martes, 23 de agosto de 2011

COLUMNA


La Jaula de Dios
Jesús Pintor Alegre
Leyes endurecidas en el papel, gobierno simulador, legisladores utilitarios, pueblo apático que ha resumido su aportación a la democracia con sólo votar, militares y policías evanescentes… es el cuadro del boceto del infierno terrenal que se baña con sangre inocente. Un México nuestro, orgullo interno de la mustiedad en este estado y en cada uno de los municipios.
Allá las cárceles, que para el visitador general de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos, Hipólito Lugo Cortés, siguen siendo escuelas del crimen, no obstante le parezca una aberración la concepción, al titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Ramón Almonte Borja, con historias que se fumigan a sí mismas, y el colorido de delincuentes que tienen más derechos que las víctimas.
Gobierno paternalista que tolera la impunidad y la inmunidad, que prefiere darle atole con el dedo a su pueblo y cobija a sus pares, a sus iguales, esos de su propia especie, y que enredan en su elipsis y sus escenas del escándalo, con performances lacrimosos que sólo entienden en su reducido grupo, de la ropa de marca, los zapatos de moda, y los autos de última generación.
Ya vimos avances. Y no nos espantemos. El capítulo Chirundo, llamado Carlos Zeferino Torreblanca Galindo, dejó ese sabor de la maledicencia rebotada, hipócrita, político que se burló de su gente y de sus supuestos correligionarios, y que enmarcó al PRD que ahora se vive: vacío de esencia.
Un PRD que se cree gobierno y gobierna para su aburguesada esencia, la contrarrevolucionaria, que se ataca desde la raíz, y que inclusive hay gente que ha expresado no conocer personalmente al presidente estatal de ese partido amarillo, Carlos Reyes Torres. Impuesto por los intereses partidistas y los compromisos cupulares.
Y allá, con un PRI avejentado, lleno de estrías hasta en las propias neuronas, cargado de culpas y de cinismo, ataviado de ese dolor ajeno del que reniega todo el tiempo; o ese PAN tibio, que se ensombrece a sí mismo.
En la sicodélica escena, donde según el maestro Rius es más fácil encontrar al diablo que a Dios, y que proclama que practicará alguna religión cuando la invente, hemos vivido las incongruencias, allí la aprobación en masa de los PPS, por diputados leguleyos, contradictorios y simuladores, que nos presumen como Miguel Angel Albarrán, que con ese hecho casi nos han salvado la vida.
O el vacío al ex diputado local Armando Chavarría Barrera en su segundo aniversario luctuoso, pues las ganas de sus ex compañeros por quedar bien con el gobernador Ángel Aguirre, al querer ir con su cachorro, Aguirre Herrera, eran muchas, las más. Por allá la tregua pedida a la delincuencia organizada por el procurador general de Justicia, Alberto López Rosas y al rato, desdiciéndose, en este mundo cantinflesco y del «come y te vas».
Y luego, en un acto del fastidio, la invención de los agujeros para las regaderas del mandatario estatal, con aquello de que la delincuencia se combate con educación y alfabetización, como para dejar en esa expresión apenas recogida el lunes en el arranque del ciclo escolar 2011-2012, que los analfabetas ahora sí podrán leer en los periódicos las atrocidades que ocurren en el estado y no sólo vivir de oídas.
Y para el remate, con primeras damas mustias, que hablan con voz aterciopelada, casi inaudible, y hasta se dan golpes en el pecho, se visten con ropajes autóctonos, abrazan a niños meados y chillones, o a ancianos que se saben souvenirs en venta, y que salir en la foto, merece cuando menos una despensa.
Este es el cuadro de un estado decadente, pues sus políticos traicionan sus propias premisas, como esa de Ángel Aguirre, al presumir que gobernaría y no hacer cacería de brujas, pero que ahora, no solo no gobierna, sino que sus colaboradores, entre secretarios y subsecretarios, andan buscando otro cargo para seguir montados en esta famélica y purulenta Res Pública.
Allí vemos a un patético Sofío Ramírez, que sueña con ser senador; o un Armando Ríos Piter, que quiere montarse sobre sus enemigos de siempre: Lázaro Mazón Alonso y David Jiménez Rumbo, pues de acuerdo a los miedos de los ahora secretarios y antes senadores, si Ríos Piter llega a la senaduría, buscará después la gubernatura.
Por ello han enviado a hacer ruido a gente como Sebastián de la Rosa Peláez, quien se rasgó las vestiduras al ver el vacío que le hicieron al que fuera presidente del Congreso, Armando Chavarría, en su segundo aniversario, y que ha amenazado en el facebook, que será tema para este miércoles, con el fin de seguir haciendo ruido y presencia.
O Misael Medrano Baza, quien destrozó al PRD al dejar entrar a un ex priista, y que como premio le dieran una gris subsecretaría, y al rato, luego de que el titular se vaya a buscar la senaduría, subir; o un Ramiro Alonso de Jesús, quien ha equivocado su revolución. Los nombres se vacían interminables en este cuerno agusanado otrora de la abundancia.
Y es que en paráfrasis al maestro Rius, para variar, hay que decir como para consolarnos, que «lo más habitual del mundo, es habituarse a los hábitos».

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