COLUMNA

La Jaula de Dios

Jesùs Pintor Alegre

«Me sabía un profesional de la farsa, el engaño sin máscara, estaba allí para que usaran, me pagaran y me despreciaran», decía Bruno Medina, el reportero protagonista de Pretexta o el cronista enmascarado en su parte más encendida de la novela de Federico Campbell… es así como nos engarzamos en esta vida llena de poses, de inventos y simulaciones.

Y este día nos despertamos con noticias que deben hacernos entender que la vida sigue avanzando, y no se ha estacionado en donde lo habíamos dejado, no pasamos pues una etapa vegetativa ni mucho menos. Hemos visto una serie de cambios en este tiempo que quizá muchos jamás creímos llegar a ver.

Allí la alternancia en el poder en 2000, con la expulsión de los Pinos del partido hasta antes del 2 de julio de ese año, hegemónico y todopoderoso, y que bueno, que nos llevamos una decepción con el folclórico Vicente Fox Quesada, no se puede negar; un año después, en 2001, se detuvo al ex gobernador de Quintana Roo, y se le encarceló en Almoloya, Mario Villanueva.

Cuatro años después vivimos el derrocamiento del poder del PRI en el estado, con el arribo de Carlos Zeferino Torreblanca Galindo, quien llegó con un gran capital político y prácticamente endiosado, arropado por la esperanza popular de un verdadero cambio, y que tanto hacía falta en el estado miembro del cinturón de la pobreza del país.

Y también un estado sujeto a los caprichos de Rubén Figueroa y los priistas en general. El pueblo de cierto, estaba cansado por tanto atropello, soberbia, vicios, donde los políticos se hacían ricos a costa del pueblo, cometían delitos en la total impunidad… pero bueno, el rey de Chirulandia nos hizo ver nuestra suerte.

Zeferino Torreblanca heredó una deuda millonaria y desglosado en todos y cada una de las dependencias, en las que estuvieron sus amigos y amigos de su patrón. Zeferino Torreblanca fue otro al huir de Guerrero, pues de seguro no se fue con las manos vacías.

El deplorable estado en que dejó a Guerrero, dijo el diputado local Sebastián d el Rosa Peláez, ha colocado a la entidad como una de las más corruptas de México, y eso lo saben todos, lo sabe Chana y Juana y hasta el gobernador Angel Heladio Aguirre Rivero, sabe cómo le entregó el ex gober Chirundo.

Sabe esto y lo otro y hasta lo que uno ni se imagina, entonces, en ese tenor digamos, si fue detenido el ex mandatario estatal de Quintana Roo, Mario Villanueva, y nos enteramos que en estos tiempos, el ex gobernador de Chiapas, Pablo Salazar Mendiguchía, entonces ¿por qué no puede ser llamado a cuentas Zeferino Torreblanca y de ser encontrado culpable, darle un pase a la cárcel?

¿Cuánto habrá desviado Carlos Zeferino Torreblanca Galindo?, y más en corto ¿cuánto habrá desviado del dinero de Acapulco, Manuel Añorve Baños?, que ya no se burlen más del pueblo, que ya no lo utilicen como instrumentó para su crecimiento, como que empieza a ser hora de que se dejen ver algunos indicios de estar verdaderamente con la sociedad.

Como que va siendo hora de que ya no haya profesionales de la farsa y el engaño sin máscara, como decía el Medina de Federico Campbell.