jueves, 10 de marzo de 2011

Columnas


Cosmos
Héctor Contreras

El pasado día 30 de diciembre de 2010 se cumplieron 50 años del fatídico acontecimiento en que una veintena de guerrerenses, mujeres, hombres y niños, murieron ante la brutal acometida del gobierno contra el pueblo de Guerrero, que unido a sus estudiantes exigían la autonomía de la Universidad de Guerrero.
Hubo esta vez, como todos los días 30 de diciembre, un evento conmemorativo en la alameda “Granados Maldonado” de Chilpancingo en el que se dieron cita líderes estudiantiles y del pueblo de aquella época, familiares de los Caídos que, a cincuenta años de su trágica muerte fueron recordados en los discursos que se pronunciaron.
El señor rector de la Universidad Autónoma de Guerrero, el Doctor Ascencio Villegas Arrizón, pronunció el Discurso Oficial a nombre del Álma Máter y ahí, en esa ceremonia solemne, nos hizo favor de presentar al pueblo de Guerrero, un modesto libro que intitulamos: “Chilpancingo, 30 de diciembre de 1960”, editado por la propia UAG.
El libro reproduce entrevistas que realizamos a los protagonistas de aquellos acontecimientos. El estimado y muy valioso Maestro Martín Ortiz Valle, nos hizo favor de hacer el prólogo de la modesta obra, impresa en los talleres gráficos de la UAG, por compañeros trabajadores y directivos de esa área y a quienes con profunda emoción agradecemos su apoyo.
El titular de Comunicación Social de la UAG, el cordialísimo amigo don Fernando Agüero Mancilla, nos hizo llegar ayer, por internet, el discurso del señor rector y que con mucho gusto reproducimos a continuación. Gracias por la amabilidad del amigo Agüero Mancilla.
La dotación de libros que solicitamos a las autoridades universitarias, aún no nos han hecho favor de entregárnoslos, por lo que no hemos podido cumplir con la responsabilidad de obsequiarlos a todas y cada una de las personas que muy generosamente nos proporcionaron información tan valiosa e histórica, y por lo cual ofrecemos nuestras más sentidas disculpas.
Agradecemos públicamente la valiosa intervención de don Nicolás Pineda, para la impresión del libro. El es un valioso funcionario universitario quien también, por sus múltiples ocupaciones, no ha podido brindarnos su atención para obtener alguna dotación de libros. Pero reconocemos su interés y valía como distinguido universitario.
DISCURSO PRONUNCIADO DEL DR. ASCENCIO VILLEGAS ARRIZÓN EL 30 DE DICIEMBRE DE 2010, EN EL HOMENAJE A LOS CAIDOS DE 1960.
Hoy los universitarios guerrerenses, los familiares de los caídos aquel 30 de diciembre de 1960, amigos y sobrevivientes de ese desafortunado y triste acontecimiento nos encontramos ante este monumento a los caídos, con el propósito de recordar a nuestros héroes que nos dieron una opción de educación superior universitaria, nuestra querida Universidad Autónoma de Guerrero.
A cincuenta años de aquel fatídico hecho, la Universidad Autónoma de Guerrero refrenda el compromiso de brindar educación media superior, superior y de postgrado con calidad y compromiso social, así lo demuestra el reconocimiento publico que nos ha otorgado en días pasados el gobierno federal a través de la Secretaria de Educación Publica, por contar con el 87.1% de la matricula del nivel superior como programas de buena calidad, de acuerdo a los organismos evaluadores, como los comités interinstitucionales para la evaluación de la educación superior, los CIES.
Con este acto se cierra un ciclo de celebraciones, se cierra el ciclo de conmemorar el bicentenario de la Independencia de México, se cierra el ciclo de conmemorar el centenario de la Revolución Mexicana, y aquí en Chilpancingo cerramos medio de siglo de luchar por instaurar a la Universidad del Sur, la Universidad Autónoma de Guerrero.
Los universitarios no quisimos que pasara desapercibida esta fecha y como testimonio se presenta hoy aquí y en estos momentos el libro “Chilpancingo 30 de diciembre de 1960”, del conocido chilpancinguense, don Héctor Contreras Organista, que con toda su experiencia expresa la voz del pueblo, con toda su crudeza, los sufrimientos y la represión gubernamental estatal contra los estudiantes en huelga y un pueblo indefenso, el pueblo de Chilpancingo.
Para conmemorar a los caídos, el libro que se presenta es con los colores del escudo oficial de la Universidad Autónoma de Guerrero, el rojo que representa la sangre de los estudiantes que murieron el 30 de diciembre de 1960, el gris que significa el momento triste para todos los guerrerenses y en particular para el pueblo de Chilpancingo, que participaba activamente en este movimiento, también lleva como imagen en la portada una fotografía del monumento a los caídos, Chilpancingo 30 de diciembre de 1960 de don Héctor Conteras Organista, no es un libro cualquiera, es un libro muy particular, es un libro que no se estructura capitulo por capitulo, sino que el tema principal es que desde diferentes miradas, encuadres, ópticas, interpretaciones, se narran los acontecimientos de aquel 30 de diciembre de 1960 en las principales calles de Chilpancingo.
Así tenemos las versiones de once distinguidos dirigentes universitarios, cuatro lideres del pueblo, quince vivencias de familiares de los caídos, cuatro versiones de heridos, diez versiones de testigos presenciales, total cuarenta y tres versiones sobre el mismo problema: la insensibilidad del general Raúl Caballero Aburto, gobernador del estado de Guerrero en ese momento, de no querer atender por necedad y capricho una demanda muy sentida y legitima del pueblo de Guerrero, la instauración de la Universidad del sur, optando por la represión, dejando un saldo de dieciséis muertos y treinta y nueve heridos, quedando para la historia como un gobernador represor de un pueblo indefenso, también se incluye al termino del libro la versión del licenciado Jorge Vélez Vázquez de cómo nace el escudo de la Universidad Autónoma de Guerrero, del cual él mismo es autor, además se incluye la versión del ciudadano Juan de Dios Estrada Castañón, de cómo se crea la porra de la Universidad Autónoma de Guerrero.
La Universidad Autónoma de Guerrero tiene identidad, tiene historia, tiene sus héroes, tiene su escudo, tiene su himno, tiene su lema y tiene su porra: “Por la gloria de Cuauhtémoc, Tata Gildo y Nicolás, Guerrero será inmortal, ¡Salve, Salve… Universidad!”.