martes, 18 de enero de 2011

Columnas

Falconario
Jorge Falcón
SÍNDROME DE CAÍN
«Ambición desmedida y enfermiza», con esos términos contundentes califica Angel Heladio Aguirre Rivero, el comportamiento de Manuel Añorve Baños. Y vaya que sabe porque lo dice. El parentesco en ambos, es por conocimiento de causa. Por ello, la expresión, por la cercanía de años de trabajo. Por las familiaridades. Por su tutela. Por la falta de respeto.
Freud, satisfecho debe estar de esta connotación. Más no la familia del político Guillermo Sánchez Nava, por los improperios léperos e irrespetuosos que han proferido los canallas hacia el supuesto «montaje» de la despiadada golpiza, casi para matarlo, por parte de presuntos jóvenes añorvistas. Vándalos que enarbolan un fanatismo enfermizo, de un ambicioso candidato, que espera con avidez sea 30 de enero, para incendiar sus naves y partir -si el voto le favorece- en busca del vellocino de Oro, en Casa Guerrero.
El aliancista del PRI-PVEM y Panal, émulo de Caín, con arma -guerra sucia- en ristre busca «matar» la democracia y enarbolar a través de la violencia, entronizar a quienes han defraudado y arrebatado todo hálito de desarrollo y paz a los guerrerenses. Los que4 han defenestrado la lucha de la izquierda en Guerrero.
Y para dejar que la «quijada de burro», siga en esa ambición enfermiza, «Interceptar a los RC (Representantes de Casilla) en el transcurso a las casillas e insistirles que acepten nuestro apoyo económico y subir al doble el apoyo económico si es necesario y demostrarles que no estamos jugando, por ello deben de hacerse acompañar del equipo de choque (jóvenes de negro).