donde!