jueves, 10 de marzo de 2011

Columnas


El Alacrán
¡HAY QUE CHINGARSE CON LAS NALGONAS!
Así es, mis estimados apaches, vivir en esta Capital ya no es un lujo, hay que pedalearle para sacar los frijoles, no importa donde sea, hasta abajo del culo del Diablo por que cada día están mas lejos de los lombricientos mocosos, caminar por la Capital con sus banquetas muy estrechas, pensando en donde estará el billuyo (dinero) sin darse cuenta enfrente de usted camina una dama “NALGONA” y ocupa casi toda la banqueta, que hace bajarse de la banqueta, para poder adelantarse esa NALGA mide como 60 o 65 centímetros y el ancho de la banqueta es de 90 centímetros le quedan 25 centímetros de banqueta, ni modo a bajarse, pero si usted no lleva prisa sigue a la dama, esta se detiene y lo deja pasar, quedándosele mirando con una vista asesina, y pensando este cabrón me viene viendo mis queridos glúteos, lo que piensa El Alacrán quien se le puede quedar viendo a un montón de kilos de ¡SEBO! pero olvídese hay unas ¡NALGONAS! de hasta 70 centímetros de ancho y viajan en las Combis, se sientan y su lugar favorito es el asiento de la parte trasera de la combi ocupando casi dos espacios pero solamente paga un lugar, y por tanta manteca que trae en las nalgas es sofocante el calor y tiene que abrir la ventanilla, les recuerdo que en esos asientos son solamente para cuatro gentes, en esta ocasión fueron para tres, la nalgona, su servidor y otra mujer, que viendo como estaba sufriendo para sentarme, no se hizo a un lado, entraron un cuartito de mis pelonas y flacas nalgas, y colgándome los blanquillos apenas me senté, por fin esta dama llegó a su destino se levantó, dejando un aroma a ¡MIERDA!
Los Quiere Cecilio