lunes, 17 de enero de 2011

Cultura/social

Miedo en el alma
Apolinar Castrejón Marino
Nuestra alma tiene cuatro gigantes que la acosan permanentemente, y dominan nuestras acciones en la vida cotidiana, familiar e incluso, profesional. El gigante negro del miedo es el mayor y más poderoso.
Este gigante determina nuestra posición en la vida y la sociedad, porque puede encerrarnos en una caverna en la cual se extravíen nuestras funciones orgánicas y mentales, pero también puede lanzarnos a realizar hazañas que excedan nuestros límites biológicos.
INSEGURIDAD Y VIOLENCIA.
Por las actuales circunstancias sangrientas en que vivimos los mexicanos, algunos sufrimos cuadros patológicos que ponen en riesgo nuestra integridad física y mental; el miedo es el más padecido. Puede ser tan grande, que nos cubra totalmente con su oscuridad, y nos impida ver que nos tiene en sus garras. Se presenta en todos los seres vivos, desde los seres unicelulares como la amiba hasta los animales carniceros salvajes, pasando por los intelectuales más preparados, y las mujeres más hermosas.
En las esferas humanas, el miedo tiene diferentes grados, como el temor, el espanto, y el terror, y se aloja en la mente en diferentes niveles que van desde la dimensión real, hasta la ficticia. Lanzarse hacia un precipicio, es un miedo real, pues la muerte que nos aguarda es segura; pero el temor a la oscuridad es un mecanismo defensivo hacia lo ficticio, pues no sabemos qué nos podemos encontrar.
ENTRE ABOGADOS TE VEAS.
En cualquier caso, el miedo desencadena funciones insospechadas en nuestro organismo. Se nos eriza el pelo de la nuca y de la espalda, como si fuéramos animales ferales; nos torna pálidos cadavéricos; crispa nuestros puños y contrae nuestras pupilas. Pero el miedo a morir puede también lanzarnos a hazañas heroicas, como luchar contra una fiera salvaje o lanzarnos al mar embravecido a salvar a un semejante. En la historia más remota, los hombres tenían que rebasar su miedo, para enfrentarse a las bestias salvajes que los amenazaban, o de las cuales se alimentaban.
En la cotidianidad, los mexicanos tenemos miedo de ser secuestrados, asaltados o asesinados, pero tememos más vivir una situación en que tengamos que enfrentar la fauna rapaz de los ministerios públicos. Tenemos miedo de que nuestros domicilios sean visitados por intrusos, pero tenemos más temor de dispararle a un delincuente en defensa de nuestro patrimonio, porque nos aterra la vida en los presidios.
LOS CUATRO GIGANTES.
Emilio Mira y López escribió un libro que se titula «Los Cuatro Gigantes del Alma». Y también acuñó una frase que gusta mucho a los «revolucionarios» de cualquier signo: «Es mejor morir de pie, que vivir de rodillas». Fue un médico y psiquiatra español. Científico, congresista y escritor, que dirigió varias instituciones muy importantes como el Instituto de Orientación Profesional de Barcelona, el Centro de Orientación y Selección profesional de la Escuela del Trabajo de Madrid, y el Instituto Psicotécnico de la Generalidad de Cataluña.
Escribió 30 libros y fundó más de una docena revistas especializadas en sicología. Impartió cursos y presidió importantes congresos en EEUU, Argentina, Cuba, Uruguay, Guatemala, Ecuador, Venezuela y, Brasil. Fue jefe de los servicios psiquiátricos del ejército republicano en 1938, con rango de teniente coronel; miembro del Consejo Superior de Cultura de la República de Weimar; presidente del Instituto de Adaptación Profesional de la mujer y médico director del manicomio de San Baudilio de Llobregat, en Alemania.
IRA, DEBER Y AMOR.
En ocasión posterior trataremos acerca de los gigantes del gigante verde de la ira, el gigante amarillo del deber y el gigante rosa del amor, según los conceptos de este genial personaje, que a pesar de los años transcurridos, continúa tan vigente.
LE RECORDAMOS que por medio del correo electrónico kastrexon_7@hotmail puede expresarnos sus opiniones, críticas y comentarios.

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