jueves, 21 de julio de 2011

COLUMNA

El Grillito sin Censuras
Alfonso Cerdenares Domínguez

**Fuimos a CAPACH a darnos una vuelta… **La dependencia ha estado cobrando meses ya pagados por el usuario… **Ojeda de la Peña es uno de los morosos de inCAPACH…
EL OTRO DÍA NOS FUIMOS A DAR UNA VUELTA A UNA DEPENDENCIA PARAMUNICIPAL: LA COMISIÓN DE AGUA POTABLE Y ALCANTARILLADO DE CHILPANCINGO, CAPACH –incapach para la gran mayoría de los habitantes de Chilpancingo –cuyas oficinas, ahora, se sitúan en el populoso barrio de San Mateo, sitio donde despacha don Gerardo Nabor Ojeda de la Peña; ahí, pudimos constatar y reafirmar que México, nuestro país, y por ende nuestro estado de Guerrero, es un lugar de las «colas»; hacemos colas para sacar ficha para el médico, para comprar la leche, para comprar las tortillas, para pagar en la caja, para tener a nuestra disposición «nuestro» dinero
 que «guardamos» en el banco; lo peor de todo es el burocratismo absoluto con el que se manejan este tipo de oficinas, en donde el «burócrata» se siente dueño del espacio, se toma su cafecito –con dos panes, como diría mi camarada Lacho –, charla por teléfono con sus amigos, gira instrucciones en su casa y se hace «pato», con tal de que pase el tiempo sin que haga nada; mientras tanto, la gente formada, esperando «su turno», uno tras otro sin tener la oportunidad de descansar en alguna cómoda silla, aunque sea de plástico –en algunas instituciones bancarias se ha estilado repartir fichas y la gente espera cómodamente a que el «avisador» electrónico le avise a qué caja va a pasar –pues, debido a que muchos ya no tenemos el hábito de hacer ejercicio o de plano los años nos han restado la energía, nos cansa el estar de pie un buen rato; decíamos, estuvimos en CAPACH y vimos cómo la negligencia de los administrativos permite que se cometan abusos en el cobro de una supuesta agua que muy pocas veces llega a nuestros hogares; en esta ocasión –tal vez han sido más, pero nunca nos habíamos dado cuenta –LA DEPENDENCIA ESTUVO COBRANDO «DOBLE»; ES DECIR, LOS RECIBOS APARECIERON COBRANDO MESES QUE EL USUARIO YA HABÍA PAGADO; vimos cómo gente de la Tercera Edad se sumaba a la fila con sus recibos en la mano, mientras la encargada se hacía bolas –tal vez lo hacía a propósito –con la computadora, artefacto que –se supone –le facilita el trabajo, pues no tiene más que ingresar el número o nombre del usuario para que aparezca su historial de pagos; «nada más falta que nos pidan nuestra acta de defunción» –comentamos de manera sarcástica –; lo peor de todo es que nos enteramos que el que regentea esa Casa de Agua, el tal Nabor Ojeda, ha amenazado a la población con embargar a sus «clientes» morosos, pero ¿qué nos van a embargar?; los más peor (si es que existe) es que, también nos enteramos, EL MISMO NABOR OJEDA ES UN DEUDOR MOROSO DE INCAPACH; por tanto, si de embargos se trata, hay que ver que él sea el primero que se «autoembargue»; es decir, que aplique el viejo refrán que dice: «El buen juez por su casa empieza» y, claro está, que siga con toda la bola de funcionarios que se niegan a pagar el servicio del agua y luego «se las aplique» a los que integramos el pueblo de Chilpancingo y… ¿quién es el que anda ahí? Comentarios y sugerencias al E-Mail: alfcerdenaresd@hotmail.

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