jueves, 24 de febrero de 2011

Columnas

El grillito sin censura
Alfonso Cerdenares Domínguez
**Poco tiempo durará el desalojo de fritangueras en Chilpancingo… **La herencia del vampiro canadiense y gringolandia nos está arrasando poco a poco… **El Casino del Estudiante, ¿una Escuela de Artes y Oficios?...
EL DESALOJO DE LAS FRITANGUERAS EN EL CENTRO DE LA CIUDAD DE CHILPANCINGO ES ALGO QUE NO PUDIERA DURAR MUCHO TIEMPO, pues ahora algunos se han ubicado en los pasillos del paso desnivel, sea del sur como del norte; ayer vimos cómo un camarógrafo andaba haciendo un reportaje de la gente que se encuentra vendiendo chacharitas, desde discos compacto –de los clones, considerados piratas –hasta juguetitos chinos, hechos de plástico; el reportaje televisivo puede ser para bien o para mal; lo cierto es que el centro de Chilpancingo luce un tanto mejor sin los comercios donde la gente se arriesgaba a darse tremendo quemón, dado que utilizaban aceite de cocina para preparar sus aceitosas gordas de “noséqué” tantos ingredientes, los más como para convertirse en un enorme elefante blanco, cual secretaría de Estado que solamente está como adorno; ahora solamente quedaría regular la permanencia de los artesanos que, a decir verdad, se han convertido en una verdadera postal para el zócalo de la capital; lo malo son los juegos esos de tragamonedas que han invadido mucho espacio cercano a los puestos de revistas; también habrá que regular las actuaciones de los payasos y la venta de globos; nosotros recordamos hace años, cuando aún no estaba el paso a desnivel, cómo los hacedores de globos, cada domingo, solían salir a vender su mercancía en el jardín central, mientras la Banda de Música del Gobierno del Estado, deleitaba a las familias con su estupenda música; también salían a vender los algodones de azúcar que los padres de familia nos compraban a los niños; eran domingos bonitos, alegres, lejos de toda inseguridad; ahora eso va quedando atrás, LA HERENCIA DEL VAMPIRO CANADIENSE Y GRINGOLANDIA NOS ESTÁ ARRASANDO POCO A POCO; por fortuna, ya no vemos por ahí a los Emos, Punketos y demás Cholos; los jóvenes de Chilpancingo deben de abrir los ojos y querer a su tierra suriana y tratar de preservar nuestra cultura madre; es más, debemos de velar porque Chilpancingo luzca lejos de ser un basurero; además, se tiene que buscar la manera de que nuestros hijos dejen por la paz los rayoneos que suelen hacer, cada que un edificio es pintado por sus moradores, sean oficiales o particulares; resulta nefasto que, de la noche a la mañana, aparezcan esos feos garabatos que solamente ellos conocen y que afean la ciudad; en ese aspecto, nosotros, los padres de familia, tenemos mucho por hacer, a fin de convencer a nuestros vástagos que dejen ese tipo de actitudes que no nos beneficia y sí nos perjudica; en el caso de los artesanos, nosotros RECORDAMOS LA PROPUESTA DE CONVERTIR LO QUE ES EL CASINO DEL ESTUDIANTE, EN UNA VERDADERA ESCUELA DE ARTES Y OFICIOS, donde se pudiera aprender desde tejer una simple cinta de palma, hasta confeccionar una hamaca; es más, pudieran enseñarse las diferentes lenguas que existen en el estado de Guerrero: Mixteco, Amuzgo, Náhuatl y Tlapaneco, pero también recordamos cómo el inútil de Crispín de la Cruz, o como se llame, secretario de Asuntos Indígenas, nada ha hecho por sus paisanos, por la gente que habla alguna lengua materna; claro está, cómo él tiene todo para “vivir mejor”, no le importa lo que ocurra a su alrededor; en fin, como decíamos al principio, el zócalo luce un tanto mejor, pero habrá que ver cómo hacerle para que toda esa gente “desalojada” del centro de la ciudad siga llevando el sustento diario a sus hogares, pues muchas familias sobreviven de la venta de fritangas y… ¿quién es el que anda ahí? Comentarios y sugerencias, E-Mail alfcerdenaresd@hotmail.com