miércoles, 21 de septiembre de 2011

PRIMERA PLANA

Sin incidentes el grito y la
fiesta en Casa Guerrero
 
(Tercera y última parte)

Javier Francisco Reyes.-
Los que se veían cansados y hasta aburridos, pero bueno tenían que cumplir con su chamba, apenas habían cobrado su primera quincena del mes de Septiembre, eran los más de 10 de los más de 60 guaruras que tiene a su disposición y estaban apostados en su alrededor de la mesa en donde estaba el mandatario, quedando con ello en evidencia que ni en su propia casa tiene confianza, ni seguridad, pero eso si impecablemente vestidos de traje y nunca pudieron controlar a los «influyentes» que querían saludar al matrimonio gobernante, pese a que les decían que se esperaran, y que dejaran cenar a los señores, ellos después pasarán a las mesas a saludarlos.
Brillaron por su ausencia el procurador de justicia, Alberto López Rosas, el presidente de la comisión del gobierno de la LIX Legislatura Local, el perredista, Faustino Soto Ramos y la presidenta de la mesa directiva, la panista, Irma Lilia Garzón Bernal y lo mismo que los legisladores del Movimiento Ciudadano (ex Convergencia), Efraín Ramos Ramírez y Florentino Cruz Ramírez, no se observó al secretario de Salud, Lázaro Mazón Alonso, el coordinador de giras, el ex alcalde de Tlapa de Comonfort, Rufino Vázquez Sierra, el contralor del estado, Julio César Hernández Martínez y por supuesto muchos militantes y diputados priístas.
Quienes ni se preocupaban, ni se inmutaban, porque estaban casi a la diestra del señor, ahí cerquita de su mesa, era el presidente del Poder Judicial, Jesús Martínez Garnelo, quien de momentos se levantaba para restirar las piernas, aprovechaba el momento de los tumultos cuando el mandatario atendía a los que iban a saludarlo y felicitarlo, en tanto que su subalterno y compañero de mesa el magistrado numerario, quien despacha en la sala de Iguala de la Independencia, el chilapense, Raymundo Casarrubias Velázquez, inicialmente se queja de que lo sacaron de la jugada a la presidencia municipal de Chilapa, pero se contenta porque dice que va su hermano, y el cargo que ahora ostenta es privilegiado y bien pagado.
El clima que se respiraban en los jardines de la residencia oficial, era entre frío y calor, por los alipuses que a esa hora de la madrugada se entremezclaban en esos escasos diálogos entre los comensales de las amplias mesas, en tanto que Aguirre Rivero, no dejaba de fumar, casi un cigarrillo tras otro, y sin descuidar su Blakberry, que lo consultaba a cada momento poniéndose sus lentes claros con aumento, al principio regañó a sus auxiliares, pero después se relajó cuando se comenzó a echar algunos mezcales y whiskys.
Hasta su mesa su secretario privado, Armando Añorve Perea, mejor conocido como «El Pocho», quien vestía un traje oscuro, le hizo llegar un cuadro de un rostro de una mujer morena, seguro que lo va a colocar para que luzca en alguna de las paredes de las casas que hay dentro de la residencia y en un intermedio, de todo esto, uno de los conductores del programa, Juan Carranza Soriano, invitaba a los presentes para que compraran artesanías que se habían puesto ex profeso en los pasillos de la entrada de la residencia y de esa manera apoyar a los artesanos aprovechando las fiestas patrias.
Como a la dos de la madrugada, pero ya del 16 de Septiembre, llegó adormilado y despistado el secretario general del Sindicato Unico de Servidores Públicos del estado de Guerrero (SUSPEG), David Guzmán Sagredo, jalando y desvelando a su pobre mujer, pero eso si con un guarura vestido con guayabera blanca, como él, nada más saludó al gobernador, a sus esposa y al secretario general de gobierno, intercambiaron algunos comentarios y desapareció.
Quien realmente no hacía bulto, pese a que estaba casi enfrente era la directora del Cobach, Reina Regina Jaimes Domínguez, quien no se paró ni siquiera para saludar a su jefe el gobernador, seguro que tenía «vergüenza», pues un conflicto laboral le duró casi una quincena desde agosto y hasta los primeros días de septiembre. También estuvo presente el matrimonio formado por El matrimonio formado por Yamilet Natalia Payán Sánchez, Delegada de la Secretaría de Turismo de la región centro y montaña acompañado de su esposo Juan Rolando Ortega.
Como a las 2:30 de la madrugada, se comenzó a servir el platillo «fuerte», el pozole blanco, acompañado de su chicharrón, chiles capones, cebolla morada, aguacate, limón, lima, pero para esa hora, ya varias personas se había ido, porque el ambiente le faltaba algo más bullanguero, más prendido.
Mientras que se servía el pozole, hizo su aparición «La Sonora Dinamita», con su música pegajosa, entre sus éxitos «El Negrito Sorullo», y como nadie se animaba a romper el hielo de la solemnidad, un periodista-columnista lamezuelas con su pareja y queda bien, fue hacer su show frente a la mesa número uno para que lo vieran que sabe bailar, pero lo cierto que fue únicamente hacer el ridículo, porque nadie lo aplaudió, por el contrario hubo malestar de los de la mesa principal.
