Columnas

Falconario

Jorge Falcón

DEMOCRACIA VS TEOCRACIA

La democracia vive de movimientos, cambios, disposiciones contractuales, tiempos fluidos, dinámicas permanentes y juegos dialécticos. Se crea a sí misma, se anima, cambia, se metamorfosea y se construye frente a una voluntad que surge de fuerzas vivas. Recurre al uso de la razón, al diálogo de las partes, a los actos comunicacionales y a la diplomacia como también a la negociación. La teocracia funciona a la inversa: nace, vive y goza de la inmovilidad, de la muerte y de lo irracional.

Gracias a su Dios -rememorando a Moisés que le dio el Decágolo- a los añorvistas les dio su «Manual de guerra sucia». Moisés equivale a Descartes; Jesús, a Kant; y Mahoma, a Nietzsche. La alianza PRI-PVEM-Panal, equivale al averno y sus demonios.

Don Manuel Añorve Baños, se placea entre el mito y la fábula. Entre el error y lo fantástico. Su equipo de asesores, lo ha perdido entre los dictados y no en decisiones así entre otras brutalidades del ser humano irracional; lo han manejado y encaminado al abismo de la antipatía popular.

Mientras para unos, es «amarás a tu prójimo como a tí mismo»; los otros, en sus «tablas», dice: « Inhibir la participación con brigadas de camionetas con 10 personas armadas recorriendo las casillas para proteger a nuestros compradores del voto y provocar que los simpatizantes de Ángel Aguirre Rivero ya no asistan a las urnas».