miércoles, 27 de abril de 2011

CULTURAL/SOCIAL

Nuestra Independencia
Apolinar Castrejón Marino

El 28 de abril de 1836, España reconoció la Independencia de México, después de casi 26 años de lucha armada y 25 mil mexicanos muertos.
El pasado año 2010 celebramos con regocijo el «Bicentenario de la Guerra de Independencia», presuntamente para honrar la memoria de nuestros héroes y conocer las hazañas que realizaron y que nos dieron patria.
Bueno, al parecer, todos fueron gastos y esfuerzos inútiles, pues seguimos siendo tan ignorantes de nuestra nacionalidad y de la vida y obra de los hombres y mujeres que ofrendaron su vida luchando contra los invasores y explotadores.
Nuestros niños y jóvenes tienen como héroes a futbolistas, «artistas» entes fantasiosos de las películas. Nuestra afirmación no es gratuita; pregunte a sus hijos, hermanos o alumnos a quien admiran.
Pero quizá no sea culpa de los jóvenes y niños, no saber quiénes han sido los prohombres de la Independencia de nuestro país. La política educativa dictada desde los años 90s proscribió la memorización de nombres, fecha y datos en la educación básica.
Asimismo, los libros oficiales han ido expulsando de sus páginas muchos nombres de patriotas, bajo el argumento de que «no existieron».
Así que para aumentar tal estado de confusión reinante, procederemos a anotar muchos datos tan inútiles como extraños. ´Ahi va.
El 26 de junio de 1811 fueron fusilados en Chihuahua, los caudillos del movimiento independentista, Ignacio Allende y Juan Aldama. Estos nombres son muy utilizados para poner nombres a las calles.
El 19 de julio de 1824 fue fusilado Tamaulipas, Agustín de Iturbide, quien fue el primer emperador de México. El 20 de marzo de 1823 fue obligado a abdicar y fue desterrado a Florencia y después a Inglaterra. Durante su ausencia fue declarado traidor a la patria. Un año más tarde, sus amigos y familiares lo invitaron a regresar a México, en donde podría regularizar su situación. Pero el llegó por el puerto de Soto La Marina en Tamaulipas, donde el Congreso local lo mandó fusilar de inmediato.
El 26 de julio de 1863 murió en la ciudad de San Miguel de Allende, Guanajuato, Juan José Martínez «El Pípila». Muy recordado por su hazaña de haber quemado la puerta de la Alhóndiga de Granaditas para que pudiese ser tomada por los insurgentes el 28 de septiembre de 1810. Se cuenta que después de terminada la Guerra de Independencia, regresó a trabajar a las minas de El Mellado del poblado de Valenciana, y murió a causa del polvo y gases que hay en todas las minas.
El 9 de agosto de 1782, nació en la población de Tixtla, al oriente de la ciudad de Chilpancingo, Vicente Ramón Guerrero Saldaña. Es un tanto extraño que en aquel lugar no hay testimonios de otros personajes con tales apellidos, ni antes, ni después de la existencia del caudillo.
El 13 de enero de 1811 el insurgente suriano Julián de Ávila derrotó a las fuerzas realistas acampadas en Tres Palos, cerca de Acapulco. A las autoridades se les hace poco importante, y no realizan celebración alguna.
El 15 de enero de 1831 el ministro de guerra del presidente Anastacio Bustamante, José Antonio Facio, se confabuló con el marino genovés Francisco Picaluga para secuestrar al general Vicente Guerrero. En la playa Tlacopanocha, en Acapulco Picaluga invitó a Guerrero a almorzar, pero una vez arriba del barco «El Colombo» lo desarman y toman prisionero. El apellido de Picaluga se convirtió por este hecho en sinónimo de traidor.
El 25 de junio de 1811 el cura Morelos conquistó la ciudad de Tixtla. Se presume que entonces exclamó «A las doce comeremos en Tixtla», para arengar a sus tropas.
El 14 de mayo de 1911 las fuerzas revolucionarias de Julián Blanco y Laureano Astudillo, después de algunos días de sitio vencieron a los porfiristas, y recuperaron de la ciudad de Chilpancingo.
El 23 de enero de 1823 los generales Vicente Guerrero y Nicolás Bravo pronunciados en contra del mal gobierno del emperador Agustín de Iturbide, se batieron contra las tropas imperiales en Almolonga, pueblecito del municipio de Tixtla. Derrotaron a los iturbidistas y durante la batalla mataron a su jefe Epitacio Sánchez.
El 8 de abril de 1811, al anunciarse en la ciudad de México la captura de Hidalgo, Allende, Abasolo, Aldama, Jiménez, Camargo y otros. Doña Mariana Rodríguez del Toro de Lazarín, al ver la tristeza y desaliento exclamó: «¿No hay otros hombres en América aparte de los generales que han caído prisioneros?».
El 1 de abril de 1829 tomó posesión Don Vicente Guerrero como Presidente de México. Solo estuvo en la Presidencia 7 meses con 17 días.