jueves, 10 de marzo de 2011

Cultural/Social


La ideología
Apolinar Castrejon Marino


Millones de mexicanos, quedaron atónitos y sorprendidos cuando Felipe Calderón dijo que sus correligionarios debían buscar a los mejores hombres y mujeres para convertirlos en candidatos.
Y empezaron a rasgarse las vestiduras, no solo los panistas, sino también los priístas y los perredistas ante la manifiesta incapacidad del PAN para afrontar los compromisos para los procesos electorales por venir.
Los analistas y comentaristas de noticias, se apresuraron a reclamar la descomposición de la política, la perversión de los mecanismos de selección de los candidatos y…la falta de principios y de ideología.
¿Reclaman ideología? El término ideología fue formulado por Destutt de Tracy en su libro “Mémoire sur la faculté de penser”, publicado en 1796 en el cual, sin mayores pretensiones afirmaba que ideología es una colección de ideas.
Medio siglo más tarde, Carlos Marx completó el concepto afirmando que “La ideología es el conjunto de las ideas que explican el mundo en cada sociedad, en función de su modo de producción”. “La ideología es la encargada de integrar el sistema de relaciones sociales, con los conocimientos prácticos necesarios para la vida, poniendo especial cuidado de evitar que los oprimidos perciban su estado de opresión”.
Muchos partidos políticos llaman ideología a los estatutos de su partido. Ello convierte a la ideología en un juego de reglas, doctrinas, mitos y símbolos, con los cuales se identifica una clase o un grupo social y que trata de imponer para el funcionamiento y orden de la sociedad.
Así, las ideologías políticas tienen dos dimensiones:
Fines: Cómo la sociedad debería funcionar u organizarse.
Métodos: La manera más apropiada para lograr este fin.
Según los estudios sociales, una ideología política se preocupa mucho de cómo el poder debería asignarse y a cuales fines debería ser usado. Anarquismo, Conservadurismo, Liberalismo, Nacionalismo, Ecologismo o Feminismo, son expresiones ideológicas. Algunas como el Socialismo, originan otros conceptos igual de sospechosos: democracia social, socialismo reformista y socialismo democrático.
La historia de la humanidad, nos demuestra que el fundamento de toda idea es un deseo o necesidad insatisfecha de la cual el individuo, en ocasiones ni siquiera es consciente. Pero el ideal es siempre una necesidad, un deseo material disfrazado fraseológicamente como aspiración moral, social o política.
Durante la edad media todos los ideales buscaban ser una guía de la conducta de los hombres, una salvaguarda para mantenerlos en la senda del bien. La iglesia puso de moda la idea de que ante Dios, todos somos iguales. Pero esta idea no incluía a los obispos, cardenales, papas y demás fauna gorda improductiva y parásita que gozaba quitándoles a los campesinos y sirvientes casi la mitad de los productos de su trabajo.
Con esta mecánica, la iglesia se enriqueció mientras los pueblos se hundían en la pobreza. Así se originó el círculo vicioso: los pueblos arruinados y esclavizados, sumidos en la ignorancia y la superstición, se veían necesitados de consuelo y esperanzas sobrenaturales, y la iglesia se sintió con todo derecho de institucionalizar los diezmos, las primicias, los legados y las dádivas. Así su poder creció hasta sumar 2 terceras partes de las tierras cultivables de Europa.
El poder político entraña poder económico, esa es la única razón de lucha entre los políticos y sus partidos, y la forma de gobierno depende de la distribución de la tierra: si pertenece a un solo hombre se llama monarquía, cuando está en manos de unos pocos, se llama aristocracia, y si está repartida entre el pueblo se denomina democracia.
Cuando los individuos actúan por motivos distintos a los económicos, quizá se sacrifiquen por sus hijos, sus compatriotas o sus dioses, pero esas descarriadas hazañas de heroísmo o de locura, pesan poco en el auge o decadencia de las naciones.
En 1871 el canciller Otto Bismark decía que la idea es el instrumento del deseo, que lo mismo en los grupos como en las naciones, los deseos son siempre económicos; y que no hay moral entre las naciones ¿Qué tal?