miércoles, 11 de mayo de 2011

COLUMNA

Memorándum
Gerardo Ruano Cástulo
LA BUENA VOLUNTAD DE TRÁNSITO.
Existen acciones que demuestran la buena voluntad que tiene el subsecretario de protección y vialidad de Chilpancingo, Jaime Ramírez Solís, con el objetivo de ordenar e ir eliminando la anarquía que impera en el servicio del transporte público, léase urvans.
Así es. Se sabe que durante la presente administración municipal se ha mantenido un dialogo constante con las organizaciones de transportistas, a quienes se ha dado cursos de capacitación, buscando que el servicio que prestan a la ciudadanía sea más eficiente y de calidad. En ese sentido, se les ha planteado que usen uniforme los choferes, quienes además deben traer a la vista su credencial que los identifique.
Las unidades deben cumplir con las normas del confort y los chóferes deben conducir con moderación, sin andar jugando carreritas, ni bajando y subiendo al pasaje en los lugares que se les antoje. Cumpliendo con el recorrido completo de sus rutas. En fin, han concretizado un buen número de reuniones, a efecto de hacer conciencia en quienes se ganan la vida por medio de éste servicio que prestan a la sociedad.
Sin embargo, es evidente que los trabajadores del volante y los concesionarios se resisten a mejorar las condiciones del servicio. Eso lo vemos a diario. No hay día, hay que decirlo, en que no se vea una urvan corriendo a exceso de velocidad o ganándose el pasaje con otro de sus compañeros. Y las estadísticas ahí están. Se sabe que están dentro de los primeros lugares de accidentes viales y en la lista del padrón de infraccionados.
Jaime Ramírez Solís ha hecho la parte que le corresponde, al estar insistiendo con las organizaciones, para que juntos enfrenten el problema y den respuestas que beneficien a la gente, que dicho sea de paso, es la más perjudicada ante el pésimo servicio que se brinda.
Hace cuestión de dos días, la subsecretaría de protección y vialidad realizó la señalización de las paradas de las urvans, con el objetivo de dar un mayor orden al ascenso y descenso de los pasajeros.
Se pintaron los cuadros amarillos, en los que se señalan los lugares permitidos a los urvaneros para realizar el ascenso y descenso. Pero también, para que los conductores de vehículos particulares respeten ese espacio, que es única y exclusivamente para esa actividad, por lo menos desde las 6 de la mañana hasta las diez de la noche.
A pesar de ello, los urvaneros han vuelto a mostrar su anarquía, al no respetar esos espacios. Sobre todo en el centro de la ciudad, en donde algunos hacen base impidiendo la fluidez de la circulación.
Tan mal anda los choferes, que en la Avenida Ignacio Ramírez tuvieron que ponerles una cadena para obligarlos a cumplir con el ascenso y descenso, en donde se debe y como se debe hacer. En forma adecuada y con fluidez para evitar el taponamiento de la circulación.
Lo que se ve en la ciudad, es que transito municipal, bajo la conducción de Jaime Ramírez Solís ha mostrado mucha voluntad por hacer las cosas bien, pero desafortunadamente, tal pareciera que los transportistas no aprenden ni con cien cursos. Ni porque en las calles sean los más recordados, como los árbitros en el futbol. ¿Hasta cuándo se pondrán las pilas? Esa es la cuestión.
Mensajes y comentarios: geruanoc@hotmail.com

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