OPINIÓN

Los enredos de una casa:

la secretaria de turismo

Isaías Alanís

Para desgracia de Graciela Báez Ricárdez, mientras despotricaba contra los turisteros porteños; Angel Heladio Aguirre Rivero y Manuel Añorve, en conocido espacio radial de la Ciudad de México, hacían las paces.

Para su conocimiento Graciela Báez Ricárdez, es la Secretaria de Turismo de Guerrero, recomendada de Marcelo Ebrard Casaubon, quien ha pretendido pertenecer al canal de las estrellas como conductora de telenovelas de suspenso y cuyos desplantes declarativos, alteran el equilibrio que requiere Acapulco, en este tiempo de guardar el rencor en cabeza fría y apostarle al diálogo y al reencuentro con medidas adecuadas para el despegue del puerto en materia turística.

Su primer encuentro con la prensa y turisteros, fue agrio y vertical. La persigue un halo de frivolidad, rodeada de blasones defeños. Y como dice mi sobrinita alemana; «el ploblema es el ploblema…». La señora Báez Ricárdez en vez de rectificar, se apropia de una investidura federal y haciendo suyas las palabras del señor que hace como que gobierna sobre un campo de calaveras y despacha en los Pinos, reprende al edil porteño sin haber causa justificada. Que no es una perita en dulce y se suelta la guerra declarativa.

A Báez Ricárdez, se le destempló el nervio en la entidad donde se supone, tiene una encomienda del gobernador, y no sólo eso, sino la confianza de que saldrá avante. Pero la madeja vidriada de los astros federales, se le hicieron cocas y otra vez, metió la pata, al no escuchar el canto de las voces de reconciliación emanadas del ejecutivo, y lo que es peor, adoptando una actitud prepotente en un campo minado como es Guerrero y Acapulco. Sintiéndose en el salón Carranza de los Pinos, Báez Ricárdez, acomodándose la tira de brillantes, así le respondió en entrevista al reportero Javier Rosado: (El Sur, 11/5/2011) «La defensa que encabeza Manuel Añorve, del Tianguis turístico, es errática y politizada…». La señora acaba de llegar y ya comienza a enseñar el cobre. ¿En calidad de que está en Guerrero, como procónsul de Gloria Guevara o como una profesional en comercio exterior?

Báez Ricárdez, estudió economía en el ITAM. Hizo la maestría en Economía y Finanzas en la University of Essex. Colchester, Inglaterra, 1997. Su tesis fue sobre: Financial Intermediation and Economic Growth in Mexico, 1982-96. Ha tomado diplomados sobre diversos tópicos relacionados con el comercio exterior, en econometría avanzada, en Formación y Técnicas de Comercio Exterior; en Evaluación Socioeconómica y Financiera de Proyectos de Inversión. CEPEP. Participó en el equipo de campaña de Marcelo Ebrard y asesora en la Secretaria de Finanzas, Directora de Egresos y Directora del Fondo Mixto de Promoción Turística. Le gusta el deporte, yoga, habla inglés y francés. ¿Piensa que viene a enseñarle los efectos del agua hirviendo a los acapulqueños? ¿Con quién tiene compromiso Báez Ricárdez? ¿Con Gloria Guevara, con el gobernador, con Marcelo Ebrard, con Felipe Calderón, o con Acapulco, con quién? Es una profesional en comercio exterior.

¿Vino para ayudar al gobernador o para causarle problemas? ¿Qué es lo que vende, o produce Acapulco y el turismo de Guerrero para que Báez Ricárdez esté al frente de esa responsabilidad? Y de paso se busca broncas con los turisteros, el alcalde y con quien se le ponga enfrente. Angel Heladio Aguirre Rivero, el gobernador aliancista, ¿tiene en la Secretaria de Turismo, no a una aliada, sino a una funcionaria que en vez de hacer planteamientos alternativos para la alicaída industria turística, se alía con el gobierno federal y hace suyas las palabras del Presidente Calderón?

Gustavo Solís, miembro de una fracción del Colegio de Licenciados en Turismo, en conferencia de prensa, le piden a Angel Heladio Aguirre Rivero la renuncia de Báez Ricárdez, y cuestionaron a la secretaria estrellada. Lo trascedente de este señalamiento es que se da a casi mes y medio de que la enviada de Marcelo Ebrard Casaubón, le tomaran protesta. ¿Si los guerrerenses fueron agraviados en materia turística por la pasada administración, ¿qué caminos tiene que seguir Aguirre Rivero para enderezar el barco y meter en cintura a la rijosa, o una vez cumplido el compromiso con el padrino, hacer los cambios de acuerdo al tabulador global del síndrome del guajolote, inspirador de cartones de Magú, y del periodista Kau Sirenio, que escribe crónicas de guajolotes caídos?.

Cómo respuesta a las voces inconformes, Báez Ricárdez concertó una nueva entrevista con Xavier Rosado: «La secretaria de Fomento Turístico, Graciela Báez Ricárdez, afirmó que su administración al frente del sector turístico del estado va a funcionar bajo tres lineamientos básicos: planeación, inversión y promoción, enfocados a que al final del presente periodo de gobierno Acapulco recupere su liderazgo a nivel nacional y su posicionamiento en el mercado extranjero. Debido a su polémica llegada al mundo político de Guerrero por no ser una de las propuestas que tenía el sector para la Secretaría de Fomento Turístico…» (El Sur, 16/5/2011).

Ahí mismo hace un desglose del modelo turístico acapulqueño: «una infraestructura desgastada, la falta de diversificación turística, oferta hotelera muy pobre, con hoteles viejos y servicios de dudosa calidad». (Ibidem). Y respecto al itinerante Tianguis Turístico remata en la entrevista con esta profética respuesta: «muy buena posición porque se llevaron el Tianguis Turístico y podemos decir: pues ya te llevaste el tianguis ahora ayúdame, esa es la lógica…». En forma por demás cuidadosa (ahora si) evita hacer un diagnóstico preciso de las condiciones en que encontró la SECTUR local. ¿Por qué? Aguirre Rivero y los acapulqueños deben de saber las circunstancias en que encontró la secretaría.

Y por ahí hubiera comenzado. Esperemos que este affaire, no contamine la buena relación interinstitucional, que este reacomodo de «estilos», contribuya para que la experta en comercio exterior venda a Acapulco, en medio de este halo de violencia generalizada, que no es privativo de Guerrero. El «ploblema», es que Guerrero vive del turismo. Mucho ojo.