COLUMNA

Y bien, empieza la cuenta regresiva para ver que el amago del gobierno consistente en hacer justicia por el desfalco multimillonario en Educación y Salud, no es una faramalla y que no sólo quiere espantar con el petate del muerto. Y es que hay que decirlo, la burra no era arisca, sino que los palos la hicieron.

Tantas fiscalías especiales y ahora comisiones de la verdad han pasado, que de cierto han dejado de tener credibilidad, sus movimientos y conclusiones son fáciles de adivinar, inclusive antes de que se constituyan; tantos amagos de hacer justicia se han hecho y tanta verborrea se ha vaciado en nombre de la democracia, que ahora, todo suena hueco, díscolo y hasta perverso.

El gobierno en su conjunto, incluidos panistas, perredistas y priistas, sobre todo priistas por los años que aseguran gobernaron a México, cuando lo más razonable sería decir, que gobernaron para sus grupos y sus intereses personales, han fallado en este lugar de la ignominia. El gobierno en su conjunto ha sido un ente destructor antes que constructor.

¿Cuántas veces se ha escuchado la promesa de hacer un gobierno diferente?, de que ahora sí, sí, viene la buena para el pueblo. Tantas campañas de la mentira y la burla. Al rato nos salen Mesías con olor a pueblo y nos resultan bufones patéticos hoy, hoy, hoy, y que se enjuagan en los vaivenes del «¿y por qué yo?».

En Guerrero ya se ha tenido la amarga experiencia de confiar en alguien, darle el apoyo sin condiciones, salvo el que gobierne con justicia y apegado a derecho, y a fin de cuentas, a los guerrerenses los dejó chirundos, les quitó hasta la risa y la esperanza, les enterró sus sueños. Por eso ahora, en el momento en que se hace el anuncio de que sí van a operar a favor de la gente, aparece el espíritu de Santo Tomás.

Esto claro, si se llega a aplicar el castigo, sería contra los ex funcionarios segundones, no contra el que estuvo en la cabeza, ese en el que en los grandes robos y grandes fraudes de su estado, tuvo necesariamente que tener información o incluso, ordenarlo. No olvidemos pero ni de chiste, lo tanto que se dijo sobre los dineros públicos que se desviaron a favor de la campaña del entonces candidato priista, Manuel Añorve Baños.

No olvidemos, pero ni por asomo, la forma en que el ex gober Chirundo, reventó contra la candidatura de Aguirre Rivero y los perredistas que lo apoyaron. Hay que ser claros en esto, y dejemos la hipocresía y la simulación. Hubo un responsable de los desfalcos y los dineros no comprobados, y no es el segundón y el barrendero, no es ni siquiera el secretario o el subsecretario. No intentemos tapar el sol con un dedo.

Detallemos, de acuerdo a datos del congreso del estado y ya ofrecidas con antelación por el propio gabinete del ex gobernador Zeferino Torreblanca, el 85 por ciento del presupuesto iba para nómina, y tan sólo el 15, para obras y servicios. Es grandísima la burocracia, y hasta inservible. Ahora bien, ese 15 por ciento, refiere a poco más o poco menos, que 5 mil 600 millones de pesos, que en promedio se han destinado para el desarrollo del estado.

Sólo de imaginarse la aplicación tan barata para un estado de por sí jodido, escalda y deja rengos a aquellos que corrían para decir que Zeferino Torreblanca es hasta ahora, el mejor gobernador que ha tenido la entidad. Pero esto va más allá, si se habla de una falta por comprobar de más de 10 mil millones de pesos, entonces se entiende que se dejó de hacer obra, o se dejó inconclusa mucha.

No debe entrar aquí el espanto, porque sobre todo, no se han descubierto los agujeros para las regaderas. El estado de Guerrero es un lugar en el que muchos han venido a burlarse, y aquí con el amago del gobierno aguirrista de hacer pagar a los responsables de los dineros que hacen falta, no dice absolutamente nada.

Este gobierno encabezado por el de Ometepec, es mudo, ciego y sordo, hasta ahora, en tanto no hable de los verdaderos culpables y realmente se les haga pagar su culpa, con o sin comisiones de la verdad, o bien, con Niurka o Boby Larios o sin ellos.