En las primeras dos horas y media de la madrugada del 16 de septiembre, muchos ya habían degustado su pozole acompañado de su mezcal, varias parejas se pusieron a bailar con la «Sonora Dinamita», que a esas horas de la mañana, le ponían mucha enjundia y manifestaban sentirse contentos y que las veces que los invitaban—pagados desde luego—estarían presentes amenizando las convivencias y al tiempo que daban las gracias por la oportunidad que les daban, pues esa noche ya eran dos intervenciones públicas, y bien remunerados.
Muchos se retiraron sin despedirse del mandatario, porque al intentar hacerlo, sus «leales» trajeados guaruras les decían que se esperaran, que permitieran cenar al matrimonio y después ellos pasarían a saludarlos en cada una de las mesas, quien sabe si haya ocurrido, porque cuando el reloj marcaba las tres de la madrugada, a esa hora otros ya estaban saliendo de la residencia.
En tanto que la fiesta seguía en «privado», en «Casa Guerrero», los antros y bares de la capital, principalmente del centro, se encontraban abarrotados de consumidores festejando el «Grito de Independencia», todo a su salud de los héroes que nos dieron patria y libertad.
En la periferia de la capital, no había seguridad pública, pese a ello, al parecer la noche del «grito» estuvo en paz, no sucedieron cosas desagradables, según el reporte que se tenía por parte de los cuerpos policiacos de la localidad.
Jóvenes y adultos estaban en el antro echando el «grito», al fin era noche libre, ninguna autoridad los podía llamar la atención, porque era una fecha libre y patriótica, por ende ellos lo estaban celebrando con su dinero y a su manera, la música se escuchaba a todo volumen.
Ya casi a las 3:30 de la madrugada, una brigada de trabajadores civiles levantaban el templete sobre la avenida Guerrero, a la altura de la alameda «Francisco Granados Maldonado», en donde estarían después de las 10 de la mañana, las autoridades de los tres niveles de gobierno presidiendo el paso de los contingentes del desfile cívico militar.
En estas labores, los civiles eran acompañados por varios pelotones del Ejército Mexicano, resguardaban el área, y de esa manera previnieron alguna sorpresa durante el desfile del día 16 de septiembre, en la que participarían contingentes militares, policías y escolares.
Después de las siete de la mañana, se pudo constatar en los mercados, en las calles, solitarias, todo mundo estaba durmiendo, uno que otro se veía haciendo compras o transitando por los diversos puntos de la capital. La explanada del mercado «Baltazar R. Leyva Mancilla», los vendedores de periódicos fueron pocos, y las que expenden atoles, tamales y panes, se notó su ausencia, el estacionamiento semivacío, cuando en otras ocasiones se encuentra abarrotado.
Después de seis años de que no había sido encabezado por un mandatario, ahora lo hizo Angel Heladio Aguirre Rivero, —acompañado por el alcalde capitalino Héctor Antonio Astudillo Flores—quien enfrentó protestas y fue hasta ellos para escucharlos y atenderlos, era un matrimonio casualmente eran vecinos de la colonia «María Dolores de Aguirre»—nombre de su señora madre del mandatario— de esta capital a quienes les ofreció que los ayudaría, para ello los mandó con una persona de sus confianzas.
El informe que ofreció el mandatario a reporteros que cubrieron el desfile, es que «era sin novedad en los 81 municipios de Guerrero», solamente en Tlalchapa, región de la Tierra Caliente, el presidente municipal panista, no dio el «grito de Independencia», mucho menos organizó el desfile, argumentando inseguridad pública.
Las fiestas patrias terminaron con saldo blanco, pese a la sicosis que se había manejando con días de anticipación, en la que los ciudadanos no atendieron a los grupos antagónicos delincuenciales. Todo mundo gritó «¡Viva Guerrero!» y «¡Viva México!».
Entrada la madrugada, ya siendo el 16 de septiembre, seguían llegando invitados hasta con ropas de harapientos, como el ex regidor y ex diputado local del Partido Verde Ecologista de México, Arturo Alvarez Angli, quien arribó despistado, no sabia a quién saludar y tampoco alguien se acercó para recibirlo, porque se veía como un pordiosero entre los «perfumados», incluso hasta intentó confundirse entre el grupo de jovencitos del Bicentenario que saludando al matrimonio gobernante, quienes felicitaron a los 28 becarios por su participación a eso de la madrugada, además se tomaron la foto del recuerdo, en tanto Romero Suárez fue saludada por «El Jefazo», más que de ganas, de compromiso institucional, pues no ha podido resolver los conflictos labores y la inseguridad de los maestros.

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