jueves, 21 de julio de 2011

COLABORACIÒN

Ciudad de Querétaro
Apolinar Castrejón Marino

La Ciudad de Querétaro es una de las más importantes y bellas de México. Fue fundada el 25 de julio de 1531, durante la celebración de Santiago de Zebedeo o Santiago El Mayor.
Debido a la riqueza de su subsuelo que contenía grandes cantidades de oro y plata, las familias españolas que habían venido expresamente a enriquecerse, se asentaron en estos terrenos, en los cuales construyeron haciendas y mansiones.
La riqueza hizo florecer a esta y otras ciudades como Zacatecas, San Luis Potosí, Guanajuato, y muchos poblados circundantes. Los abundantes materiales de la región, la mano de obra casi regalada y los apoyos del gobierno virreinal, permitieron la construcción de grandes palacios y edificios públicos, los cuales se conservan en la actualidad y son testimonio permanente de los más importantes hechos históricos.
En la Ciudad de Querétaro se encuentran muchos edificios como El Acueducto de cantera de 8 932 metros de longitud, construido en 1735. Tiene una altura de 28 metros y medio y cuenta con 75 arcos, similares a las construcciones romanas de los siglos de oro. Es la construcción más emblemática de la Ciudad y en otros años su figura fue utilizada en los billetes de banco.
El Teatro de la República se llamó originalmente Teatro Iturbide en honor del emperador mexicano Agustín de Iturbide. Fue escenario de acontecimientos históricos como el Estreno del Himno Nacional Mexicano, centro de debates y promulgación de la Constitución Política de 1867, y sede del Juicio al emperador Maximiliano de Absburgo.
También se encuentra en la Ciudad de Querétaro La Casa de la Corregidora. El edificio de la Corregiduría, y casa del corregidor de Querétaro, el muy noble Don Miguel Ramón Sebastían Domínguez Alemán y su esposa doña Josefa Ortiz. Esta construcción fue convertida en museo y se le impuso el nombre de Casa de la Corregidora.
La Academia de Bellas Artes es una construcción de estilo neoclásico hecha en 1805, con un Salón de Actos Ovalado, donde según los anales, el Presidente don Manuel de la Peña y Peña citó al Congreso Nacional para tratar el cese de las hostilidades entre México y Estados Unidos por medio del tratado de Guadalupe-Hidalgo.
Santiago de Querétaro tiene también construcciones modernas y avanzadas, especialmente, los pabellones ferales que las autoridades construyeron para conmemorar dignamente los festejos del Bicentenario de la Independencia. Es una ciudad limpia, ordenada y tranquila. Sus sistemas de transporte están bien organizados, y sus autoridades se esmeran porque sus leyes, códigos y reglamentos, se cumplan en buena medida. Su centro histórico es de los más seguros del país, y es posible pasear con la familia, con la pareja o con los amigos por sus callejones, andadores y plazas.
Es una delicia sentarse alrededor de una mesa con los amigos a saborear sandwichitos de jamón serrano ultramarino y una bota de vino de las cavas locales de Chambroullé. O también entrar a un café cantante, pedir un licor de café o alguna bebida más espirituosa, y escuchar a alguna cancionera acompañada con su guitarra acústica interpretar boleros, tangos y versos libres.
El medio de vida de los ciudadanos de Querétaro es tranquilo, pero basado en el trabajo y la productividad. Tiene grandes extensiones de terrenos fértiles y muy buen sistema de irrigación. Las autoridades tienen mecanismos eficientes para apoyar a los productores del campo. Maíz, trigo y sorgo, son producidos en gran escala y a precios accesibles.
El Cerro del Cimatario, El Mirage, y el Cañón de Amealco, que se encuentran en las inmediaciones son escenarios naturales dignos de visitarse. En el interior de la Ciudad se puede visitar La Alameda, la Plaza Zenea, El Cerro de las Campanas, La Plaza de la Constitución y el monumento y plaza del Indio Conín.
En muchas ciudades y poblaciones del país se celebra el Día de Nuestro Señor Santiago el 25 de julio de cada año, pero en Querétaro tiene especial significación pues la Ciudad conserva un fino estilo colonial en su arquitectura, en su raza, en su gastronomía, en sus usos de moda, en su lenguaje, y en muchos detalles más. Si usted puede, visite Querétaro.

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