miércoles, 13 de abril de 2011

PRIMERA PLANA

Caciques pretenden en
despojarlo de sus tierras
Un largo peregrinar, tocando puertas en muchas instancias de gobierno para que sea escuchado el clamor de justicia; pero no la hay para el campesino Aquilino Nava Díaz, quien se ha enfrentado al terror y poder de unos caciques de su propio pueblo Cuautenango, perteneciente al municipio de Chilapa de Alvarez, quienes además en un acto de prepotencia y abuso le cortaron el servicio del agua potable rompiendo la toma de este vital líquido ¡desde hace más de un año! por lo que su esposa y cuatro menores hijos se asean con agua de una presa contaminada con eses de ganado y así lavan ropa, trastes y para sus alimentos.
Estos caciques son Delfino Casarrubias Vázquez y dos hijos, uno licenciado y otro maestro quienes le han pretendido despojar de un pequeño predio con el pretexto de que el “pueblo” necesita ese terreno para que pase por ahí el ganado, aunque los únicos que tienen son ellos por lo que a toda costa le están arrebatando unos 250 metros cuadrados.
Este es el motivo por el que iniciaron los problemas, por no dejarse y luchar por defender su tierra, le cortaron el agua desde hace más de un año, para subsistir tienen que acarrear el vital líquido de la presa a su hogar donde los cuatro pequeños hijos y la esposa de Aquilino se las “arreglan” para resolver la falta de agua entubada.
Este sábado en un intento de resolver el problema fueron convocado a una asamblea en la Comisaría municipal, pero solo sirvió para que la gente que respalda a estos caciques que tienen amenazados al pueblo con hacerles daño tanto física como en su patrimonio, le dijeran que ahí no hay más ley que la de ellos, ni el gobernador Angel Heladio Aguirre Rivero y mucho menos el alcalde de Chilapa el priísta Sergio Dolores Flores pueden intervenir, pues son “autónomos” y se rigen por la tradición de “usos y costumbres”.
De esta terrorífica situación fueron testigos un licenciado de la Sindicatura de Chilapa, cuando los caciques quienes gritaron que nada se hace en la comunidad sin el consentimiento de ellos, pues el comisario local nada puede hacer ya que fue impuesto en el cargo solo para atender los intereses de estas personas.
En esta reunión dijeron que le hagan como lo hagan nada ni nadie puede contradecir lo que ellos dicen. Es más no hay ley más que la que ellos imponen y que ni Aguirre Rivero o el presidente municipal Sergio Dolores Flores puede entrometerse en el asunto que no es de su competencia porque el pueblo nada les debe.
En esta reunión volvieron a afirmar que no le dejarán la tierra a don Aquilino, tampoco le devolverán el servicio de agua entubada como castigo a la rebelión de los caciques, y claro en la comisaría solo fueron convocadas las gentes pagadas por ellos para que los ahí presentes escucharán que son el “pueblo” quien ha tomado tal vergonzosa y criminal determinación de no darle el agua a esta familia.
Desde el inicio de este problema Aquilino Nava Díaz se vino a Chilpancingo a que “alguien” le ayudara, así entregó un oficio en la oficialía de partes del que fuera gobernador Carlos Zeferino Torreblanca Galindo, pero jamás le localizaron para ofrecerle la ayuda que pedía y así culminó el mandato y no le resolvieron nada.
Luego fue al congreso a dejar el documento en donde pedía justicia al que fungía como presidente de la Comisión de Gobierno, Armando Cavaría Barrera, pero lo asesinaron. A su sucesor el diputado Héctor Vicario Castrejón no le entregó nada por que nada arregla y solo le haría perder tiempo. Lo comprobó cuando le hizo llegar su solicitud y Vicario ni leyó ni se enteró del documento.
Pero para cuando todo tenía en su contra le llegó la esperanza en la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos que encabeza desde que se fundó este organismo, Juan Alarcón Hernández donde le dijeron por oficio ¡que le buscara por otro lado!, que no podían atenderlo, pero que si quería que recurriera a otras instancias a ejercer su derecho de demanda. Esa es la CODDEHUM y esa fue la recomendación. Qué desilusión.
El pasado lunes Nava Díaz tuvo suerte y le expuso al presidente municipal de Chilapa Sergio Dolores Flores a quien abordó a la entrada al palacio municipal y le comentó esta situación. El alcalde se interesó por el problema pues no puede una familia ser arrebatada en su propiedad y mucho menos en forma arbitraria quitarle el agua entubada por más de un año.
Con la esperanza ahora ruega Aquilino Nava Díaz que por medio de la Sindicatura y los abogados le atiendan su demanda de que no le despojen de su propiedad, le devuelvan el agua y no siga él y su familia siendo hostigados por estos caciques quienes pronto estarán en la cárcel por cometer atropellos a la población, asegura el campesino.
Al platicar con este campesino pidió que el gobernador Angel Aguirre Rivero se interese en investigar con las dependencias encargadas de asuntos agrarios y penales para que conozcan del caso y pueda encontrar justicia, pero también tranquilidad para su familia.