viernes, 22 de julio de 2011

NOTA ROJA

Balacera afuera de
Casa Guerrero ayer

Una intensa persecución policiaca sobre presuntos sicarios que iban bordo de dos camionetas Honda, que inició en la glorieta Pleasent Hill de la colonia Burócratas (Jacarandas), al sur de esta ciudad ayer tarde, generó tensión y pánico.
Los hechos se registraron en las inmediaciones de la residencia oficial Casa Guerrero, en cuyo interior y exterior igualmente provocó el miedo entre funcionarios, alcaldes y personal que se encontraban en ese lugar.
La persecución que se inició a la altura de la clínica del ISSSTE, se extendió por varias arterias de esa zona, donde se escucharon detonaciones de armas de alto poder, que incluso generaron que alcaldes y funcionarios que salían de Casa Guerrero regresaran a tocar las puertas de la residencia oficial para volver a entrar y resguardarse de los disparos.
Testigos de esos hechos aseguraron que uno de los alcaldes que regresó despavorido a Casa Guerrero, fue el de Coyuca de Benítez, el convergente Merced Baldovinos Diego, y su personal de seguridad, que sacaron armas tipo AR-15 y lo custodiaron hasta la residencia oficial.
Trascendió que en Casa Guerrero el gobernador Ángel Heladiuo Aguirre Rivero sostenía, desde horas antes, reuniones con alcaldes y otros funcionarios, y se afirmó que el equipo de seguridad de la residencia oficial de inmediato se movilizó para resguardar las instalaciones, pues ignoraban qué ocurría afuera y a qué se debían los disparos con armas de alto poder.
Fueron bastantes los testigos de esos hechos que se extendieron por diversas arterias cercanas a Casa Guerrero, y que incluso llegaron hasta la cercana colonia Tribuna Nacional, donde el alcalde Héctor Antonio Astudillo Flores tiene su residencia, que colinda con la Margarita Viguri.
En esa zona se escuchó el estruendo de las detonaciones de rifles de alto poder y en cuestión de minutos fue cercada por elementos del Ejército y policías de diversas corporaciones policiacas.
Por donde se registró la intensa persecución, automovilistas, peatones y vecinos buscaron rápidamente cómo resguardarse de los disparos, porque los sujetos vestidos de civil desde las ventanillas de las camionetas mostraban sus armas de grueso calibre y disparaban.
Las autoridades evidenciaron total hermetismo en torno a estos hechos, pero algunos testigos citaron que algunos de los sicarios lograron introducirse a domicilios para evadir a los militares y policías.
Hasta las 21:00 horas las autoridades no emitían un reporte preciso sobre estos hechos, por lo que se ignoraba si en los mismos se registraron personas muertas o heridas.

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