miércoles, 15 de junio de 2011

COLUMNA


La Jaula de Dios
Jesús Pintor Alegre
En el circunloquio político, nos podemos embarrar todos los días y a cada momento, por lo que nos puede parecer divertido, encimoso y hasta reprobable, todos esos sentimientos fusionados.
Y es que mientras uno dice y declara, el otro lo desmiente y hasta rechaza. El caso es el del ex diputado metido casi por accidente mental, a secretario de seguridad pública, el calentano Ramón Almonte Borja y en el extremo, el secretario general ya por dos ocasiones sólo que ahora ya en la tercera edad, Humberto Salgado Gómez.
Ya hemos tenido dos episodios para la diversión del guerrerense entre estos dos personajes. La primera ocasión, la puntada que tenía un color de angustia y desesperación: Almonte Borja propuso que la sociedad se armara para defenderse contra la delincuencia, que leído entre líneas, nos insinuaba que su policía no podía o que cuando menos, el pueblo le ayudara en un trabajo donde sólo él cobra generosamente.
La reacción inmediata de Salgado Gómez fue desmarcar al gobierno, que esa propuesta podría ser a título personal y no del gobierno y mucho menos del gobernador. Ramón Almonte, como chamaco regañado tuvo que salir, para decir que efectivamente eso era lo que pensaba él de manera personal.
Y bueno, en esta semana el mismo Ramón Almonte, que parece equivoca su posición y se cree diputado federal todavía, dijo algo que es claro y evidente, que nadie puede negar, que todos observan y hasta pueden atestiguar: la Tierra Caliente se encuentra en una situación grave, gravísima decía Almonte Borja, pero que un funcionario de primer nivel, no tiene que decirlo a capa abierta.
Luego que Ramón Almonte Borja dijo lo que dijo pero que debería haber hipócritamente callado por su posición de gobierno, lo volvió a desmentir Humberto Salgado, siempre Humberto, quien aseguró que no es amigo de los superlativos aunque reconocía que la Tierra Caliente había estado viviendo una escalada de violencia, que había migración y que se había hecho presente la pobreza, por lo que deberían reactivar la economía…
O sea, dijo exactamente lo mismo que Ramón Almonte, exactamente lo mismo, pero con otras palabras, en un acto cantinflesco y mustio.
Pero el funcionario dijo más: que no es verdad que la delincuencia haya rebasado al gobierno en ninguno de sus ámbitos. Es decir, y porque así debe entenderse, el gobierno federal, el estatal y, los municipales, van ganando, son mejores, o están por encima de los grupos oscuros… claro que en esto usted o el vecino tienen la mejor opinión de acuerdo a su criterio, porque como dice la conseja popular: lo que se ve, no se juzga.

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