viernes, 7 de enero de 2011

PRIMERA PLANA


Después de los festejos
Mamá Lonchi, ya vende
Quinta y última parte
Texto:Javier Francisco Reyes/Fotos: Domingo Francisco Reyes.ACAXTLAHUACAN, PUEB.—Después de las fiestas decembrinas, el festejo del cumpleaños 110, la abuelita Mamá Lonchi, volvió a sus andanadas vendiendo su ropa en las ferias de los pueblos, ahora mismo está en Xihuitlipa, Guerrero distante a unos 20 kilómetros.
El mismo 29 de diciembre, día de la fiesta, el periodista de Tlapa de Comonfort, Mario Basurto Medellín, entrevistó a la abuelita Lonchi, a quien entre otras cosas le declaró que recuerda que cuando apenas tenía sus primeros 10 años de vida, había estallado el movimiento armado de la Revolución Mexicana de 1910, y vio como llegaban los soldados a la comunidad de Tehuaxtitlán, municipio de Olinalá, Guerrero, «hicieron muy feo a las mujeres, mataron animales, se llevaron sus alimentos».
También recordó la abuelita Mamá Lonchi, que ese año no llovió, y como no hubo siembras, mucho menos cosechas, las personas se alimentaron con nanchis durante dos meses. El evento y la entrevista, ya fueron transmitido por el sistema de Radio y Televisión de Guerrero «Soy Guerrero» en sus noticieros del 3 de enero del 2011. Inclusive comentado por los conductores, sorprendidos por los 110 años de la festejada.
Para cerrar el año enfiestados, el 30 de diciembre, un día después del gran festejo, volvió la abuelita María Leonor Melchor Navarrete a la casa de su nuera Clara Reyes Navarrete a seguir departiendo el pastel, abrió sus múltiples regalos, y siguió recibiendo otros mismos que mostró a los presentes.
Como ya estábamos entrados en los festejos, el mismo 30 con una comida, se celebró el cumpleaños de la nuera de la nieta, Cira Francisco Reyes, Amalia Juárez Alcaide, que recibió también los parabienes de su familia, encabezada por su papá Antonio Juárez Salas y tampoco pasó desapercibido, pues el 25 de diciembre fue su cumpleaños de la también nuera de la nieta, Yenny Vivar de la Rosa, igualmente fue felicitada, por su esposo Humberto Silva Francisco, su hijo Yahir y por los asistentes.
Ese día, no solamente hubo comida, si no también se siguió departiendo el pastel de la abuelita mamá Lonchi, pero ya a nivel familia, en donde estuvieron las nueras y hermanas Gertrudis y Vicenta Castillo Reyes y Clara Reyes Navarrete, así como su hijo Santiago y algunos nietos y bisnietos.
El 31 en la noche, en el domicilio de Abel Francisco Melchor acompañado de su esposa Vicenta Castillo Reyes, y su familia, ofrecieron la cena para recibir el año 2011, en donde hubo aguinaldos, se rompió la piñata. En el primer minuto del año, hicieron uso de la palabra el que esto escribe, su tío Santiago y por su supuesto la abuelita mamá Lonchi, los tres coincidieron en hacer un llamado a la unidad y reconciliación y bienestar familiar para que este año les vaya muy bien a todos.
El primero de enero del 2011, acompañaron a la abuelita Leonor Melchor Navarrete, al punto conocido como «El Campo», por su nuera Clara Reyes, con sus hijos Cira, ésta con su hijo Humberto, éste con su esposa Jenny y su hijo Yahir; Javier, Domingo, su nueras Anselma González Solano, su hijo Jorge; Magdalena Roque Cesáreo, sus hijos, Noel, Javier, José Angel y su esposa de este Itzel Rodríguez Pineda, junto con su pequeño Hijo (tataranieto), Alexis, para convivir con la familia Francisco Ojeda, en donde viven los nietos Leobarda, Alejandra y Geraldo este junto con su esposa Magdalena, sus dos hijos y como siempre buenos anfitriones ofrecieron almuerzo y comida.
Cuando arribó el contingente de visitantes, Geraldo y su esposa Magdalena se encontraban limpiando el pozo de un manantial, con que se surten de agua para su consumo y para regar las plantas de sus pequeñas parcelas, y hasta ese lugar llegó Cira para ayudarlos, junto con los sobrinos Javier, Noel y Humberto, por su supuesto nuestro director quien auxilió a «regar» las plantas con el agua que se estaba sacando del manantial.
Posteriormente se reunieron para seguir conviviendo, en tanto los bisnietos Javier y Jorge, se fueron de cacería furtiva, al campo, logrando matar con una resortera un conejo, y el 2 de enero sirvió de platillo para la almuerzo de la familia Francisco, Silva, Juárez y Vivar.
En tanto la abuelita para ese día 2 de enero se preparaba para trasladarse a la comunidad de Xhuitlipa, Guerrero, a vender ropa a partir del 3, en el marco de las festividades de ese pueblo que se encuentra distante a 20 kilómetros y seguramente estará de regreso el fin de semana para continuar desarrollando su agenda de ventas.
Como podemos constatar, la abuelita Leonor Melchor Navarrete, acompañada siempre de su nieta, Elvia Francisco Navarrete, siguen su trajinar de la vida. Las fiestas quedaron atrás, ahora hay que ver el futuro y enfrentar los vaivenes de la vida.

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