PRINCIPAL DE PRIMERA PLANA
Exigen cuotas
jefes de IPAE
Carlos S. Flores.-Nuevamente vuelven a las andadas los altos mandos de Instituto de Policía Auxiliar Estatal (IPAE) en Guerrero, a cuyo frente se encuentra el comandante Rafael Esparza Tafoya, mismo que abusando de su autoridad, viene exigiendo cuotas económicas a los elementos que tiene bajo su mando, además de darles un trato inhumano, hasta llegar a las «mentadas de madre» para aquellos que pretenden reclamar su agria actitud.
Así lo dieron a conocer personal que labora en dicha dependencia pero que, por razones obvias, pidieron mantener en el anonimato sus datos personales, salvo que sea necesario para corroborar esta denuncia que hicieron llegar a este medio informativo, donde también recalcan que, el comandante en mención, asegura estar protegido por heriberto Salinas Altés; através del Teniente, Esteban Adame Romero y el capitán Julio César Reséndiz Cortez.
Señalaron que aparte de robarse la gasolina que le dan para el uso de las camionetas, aún exige cuotas económicas, pero Esparza Tafoya, asegura que es por ordenes directas del director de dicho instituto policial cuyas oficinas generales se ubican en la cabecera municipal de Acapulco, Hugo Plascencia Vázquez y, aquellos elementos que no quieren entrarle con «su cuerno o mochada» son despedidos argumentándoles una serie de faltas en su trabajo.
Los denunciantes solicitaron por este medio, la pronta intervención del gobernador Carlos Zeferino Torreblanca Galindo, para que meta en cintura a esta persona, ya que también utiliza a los elementos para vender dulces y chicles al personal que labora en dicha dependencia, misma donde tiene una camioneta cerrada tipo VAN, exigiéndoles a «los comisionados» del día, a vender determinada cantidad del producto, bajo amenaza de ser arrestados de no acerlo.
Para finalizar -dijeron que- cuenta con un grupo de incondicionales que se encargan de llevarle todo tipo de información, de aquellos que pretenden «alborotar la gallera» y de esta manera empiezan a ser hostigados dentro del horario de trabajo o son arrestados por el mínimo motivo, sin razón alguna, finalizaron.
jefes de IPAE
Carlos S. Flores.-Nuevamente vuelven a las andadas los altos mandos de Instituto de Policía Auxiliar Estatal (IPAE) en Guerrero, a cuyo frente se encuentra el comandante Rafael Esparza Tafoya, mismo que abusando de su autoridad, viene exigiendo cuotas económicas a los elementos que tiene bajo su mando, además de darles un trato inhumano, hasta llegar a las «mentadas de madre» para aquellos que pretenden reclamar su agria actitud.
Así lo dieron a conocer personal que labora en dicha dependencia pero que, por razones obvias, pidieron mantener en el anonimato sus datos personales, salvo que sea necesario para corroborar esta denuncia que hicieron llegar a este medio informativo, donde también recalcan que, el comandante en mención, asegura estar protegido por heriberto Salinas Altés; através del Teniente, Esteban Adame Romero y el capitán Julio César Reséndiz Cortez.
Señalaron que aparte de robarse la gasolina que le dan para el uso de las camionetas, aún exige cuotas económicas, pero Esparza Tafoya, asegura que es por ordenes directas del director de dicho instituto policial cuyas oficinas generales se ubican en la cabecera municipal de Acapulco, Hugo Plascencia Vázquez y, aquellos elementos que no quieren entrarle con «su cuerno o mochada» son despedidos argumentándoles una serie de faltas en su trabajo.
Los denunciantes solicitaron por este medio, la pronta intervención del gobernador Carlos Zeferino Torreblanca Galindo, para que meta en cintura a esta persona, ya que también utiliza a los elementos para vender dulces y chicles al personal que labora en dicha dependencia, misma donde tiene una camioneta cerrada tipo VAN, exigiéndoles a «los comisionados» del día, a vender determinada cantidad del producto, bajo amenaza de ser arrestados de no acerlo.
Para finalizar -dijeron que- cuenta con un grupo de incondicionales que se encargan de llevarle todo tipo de información, de aquellos que pretenden «alborotar la gallera» y de esta manera empiezan a ser hostigados dentro del horario de trabajo o son arrestados por el mínimo motivo, sin razón alguna, finalizaron.
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