PRINCIPAL DE PRIMERA PLANA

Amenaza Mora con

renunciar al abono

Jesús Pintor Alegre.-Por todos los problemas que implica el programa del fertilizante y donde finalmente pudiera estar sólo de aparador, el coordinador estatal del programa, Martín Mora Aguirre, amagó vía telefónica con renunciar al cargo, al secretario de Desarrollo Rural, Socorro Sofío Ramírez Hernández. Más tarde y en entrevista con La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, asentó que no le conviene al estado desaparecer el programa pues se daría pie a un estallido social.

En la llamada telefónica que se realizó frente al reportero que esto escribe, se escuchó una exigencia «yo le pregunté al gobernador (Angel Heladio Aguirre Rivero) si me iba a apoyar, me dijo que sí, pero no es suficiente si tú no me apoyas, yo te pregunto: ¿jalas conmigo, secretario?, si no, no tiene caso, y es mejor que renuncie».

Un asunto que está a punto de reventarle por la obstinada postura del presidente de Tlalchapa, Lorenzo Galindo Mojica, quien se niega, expuso, a invertir el dinero del ramo XXXIII en la compra del abono, para sólo utilizar el recurso estatal y el de los productores.

«Para eso sólo va a cubrir el 40 por ciento del padrón de productores, y pues bueno, ¿a qué estamos jugando?, lo que yo te pido, secretario, es que nos convoques a los dos y platicamos contigo, así en la mesa ponemos las cartas y vemos por donde darle».

En 79 municipios, informó, ya se ha avanzado en la entrega del insumo, en un 80 por ciento, los municipios atrasados son: precisamente Tlalchapa, y Mochitlán (el priísta Oscar Alberto López Sánchez), que llevan en promedio, cerca del 10 por ciento, «eso creo que no se vale, yo he recibido reclamos de mis paisanos, quienes me han dicho que entonces ¿a quién estoy defendiendo?, si yo no defiendo a nadie, creo que es mejor renunciar».

El titular de la Seder aparentemente le pedía que se calmara y que se iba a solucionar, de tal forma que el problema de Tlalchapa, dolor de Mora Aguirre, lo iba a tratar directamente una subsecretaría de la dependencia, para zafarlo del conflicto que le empieza a crecer, no obstante, el encargado del insumo volvió a la carga, «pues sí, si no pues como digo, no tiene caso seguir en esto y me voy, renuncio».

Y dejó la advertencia final luego de unos segundos de silencio, «por eso, si yo no veo el apoyo, definitivamente yo me voy, yo creo que no se vale que esté haciéndole al tarugo en la coordinación que me confió el gobernador, yo vine a trabajar, me dices que me vas a ayudar, bueno, porque si no, en verdad que dejo esto».

La entrevista y el estallido social

Luego de la plática subida de nivel, y con el alcalde de Tlalchapa del Partido Acción Nacional (PAN) Lorenzo Galindo Mojica, paseándose en el pasillo y siendo visible en el ventanal del coordinador, Martín Mora se quejó ante la grabadora y dijo que en 79 de 81 municipios ha habido voluntad de los alcaldes, y sólo dos, no han tenido la sensibilidad de atender a sus campesinos.

Esos municipios son: Tlalchapa (en donde gobierna un panista) y Mochitlán, reiteró, «de presidentes panista y priista, esos son nuestros problemas. El estado no ha podido captar todo los recursos para surtir a los municipios, sin embargo hay municipios que llevan del 80 al 90 por ciento, ya están terminando de entregar su fertilizante».

Tenemos voluntad como gobierno, dijo, hay municipios como el de Tlachapa donde su gobierno está comprando a 4 mil pesos la tonelada «porque así se lo pidieron facturara su proveedor (Luis Bahena), mientras en Arcelia está en 3 mil 200 la tonelada, ese es un dato para Contraloría (General del Estado)».

Un programa el del fertilizante lleno de vicios que a pesar de todo se debe mantener pues en caso de desaparecerlo como ha dicho el alcalde de Chilpancingo, Héctor Astudillo Flores, «se vendría un estallido social en el estado, quizá lo dice él porque Chilpancingo casi no tiene producción, pero es claro que no se puede cortar».

Y es que, dijo Aguirre Mora, el programa se ha utilizado de muchas maneras, a conveniencia inclusive, pues a la fecha no ha impactado de manera importante, ya que del millón 300 mil toneladas de maíz que se producían, a la fecha sólo se han incrementado 400 kilogramos del grano, es una insignificancia».

Al arranque del programa se aportaron 90 millones de pesos para comprar alrededor de 100 mil toneladas del insumo, todo subió, aportación y cantidad de fertilizante, pero con las mismas hectáreas, «nos da pena darnos cuenta de que a pesar de que este programa es muy noble, tiene muchos vicios: se vende como en Cutzamala de Pinzón, hasta en un 50 por ciento».

Una venta que se hace en todo el estado, además de que se utiliza para riego y hasta cultivos no permitidos, «luego de entregar el fertilizante es muy difícil controlar su utilización. Nosotros estamos apostándole a mayor producción con más fertilizante biológico antes que químico, no podemos estar aquí en la simulación».

—¿Qué hay de la posible renuncia? ¿Qué debe pasar para que no suceda?

—Con la innovación, a cambiar las cosas, y si no puedo cambiarlas, ¿entonces qué estoy haciendo aquí?